Las órdenes militares fueron instituciones religioso-militares creadas en el contexto de las Cruzadas como sociedades de caballeros cristianos inicialmente para la defensa de los Santos Lugares y luego aplicadas a la propagación o defensa de la fe cristiana.

La más importante de las órdenes religiosas fue la de la Orden del Temple. Fue fundada en 1118 o 1119 y alcanzó un gran poder. Felipe IV de Francia, en 1307, hizo que muchos de sus miembros fueran apresados y quemados en la hoguera, y con sus presiones, el papa Clemente V finalmente disolvió la orden.

En España los templarios tuvieron una fuerte presencia en la Corona de Aragón. La península ibérica era el único lugar, aparte de Tierra Santa, donde se podía luchar contra el infiel. En 1131, el conde de Barcelona Ramón Berenguer III testó a favor de la Orden del Temple, como también lo hizo Alfonso I.

En Castilla tuvo una mayor implantación la Orden Militar de Santiago, cuyo objetivo inicial era proteger a los peregrinos del Camino de Santiago y expulsar a los musulmanes de la península ibérica.

La rápida propagación de la Orden se debió a que su regla era menos rígida que las de las demás órdenes, ya que es la única Orden Militar cuyos caballeros podían casarse.

Lo cierto es que en España la orden de los templarios desapareció debido a la intervención del papa Clemente V y a que su existencia carecía de tanto sentido, pues la corona de Aragón había completado la reconquista del territorio español en la parte oriental y la expansión de la corona se llevaba a cabo en el mediterráneo, donde se debían enfrentar a otros caballeros cristianos.

La orden de Santiago siguió, sin embargo, con su lucha por la expulsión de los musulmanes de la península y jugó, además, un papel destacado en los descubrimientos y conquista de américa.

Los caballeros de la Orden de Santiago participaron en campañas de conquista en el continente americano durante el siglo XVI.

El primer Santiago de América, Santiago de los caballeros, en República Dominicana, se llama así porque, según se dice, sus primeros pobladores fueron 30 caballeros de la Orden de Santiago el Mayor.

Muchos de los conquistadores españoles eran Caballeros de la Orden de Santiago, por ejemplo, Hernán Cortés, Francisco Pizarro, Pedro de Alvarado y Contreras, Hernando de Soto y Gutiérrez Cardeñosa, entre otros. Y también descubridores como Fernando Magallanes.

La Orden de Santiago tuvo pues más recorrido que la Orden Templaria ya que muchos de sus miembros encontraron en América una continuación a su profesión de soldados una vez terminada la Reconquista.

En el siglo XVII ser miembro de la Orden de Santiago formaba parte de las aspiraciones más codiciadas, por lo que el ingreso en esta Orden no era camino sencillo. De esta época destacan como miembros de la orden Diego Velázquez y Francisco Quevedo.

La primera República suprimió la Orden en 1873 y, aunque en la Restauración fue restablecida, quedó reducida a un instituto nobiliario de carácter honorífico.


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