En este apartado especial sobre la guerra de Ucrania se hace imprescindible reseñar un acontecimiento trascendental, como es la decisión de aplicar para Ucrania un mecanismo de lend-lease para llevar la guerra hasta las últimas consecuencias, en materia de conflicto convencional.

Comencemos explicando al lector el significado de estos términos:

El término lend-lease, formalmente conocido como:

An Act to Promote the Defense of the United States (Pub.L. 77–11, H.R. 1776, 55 Stat. 31, enacted March 11, 1941)”

O sea “Una ley para promover la defensa de Estados Unidos (Pub.L. 77–11, H.R. 1776, 55 Stat. 31, Promulgada el 11 de marzo de 1941)”

Es una ley desarrollada durante los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, para financiar a todos los países que se enfrentaban a la Alemania nazi y sus aliados y permitió el equipamiento, alimentación, organización y sostenimiento de las estructuras militares y civiles del Imperio británico, la Francia libre y la Unión Soviética, al punto de convertirse en fuente ilimitada de recursos para ganar la guerra con base en la evidente superioridad militar en material de guerra y recursos humanos.

Para tener una idea de ello solo hay que saber los siguientes datos históricos:

“En total, las entregas de Estados Unidos a la URSS a través de lend-lease ascendieron a 11.000 millones de dólares en materiales: más de 400.000 jeeps y camiones; 12.000 vehículos blindados (incluidos 7.000 tanques, de los cuales unos 1.386 eran M3 Lee y 4.102 M4 Sherman); 11.400 aviones (4.719 de los cuales Bell P-39 Air cobras) y 1,75 millones de toneladas de alimentos.Estados Unidos entregó a la Unión Soviética desde el 1 de octubre de 1941 hasta el 31 de mayo de 1945 lo siguiente: 427.284 camiones, 13.303 vehículos de combate, 35.170 motocicletas, 2.328 vehículos de servicio de artillería, 2.670.371 toneladas de productos derivados del petróleo (gasolina y petróleo) o el 57,8% del combustible de aviación de alto octanaje, 4.478.116 toneladas de alimentos (carnes enlatadas, azúcar, harina, sal, etc.), 1.911 locomotoras a vapor, 66 locomotoras diésel, 9.920 vagones plataforma, 1.000 vagones volquete, 120 vagones cisterna y 35 maquinaria pesada coches. Los artículos de artillería proporcionados (municiones, proyectiles de artillería, minas, explosivos variados) ascendieron al 53% del consumo interno total. Un elemento típico de muchos fue una planta de llantas que se levantó de la planta River Rouge de Ford Company y se transfirió a la URSS. El valor monetario de 1947 de los suministros y servicios ascendió a alrededor de 11.000 millones de dólares.“

Fuente: Deane, John R. 1947. The Strange Alliance, The Story of Our Efforts at Wartime Co-operation with Russia. The Viking Press.

Si alguien cree que la victoria soviética en su denominada Gran Guerra Patria fue producto solamente de sus heroicos esfuerzos y no tuvo nada que ver con la asistencia financiera foránea, debe saber que a pesar de la destrucción económica y devastación de sus zonas agrícolas, no hubo hambruna durante la guerra, pero si después de finalizada la guerra, con la hambruna de 1946-1947, que derivó en millones de muertos. Mas, si aún no está convencido de todo esto, puede revisar las memorias del máximo dirigente soviético Nikita Kruschev, denominadas: Khrushchev Remembers: The Last Testament, donde reseña de manera muy específica cómo Stalin entendió y señaló que la ayuda extranjera era “vital” para la victoria soviética.

Conocedores de estos antecedentes, la aprobación de una nueva versión actualizada de dicha ley, conocida como Ukraine Democracy Defense Lend-Lease Act of 2022 o más formalmente como

An act to provide enhanced authority for the president to enter into agreements with the government of Ukraine to lend or lease defense articles to that government to protect civilian populations in Ukraine from russian military invasion, and for other purposes”.

O sea: “Una ley para otorgar autoridad mejorada al presidente para celebrar acuerdos con el gobierno de Ucrania para prestar o arrendar artículos de defensa a ese gobierno para proteger a las poblaciones civiles en Ucrania de la invasión militar rusa y para otros fines”.

Si consideramos que la ofensiva inicial para derrocar a Zelenski, denominada por Putin un proceso de “desnazificación”, fracasó debido al enorme apoyo en información (inteligencia),  comunicación satelital y apoyo cibernético y digital, prestado por la OTAN y que apenas en 80 días de guerra, Estados Unidos ha gastado 4.000 millones de dólares en asistencia, no es difícil imaginar lo que va a ocurrir con 40.000 millones de dólares estadounidenses en asistencia militar y humanitaria, lo que permitirá a Ucrania pagar sueldos, dar bonos de asistencia social y financiar los equipos militares, incluyendo instructores y adiestramiento especifico.

En este punto, con una población mayor de 40 millones de habitantes y donde existe una cultura de participación activa de las mujeres en las fuerzas armadas, con lo que aumenta mucho el número de combatientes disponibles, no es exagerado pensar que Estados Unidos puede financiar una guerra muy larga con la Federación Rusa, en término de años.

Durante la Segunda Guerra Mundial, los soviéticos se quejaban amargamente de los estadounidenses, por los años que estos últimos  tardaron en invadir Europa y decían en tono de chiste que “América combatirá a Alemania hasta el último ruso”, por lo cual Putin pensará que “la OTAN combatirá a Rusia hasta el último ucraniano”.

En 2021, se calcula que Rusia tuvo un presupuesto militar de 66.000 millones de dólares estadounidenses, que debe haberse incrementado enormemente por la actual guerra en gasto diario de operaciones militares y sustitución de equipos militares y reposición de municiones, pero que difícilmente pueden afrontar una inversión anual de 60-80 millardos de dólares estadounidenses en guerra, para mantener a Ucrania combatiendo en forma sostenida.

Las enormes pérdidas de capital y cupos de exportación a nivel mundial producen unas pérdidas económicas que pueden hacer “cuesta arriba” financiar una guerra convencional de manera indefinida, sin dañar de manera irreversible a la economía rusa.

Es por ello que los países del G-20 que se niegan a sancionar económicamente a la Federación Rusa y otros más pueden terminar siendo calificados como “cómplices” de Vladimir Putin y terminar sufriendo sanciones muy equivalentes a las que sufre dicho país (Rusia) en la actualidad.

La OTAN no necesita participar activamente en la guerra, sino que le es suficiente con mantener el suministro militar a Ucrania, mientras que a Rusia esta situación le es insostenible sin el financiamiento de otros países, especialmente la República Popular China, que debe asumir al final una posición muy definida sobre si coloca sus intereses de seguridad sobre sus intereses económicos inmediatos. Es cuestión de tiempo, para que se declare formalmente una situación de Estado de Economía de Guerra, véase: https://economipedia.com/definiciones/economia-de-guerra.html, donde se pueden producir situaciones muy difíciles para los habitantes de Rusia en los próximos meses y que referenciaremos en próximos artículos.


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