Por estos días se ha venido reflexionando sobre el poder de la prensa, se ha dicho que es el quinto poder, la mano que mece la cuna, lo que está detrás de las bambalinas, la cortina de humo; entre muchas cosas más se han dicho y se seguirán escuchando, ya que el poder de la prensa es de dimensiones tales que, abarca no sólo lo que pensamos, sentimos y oímos, sino que va a dimensiones más sensibles de la psicología humana, como lo es el mundo onírico, los anhelos, miedos en todos sus grados; consecuencias directas de todas las guerras, el caos de los principios y valores humanos de la libertad y respeto donde descansa la humanidad.

Por esta época, no resulta descabellado pensar que el periodismo ha muerto, ya que la prensa libre es el principal obstáculo de la tiranía, es por eso que lo primero que hace un régimen totalitario es ir contra la prensa libre.

Se escuchó a finales del siglo XIX, “Dios ha muerto” con Nietzsche, o aquella frase más popular de la década de 1960 de Lennon, “somos más famosos que Jesucristo” todas estas frases son sustentadas por el poder de los medios, mientras que la muerte del periodismo libre, es el resultado de la incidencia de los medios sobre lo que se piensa que es la realidad; resulta contradictorio, que se crea a estas alturas que lo que salga en los medios oficiales es la verdad.

De forma objetiva, se sabe que el ejercicio del periodismo, no ha muerto, porque de ser cierto, no estuviéramos aquí, lo que sí está en una época crítica a nivel mundial, es el oscurantismo de los medios en lo que lo han convertido sistemas absolutos y totalitarios de la modernidad, muchos revestidos con los valores de la democracia moderna que cada vez se asemeja más a la democracias bananeras a las que obligaron a las naciones no desarrolladas; sin embargo se sabe que, la prensa libre, el periodismo libre, como lo está la libertad de pensamiento junto a la libertad de expresión, y la libertad misma se encuentran amenazados, hoy más que nunca en todo el mundo, debido al control del interés particular que se tienen sobre los medios; ya que está claro, quien controla los medios controla el mundo, porque, desde la perspectiva social viene a ser el todo.

Es una pena que el pensamiento crítico sea baneado, cuando a decir verdad, es libre pensamiento; desestimados por las academias, círculos universitarios, profesionales; cuando es el espíritu del conocimiento. Condicionalmente aquella frase importante, que reza el que controla la información controla el poder, está más vigente que nunca, en el sentido del control social por el que es útil la misma.

Si las presentes generaciones hicieran un rengue de dónde se dirige, donde está cimentada, se detuvieran e irían a estribor de forma inmediata, ya que la existencia es corta, aunque se ignore lo tan efímera que es; porque, detrás de todos nosotros quedan las nuevas generaciones para corregir los errores heredados de un presente en el que tampoco se hizo espacio para las garantías, libertades y derechos fundamentales de las generaciones que se levantan; la pregunta es: ¿están preparadas o están preparando a las nuevas generaciones para el rescate de los valores? Juzgue usted.


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