Hasta diciembre del año pasado, todo parecía indicar que el cine, tal como lo conocíamos, estaba a punto de desaparecer para siempre. Pero entonces, ocurrió un fenómeno que sacudió el pesimismo y lo transformó en expectativa. Para sorpresa de buena parte de la Industria, el llamado MonsterVerse se acaba de convertir en el primer éxito de taquilla del año. La película de Adam Wingard, superó este fin de semana a Tenet de Christopher Nolan. Y de hecho, se convierte en el primer triunfo comercial a pesar de los estragos de la pandemia. ¿Qué hizo de la película un suceso en sala?

Cuando Tenet (2020) de Christopher Nolan se estrenó en agosto del año pasado, fue un ensayo tentativo sobre las condiciones del ámbito cinematográfico en mitad de la pandemia. No solo Warner deseaba probar qué ocurriría con un estreno de alto calibre, con la mitad de las salas locales cerradas y el mercado internacional reducido a una fracción de su impacto.

También, quería saber si las medidas de bioseguridad, disminución de proyecciones y limitaciones de estrategia, impactarían en la forma en que el público comprendía la experiencia del cine. Con Nolan estrenando una película largamente esperada y que además, se basaba en uno de los enigmas, “cajas de los misterios”, que habían sido éxitos instantáneos en el pasado, el estudio intentó contrarrestar la preocupante tendencia de la industria a la contracción.

El resultado no fue decepcionante pero tampoco fue bueno. En realidad, fue lo suficientemente ambiguo como para que la Industria entera calibrara la grieta de la pandemia a una nueva dimensión. Si una película firmada por Nolan no había logrado vencer la resistencia y el miedo que producía las proyecciones en pandemia ¿qué podía esperarse de otras de menor envergadura? ¿Qué podía analizarse bajo otras propuestas que no llevaran grandes firmas ni tampoco, representaran grandes proyectos?

La preocupación alrededor del tema aumentó de forma considerable. En especial, luego que Disney tomara la decisión de estrenar Mulan de Niki Caro, uno de sus Live Action más esperados, en su plataforma streaming. La decisión despertó controversia e incluso, hubo una considerable discusión sobre cómo afectaba una estrategia semejante al cine. No obstante, nadie podía prever lo que ocurriría después. WarnerMedia fue más allá.

En diciembre de 2020, decidió que todos su estrenos serían también parte del catálogo de HBOMAX, su naciente plataforma streaming. Fue un movimiento complicado y sin duda, uno que desbalanceó el equilibrio entre la sala y el mundo online en favor del segundo.

La gran pregunta que se hizo la prensa especializada fue si la industria podría soportar un impacto semejante. Equiparar los servicios online con el cine, no solo fue un duro golpe para las salas, sino incluso para el talento detrás de cámara.

Christopher Nolan se quejó públicamente de la decisión. Llegó a decir que “fue a dormir siendo parte del mejor estudio del mundo, para despertar como parte del peor servicio de streaming”. Una reacción parecida a la de Denis Villeneuve, director de la muy esperada Dune, que también llegará a HBOMAX. El director declaró que la decisión “podía dar al traste con la franquicia”.

No obstante y a pesar de las quejas, los estudios no dieron un paso atrás. De hecho, Warner llegó a comentar que era “una decisión inevitable”. Todavía, ninguna de las películas estrenadas en cine, había demostrado que a pesar de la pandemia, el público podría regresar a las salas. Hasta que el encuentro monstruoso más esperado de la década, ocurrió.

Una batalla por la supervivencia

Godzilla vs King de Adam Wingard se estrenó sin excesivas expectativas. Pero se ha convertido en el primer éxito de taquilla de la pandemia. Uno además, que da considerable impulso a la experiencia en salas, luego de un año en que nadie confiaba el fenómeno podría suceder.

Pero la batalla entre los dos monstruos míticos, amparada bajo un espectáculo de ciencia ficción, logró lo impensable. Movilizar al público a las salas de cine. La burbuja de la pandemia parece haberse roto y con buenas noticias para el mundo del cine.

En realidad, Warner no tenía especial confianza en la batalla de monstruos más esperada del cine. Después de que Godzilla: rey de los monstruos (2019) de Michael Dougherty, fuera en esencia una decepción taquillera, el estudio se replanteó lo que vendría después. En especial, cuando la intención era llevar a cabo un MonsterVerse a toda regla, que incluyera varias películas con enfrentamientos colosales.

No obstante, el hecho que la película de Dougherty, apenas recaudara un poco más de sus 200 millones de dólares de inversión, la propuesta quedó en suspenso. Mucho más, después de que las proyecciones en salas se volvieron un riesgo considerable. Para el estreno de la gran lucha entre los monstruos emblemas de Legendary Picture y Warner, había serias dudas sobre el éxito de la película.

Pero resultó, que el espectáculo monstruoso sorprendió a la audiencia y a la crítica. No se trata de una gran película ni tampoco la mejor del universo monstruoso, sino en realidad, un espectáculo. Y uno desprejuiciado y monumental, que superó las expectativas del grueso de los fanáticos. El filme es un entretenimiento a gran escala, una bufonada ingenua a la medida del mito de Godzilla y King Kong. Y eso se ha convertido en su mayor logro.

A catorce días de su estreno y a pesar de haber sido estrenada en simultáneo en HBOMAX (solo en Estados Unidos), la película es una sorpresa de taquilla. Lo que no logró Nolan, dramas meditados e incluso, posibles nominadas al Oscar, lo hizo este brillante espectáculo banal. Lo logró además por todo lo alto: hasta ahora, la película ha recaudado 300 millones de dólares.

La cifra no deja de aumentar. Se prevé que la película pueda alcanzar la mítica barrera de los 500 millones de dólares. Todavía no se ha estrenado en varios países del mundo y de hecho, la estrategia de distribución es por completo experimental. Pero lo cierto es algo claro. El público acudió en masa para disfrutar en pantalla grande de la pelea a mano limpia entre dos monstruos muy queridos del cine.

¿Qué hizo que la película de Wingard rebasara las expectativas? ¿Qué logró que finalmente, el público acudiera a la proyección a pesar de los riesgos? El debate ha sido amplio en los medios especializados pero todos llegaron a una misma conclusión. Se trata del primer indicio de la recuperación del cine. Del hecho que una película pensada y filmada para el entretenimiento desprejuiciado y en estado puro, captó el ánimo de la posible audiencia.

Dos monstruos para atraer al público

Godzilla vs King Kong no es un drama, tampoco una película con una trama compleja. Mucho menos, un despliegue de subtexto que medita sobre la situación pandémica. Mientras más recientes películas que lograron su proyección en cine, son historias dolorosas o alegóricas, la de Wingard es diversión sin ambages.

Incluso, se aleja por completo del reciente fenómeno del cine “hecho en pandemia”, que se volvió popular durante los últimos meses. Producciones pequeñas destinadas a la revaluación del confinamiento y la cuarentena. En realidad Godzilla vs King Kong es una aventura sencilla y visualmente espectacular. Una además, que va directo al grano y es autoconsciente de su cualidad como celebración de lo monumental.

Frente al cine reflexivo, casi autoral o político de los últimos meses, esta gran hazaña monstruosa asombra por su inocencia. Desde el simplísimo guion hasta su pirotecnia de efectos digitales, Wingard logró traer de regreso el cine espectáculo. Y el público reaccionó de inmediato. Lo hizo con una desprejuiciado y casi ingenuo apoyo. La película se convirtió en un éxito considerable y uno que demuestra que el cine, todavía puede sobrevivir a sus peores momentos.

Y en el futuro, lo monumental como objetivo

En declaraciones a Polygon , Adam Wingard insistió que el cine está hecho para el público. Además dejó entrever que sin duda, la reacción que despertó Godzilla vs King Kong demuestra el interés por la proyección en salas.

Para el realizador, lo en realidad sorprendente (y de interés), es que la audiencia desea películas destinadas al puro espectáculo. Lo cual, por supuesto, es una mirada interesante sobre el futuro del cine, luego de momentos de especial incertidumbre.

Según Wingard, el futuro de la franquicia está en manos de la reacción de la audiencia. En especial, porque el MonsterVerse está creado para satisfacer a un tipo de fanático específico. “Estamos en una encrucijada en la que, ya sabes, el público tiene que presentarse y cumplir con el fin económico de las cosas. Si esto es un éxito, entonces puedes apostar tu trasero a que habrá más” explicó el realizador a Polygon.

Por ahora, lo único claro, es que se acaba de demostrar que el público quiere acudir al cine. Y por las mismas razones que en décadas pasadas y en momentos de especial dureza, lo hizo. Más allá de los dramas sociales y de la meditada versión sobre la pandemia, hay una audiencia que desea al cine como escape. Por ahora, habrá MonsterVerse para rato. Ya hay rumores de una secuela y en unos meses, Netflix estrenará la serie Skull Island, que expande sin duda el universo.

Pero una cosa si es evidente: el cine de entretenimiento acaba de regresar a lo grande. Quizás la mejor noticia que la industria ha recibido en casi dos años de una crisis sin precedentes.

No todas son buenas noticias

No obstante y a pesar del empujón del éxito de taquilla de la película de Wingard, no todos son buenas noticias. El 13 de abril, Arclight Cinemas y Pacific Theatres, las clásicas cadenas de cine de Los Ángeles, anunciaron su cierre definitivo, víctimas de la crisis de la pandemia

“Después de cerrar nuestras puertas hace más de un año, hoy debemos compartir la difícil y triste noticia de que Pacific no reabrirá sus ubicaciones de ArcLight Cinemas y Pacific Theatres”, dijo la compañía en un comunicado. “Este no era el resultado que nadie quería, pero a pesar de un gran esfuerzo que agotó todas las opciones potenciales, la empresa no tiene una forma viable de avanzar”.

Se trata de pésimas noticias para el sistema de distribución y proyección de cine. Dentro del cierre, están incluídos el icónico Cinerama Dome, toda una institución dentro del mundo del cine. ¿No fue tan efectivo entonces el taquillazo de Godzilla vs King Kong? Quizás y es el gran temor en Hollywood, llegó muy tarde y con muy pocos efectos, luego de un largo y doloroso año de pérdidas.

 


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