Es natural que me sienta orgulloso de mi tierra. José Antonio Páez, en dos ocasiones. Raimundo Andueza Palacios, Victoriano Márquez Bustillos, Gonzalo Barrios (trienio) y Luis Herrera Campins. Hijos de Portuguesa han ocupado la primera magistratura en el Ejecutivo Nacional. Siete (7) veces un portugueseño ha ejercido la Presidencia de la República. Solo nos iguala el Táchira.

También tenemos mucho más para sentirnos orgullosos los portugueseños. Acarigua es la capital agrícola de Venezuela. Guanare es nuestra capital espiritual. Turén es el granero del país y somos el estado con más eficiencia en producción agrícola y con la mayor capacidad de ensilaje de granos.

Escritores y compositores como Manuel Graterol Santander “Graterolacho”. “J. Epitafio” José Joaquín Burgos, Joel Hernández, José La Riva Contreras, forman parte de la historia. Servando y Florentino son hijos de Sol Elena, la esposa de Alí Primera.

Ministros en los gabinetes presidenciales han desfilado desde siempre. Victoriano Márquez Bustillos, Juan Pedro del Moral, José Ignacio Casal, Felipe Gómez Álvarez, Alfredo Castro Soteldo, Francisco Torrealba y Blanca Rosa Eekhout, por nombrar los que recuerdo, reflejan la gallardía de nuestra gente.

Antonio Ignacio Velazco, primer y único venezolano que ha sido gobernador del Vaticano. Carl Allen Herrera, primer venezolano en la NBA. Jefferson Soteldo, mejor jugador extranjero en Chile en 2017 y en Brasil 2019 en el fútbol suramericano, aportan con sus pinceladas de vida un capítulo en el lienzo de nuestra historia.

Los tiempos cambian. La modernidad digital ha derribado barreras y ha acortado distancias. Los jóvenes venezolanos descubren nuevos rumbos y otras maneras de eternizarse. Muchos de ellos también son oriundos de estas tierras.

Acarigua. Ciudad donde nadie se siente forastero (Carlucho). Cuna de héroes. Estandarte de los valores criollos, del sentir llanero, de la evolución del progreso con trabajo y esfuerzo. Tierra bendita por la Virgen Coromoto. Patria del Silbón.

Arnaldo Antonio Alvarado y Adolfo Fernández son hijos de este pueblo. El ingeniero Alvarado es un portugueseño humilde, un empresario honesto. Excandidato a gobernador y representante de una de las familias más tradicionales de esta geografía. Adolfo es un ejemplo familiar, dueño de los cines más emblemáticos del país. Inversor en el segmento turístico. Hombre sin vanidades. Padre comprometido.

De ellos provienen Carlos Vigon Alvarado y Carlos Fernández, jóvenes que por primera vez en el Beach Tenis mundial engalanan con sus triunfos la historia, con medallas de bronce y plata. Tanto en forma personal como colectiva.

Los colores Vinotinto florecen en el día a día. Son fruto de la semilla que sembraron en esta tierra hombres buenos y decentes. Hombres nobles. Familias que con esfuerzo engrandecen nuestra imagen y le gritan al mundo.

¡Vuelvan caras!

Nada vale tanto como el oro familiar. Nuestra mejor medalla olímpica.

 


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