Hoy miramos con claridad y palpamos la falta de representación política, tanto de la usurpación como del G4. Y por tanto, las primarias convocadas para el 22 de octubre cobran toda la importancia, para legitimar al nuevo liderazgo que conducirá al cambio político.
En medio de la borrasca se vislumbra una nación que se disuelve por el empeño de la corporación criminal de permanecer en el poder y de la oposición fallida convertida en “opolaboración” del régimen, por su deseo de seguir detentando, con malas artes, una representación política que hace rato perdió.
De allí que el G4 decidiera confeccionar unas primarias favorables a sus intereses, para lo cual buscó realizarlas bajo la conducción del CNE, para que votara una exigua minoría y así asegurarse, seguir detentando, la representación de la oposición. Con la defenestración de los rectores del CNE se le cayó la estrategia y su juego terminó en fallido. Esto se patentiza en la no participación de Capriles y Rosales. Más claro no canta un gallo.
A la par de esta jugarreta se fue gestando un fenómeno electoral -venía preparándose paciente y disciplinadamente en los últimos 15 años- y surge la líder del coraje que ha despertado la conciencia y el entusiasmo de la mayoría a lo largo y ancho del país. Se produce el cambio a un escenario favorable y, por eso, debemos luchar contra viento y marea para que las primarias se realicen el 22 de octubre y venzamos la pretensión de un engañoso consenso buscado por quienes fracasaron en su estrategia inicial. En 25 años de lucha por la libertad y defensa de nuestros derechos, ya tenemos determinadas las conductas fallidas que menguaron y frustraron, por momentos, el fervor popular.
La líder del coraje que cuenta con el respaldo popular no blanqueará liderazgos innobles. Admitimos que Venezuela y el mundo atraviesan por una situación crítica, pero estamos persuadidos de que el blanqueo del delito impedirá inaugurar un nuevo tiempo político.
Sabemos de sobra que quienes buscan su blanqueamiento lo que quieren es el reacomodo para seguir prevaleciendo, depredando y conviviendo con un régimen impresentable, con el objetivo de satisfacer sus intereses crematísticos personales. A estos “subhombres” de Sartre no les importa que continúe cabalgando la desgracia, el desarraigo, la miseria, la diáspora, la condena de los niños a no tener futuro por la desnutrición y falta de educación básica, los presos políticos y la falta de democracia.
Estos caimanes del mismo caño no han podido sepultar nuestros valores. Ante los repetidos golpes que producen caídas, queda el vapor por encima del suelo y de allí resurgen los valores completicos. Creemos en la búsqueda de la verdad y la coherencia de la conducta. Ellos tienen más intereses que valores y nosotros más valores que intereses. Por eso jamás los blanquearemos. La libertad precede a la república y la democracia es una forma de vida, y no solo unas reglas para la formación del poder.
No nos vemos reflejados en el espejo de las mentiras, de los falsos diálogos, de las narrativas blanqueadoras, porque eso es lo que hay y tampoco en los medios silenciados-deformados y autocensurados, sino que nos vemos como somos: la mayoría que quiere la libertad y ser fiel a los principios y valores.
¡Libertad para Javier Tarazona y Emilio Negrín! ¡No más prisioneros políticos, torturados, asesinados ni exiliados!