En medio de la compleja situación económica y política que atraviesa Venezuela, se evidencian desafíos significativos en la asignación de recursos provenientes de diferentes fuentes. La incertidumbre en torno a los 5.000 millones de dólares aprobados por el Fondo Monetario Internacional durante la pandemia, destinados al país, y que a la fecha por el conflicto político no se ha podido acceder a los mismos, se suma a los 2.000 millones de dólares en oro resguardados en el Banco de Inglaterra.

Adicionalmente, el desembolso de 3.000 millones de dólares de un fondo social, acordado en la reunión en Barbados entre las élites políticas, y que iba a ser gestionado por la Organización de Naciones Unidas, sigue pendiente. Este incumplimiento refleja la urgente necesidad de establecer mecanismos eficientes para la ejecución de estos fondos, que deben ser canalizados para el beneficio directo de todos los venezolanos.

La falta de cumplimiento del acuerdo para proteger a Citgo, un activo estratégico para la economía venezolana, añade presión a un escenario ya complejo. La licencia 44, liberada en medio de los acuerdos entre los gobiernos de Venezuela y Estados Unidos, hoy se encuentra en peligro. La entrada por esta vía de 4.000 millones de dólares ofrece una inyección de liquidez que, correctamente dirigida, podría impulsar el renacer económico del país.

En este contexto es imperativo reconocer que la persistencia en el conflicto político resulta estéril y carece de beneficio para la ciudadanía. Es necesario trascender las posturas extremas y avanzar hacia un pacto nacional que involucre a todos los sectores, independientemente de su afiliación política.

Desde Unidad Visión Venezuela proponemos dejar de lado las confrontaciones y asumir la responsabilidad colectiva por el estado actual del país. La reconstrucción debe ser un esfuerzo conjunto que incluya a todos los factores y sectores, sin distinción de colores políticos. Solo así podremos encontrar soluciones efectivas y duraderas.

Es esencial trascender la discusión sobre la presidencia y concentrarnos en un compromiso conjunto para el futuro. Esto implica la necesidad de establecer un Banco Central de Venezuela que sea reconocido, para que se puedan acceder a cada uno de estos recursos a los que he hecho mención y que contribuya a la reconstrucción de las instituciones. La experiencia nos ha enseñado que esperar un mesías no es la solución; en cambio, debemos trabajar desde la base, fortaleciendo gobernaciones y alcaldías en manos de la Alternativa Democrática.

En resumen, para avanzar y progresar, es esencial dejar atrás el presidencialismo y buscar un pacto que nos permita construir una Venezuela inclusiva, donde haya espacios para todos. La búsqueda de consensos, la identificación de puntos en común y la priorización de soluciones concretas son el camino hacia la reconstrucción de nuestro país.

[email protected]

www.unidadvisionvzla.blogspot.com

Twitter e Instagram:

@OmarAvilaVzla


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!