Si vemos a Vladimir Padrino como la cabeza de una institución que tiene claramente señalada su misión en la Constitución podemos sacar una conclusión inmediata. Este señor sin disfraz alguno viola la Constitución, solo leer el articulo 328 lo deja claramente establecido: «La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la nación y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar, la cooperación en el mantenimiento…»

En cada acto militar en el que interviene expresa con toda claridad su militancia política, repitiendo consignas de Fidel Castro: ¡Leales siempre. Traidores nunca! ¡Hasta la victoria siempre! y el inefable “Chávez vive” ¡En la Unión Cívico-Militar que es y seguirá siendo un medio determinante para la supervivencia de la revolución bolivariana!

Esto significa que la Constitución le importa un bledo y que se siente libre de actuar como le venga en gana. Sería muy difícil entender sus motivaciones, acaso obedece a un adoctrinamiento feroz recibido por algunos cultores del marxismo infiltrados dentro de la FANB, o sus posiciones son producto de reflexiones personales que lo llevan a creer que el socialismo es la solución, cuando sabemos y más de 100 millones de muertos lo prueban, que por el contrario acarrea males a las sociedades que ingenua o perversamente caen en sus manos: fusilamientos, hambrunas, éxodos masivos, prisión indiscriminada para cualquiera que abra la boca, represión política, miseria total y pérdida de esperanza en el sentido de la vida.

Oímos los discursos de Padrino, sus metáforas exageradas sobre las bondades del socialismo, mientras sucede lo más importante, convierte la FANB en el verdadero sostén del régimen de Maduro, en las antípodas de la decisión de los militares bolivianos quienes asumieron responsablemente que el pueblo es quien manda y que ellos no podían sostener a un Evo que pretendía robarse las elecciones.

Hoy vemos que el control de la violencia, el uso de las armas no es un privilegio de la FANB. En las calles de Caracas la FAES tirotea, presuntamente comandada por un colectivo de la Cota 905, a quien se le atraviese, ya sea un delincuente u otra fuerza del orden, entre ellas el Cicpc. Esto significa que la traición a la Constitución de Padrino avanza, no solo ha permitido la invasión de Venezuela por cubanos, rusos, iraníes, ELN, sino que ha cedido el control de la violencia a grupos sin ninguna disciplina, control ni capacidad para imponer el orden en una sociedad en crisis, política, económica, social y moral. Eso representa su Proyecto de Ley Constitucional de la FANB.

Paradójicamente, creo que Padrino tendría una gran oportunidad, poniéndose la mano en el pecho, si se quita la careta y se pregunta: ¿Voy a aparecer en la historia como el gran culpable, sigo traicionando la Constitución, permito que las FANB se conviertan en la institución más aborrecida por los venezolanos o doy un giro copernicano y empiezo a ordenar mis ideas? ¿Cuál es el papel de un ministro de Defensa? ¿Qué en realidad tiene que defender, proteger, resguardar? ¿Será mantener la invasión de cuerpos extranjeros en el país? ¿Ignorar la entrega de nuestras riquezas, petróleo y oro a rusos y chinos? ¿Vale la pena que acepte esto en nombre de la tajada que puedo disfrutar? ¿Apoyar a un gobierno y un presidente que llega al poder con trampas, un TSJ ilegítimo en manos de un falso juez con prontuario penal, un CNE al servicio de Maduro? ¿Sigo tolerando los desmanes, arbitrariedades de Cabello, sus excesos de violencia cuando actúa como el peor esbirro contra la oposición? ¿La Dgcim está creada para torturar a miembros de la FANB, cuál es la inteligencia de esta unidad? ¿Puedo excusarme o hacerme el loco ante la muerte del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo?

La oportunidad de Padrino ha llegado, puede tomar conciencia, tiene una estrecha y breve oportunidad de reordenar sus ideas, revalorizar su presente y futuro, o prefiere seguir indiferente a un país donde 13 millones de personas mueren de hambre en nombre del socialismo, los agricultores y ganaderos no pueden producir, la propiedad es robada, incluso por los militares, la vida depende de minutos y azares, como estar lejos del sitio donde la FAES ejerce la represión. ¿Convierto la FANB en un cuerpo policial al servicio de una dictadura?

Ni todo el oro del mundo sirve de excusa, no perdona a un ministro de Defensa que ha tolerado la destrucción de la FANB, a la cual debe fortalecer y colocar en camino recto de respeto a la Constitución. El dilema es: ignorar la tragedia del pueblo y seguir con discursos disparatados contra la Constitución o salvar a mi gente, soldados, oficiales y a los venezolanos que buscan desesperadamente una salida al infierno que viven, sin agua, sin luz, sin comida, sin trabajo, sin seguridad, pendientes solo de amanecer vivos el próximo día. Padrino tiene esta gran oportunidad.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!