Durante el año 2023 y mediante la nominación presentada por la Asociación Venezolana de los Deportes Aeronáuticos (AVDA) por intermedio de sus directores Aníbal Dao y Enrique Vélez, la Federación Aeronáutica Internacional (FAI) con sede en Lausanne, Suiza, ha otorgado el honorable reconocimiento  del “FAI Air Sport Medal» a los venezolanos Alejandro Torres y Stephen Koulouthros, por sus respectivos y valiosos aportes a las actividades aeronáuticas durante sus vidas.

Por ello, como aviadores venezolanos, nos sentimos orgullosos  y nos honra presentarles un extracto o resumen curricular de cada uno de ellos.

Alejandro José Torres Buenos

Alejandro Torres, nació el 17 de noviembre de 1949 en Santiago de Cuba y con sólo 9 años, y con la llegada de la revolución Castrista, su familia se traslada a Venezuela. Vivió y estudió en la soleada ciudad de Maracaibo, hasta su primer año de secundaria, cuando sus padres deciden enviarlo a la Academia Militar de Missouri (MMA), donde en 1967 se gradúa.

https://www.missourimilitaryacademy.org/alumni/noteworthy-alumni

Después de graduarse en MMA, continuó en la Universidad Estatal del Sureste de Missouri en Cape Girardeau. Obtuvo una licenciatura en Mercadeo y una maestría en Docencia.

Iniciando igualmente sus estudios de aviación, trabajando a tiempo parcial en el aeropuerto, llenando gasolina, ayudando a mover aviones, y ahorrando para poder volar horas de entrenamiento. Para 1970, realiza su primer vuelo en solitario y finalmente el 13 de mayo obtiene su licencia de piloto privado.

En Mercadeo comienza con Procter & Gamble en Venezuela. Luego fue seleccionado por la División Internacional de P&G en Londres, entre cien candidatos, para ser trasladado a Nueva Orleans, hasta 1976. Es cuando compra su primer avión, un Cessna 172.

En 1977 compró su segundo avión, un Bellanca Viking, y regresó a Venezuela. Con algo de capital ahorrado y un socio, fundó en septiembre la empresa Tower Air en el Aeropuerto Internacional de Maracaibo (MAR), en el Zulia, donde apoya a petroleras con notable éxito.

Tower Air se convirtió en el mayor distribuidor de aviones Cessna del país y lo mantuvo durante 20 años. Su rápida expansión generó la necesidad de formar y certificar a más pilotos, por lo que emprende el camino para convertirse en instructor certificado de vuelo (C.I.F) y poder formarlos en diferentes aeronaves.

Regresó a Estados Unidos, convirtiéndose en 1987 en el undécimo piloto de la historia en contar con las 7 designaciones de instructor FAA (C.F.I) vigentes hasta la actualidad, con las que ha dedicado su vida a la aviación corporativa y, como miembro de la Asociación Nacional de Vuelo Instructores (NAFI), por más de 45 años a la instrucción.

Un C.I.F dedicado y entusiasta, que bajo su lema «HELPING AVIATORS FIND A BETTER RIDE SINCE 1977» o “AYUDANDO A LOS AVIADORES A ENCONTRAR UN MEJOR VIAJE DESDE 1977”, habiendo revalidado sus licencia ante el INAC, se dedica al entrenamiento en autogiros como el Bensen y Magni, el helicóptero de entrenamiento Hughes 300, el clásico entrenador Cessna 172 y aviones avanzados como el HFB-320 Hansa-Jet.

Es importante destacar su crucial participación en muchas operaciones de búsqueda y rescate, especialmente la que salvó la vida de dos muy amigables pilotos de Maracaibo. Un incidente y amarizaje el 26 de julio de 2001, con una aeronave Beechcraft Bonanza YV-1450P, con su piloto y propietario Franco Bellarosa y su copiloto, Ignacio «Nacho» Luzardo, cerca de la isla de Curazao.

Más adelante, a partir de 2014 comienza una lucha titánica por mantener operativa la empresa. Pues debido a la falta de combustible de aviación AV-GAS, las operaciones de aviación y las horas de vuelo de entrenamiento disminuyen.

Su espíritu emprendedor y su sed de conocimiento lo mantienen ocupado obteniendo la licencia de piloto remoto de drones (UAS) de la FAA en el 2017. Y su férrea e incansable voluntad en la búsqueda de alcanzar la excelencia en los estudiantes piloto, dedica su tiempo a participar en Webinar, también a la coautoría de libros como Operaciones Costa Afuera, dirigido a pilotos de helicópteros que operan en alta mar en plataformas petrolíferas.

Además de colaborador de la FAA para mejorar el reglamento de la instrucción. https://www.regulations.gov/comment/FAA-2023-1275-0006

Alejandro Torres, un excelente C.I.F o instructor que podría haber emigrado a cualquier país, donde con todas las credenciales que posee fácilmente podría haber conseguido un empleo, sigue en Maracaibo, como un claro y digno ejemplo de vida honesta, esfuerzo, pasión y dedicación a la aviación.

Stephen Koulouthros 

Stephen es un ciudadano venezolano-griego nacido en Caracas en el año 1970 de ascendencia griega, y que desde muy niño le apasionaba la aviación. Todo comienza cuando a los ocho años su madre, quien era igualmente fanática de la aviación y en combinación con un tío, que trabajaba en la línea aérea griega Olympic, le regala unos modelos de aviones de 747 en escala 1/200 con el diseño de pintura o livery (En Inglés) de las aeronave de la aerolínea Griega Olympic Airlines, la cual tenían operaciones conjuntas con British Airlines. Esto lo cautiva y es lo que lo inspira seriamente a coleccionarlos, cuidarlos y mostrarlos. Esto atraparía a Stephen durante el resto de su vida y lo convertiría en un verdadero coleccionista de modelos estáticos y un entusiasta filántropo de la aviación.

Habiendo cursado sus primeros estudios en el Colegio Emil Friedman de Caracas, continúa posteriormente la carrera de Ingeniería Mecánica en la prestigiosa Universidad Simón Bolívar.

Y gracias a su constancia y empeño, fruto de su pasión por la aviación, logra ingresar y realizar su pasantía de Ingeniero Mecánico con la Aerolínea Internacional Venezolana de Aviación (Viasa) en el área del simulador de vuelo en Parque Caiza, donde recién llegaba el simulador del DC-10 de Viasa procedente de Toronto, fabricado por la Canadian Aviation Electronics Ltd. (CAE), y realizando posteriormente su tesis en el departamento de mantenimiento de Viasa en el Aeropuerto Simón Bolívar de Maiquetía.

Paralelamente a los estudios de Ingeniería inicia su curso de piloto y después de haber pasado por las escuelas aeronáuticas de GOBESA y AEROPOTOCO, logra obtener su licencia de piloto y con ella entra definitivamente a trabajar para la aerolínea VIASA como Ingeniero de Vuelo, alcanzando su sueño de volar.

A pesar de haber sido unos de los años que recuerda con mayor felicidad, pronto sus responsabilidades e intereses en el negocio familiar requirieron mucho de su tiempo, alejándolo de su vida como piloto de línea aérea, pero siempre manteniendo su afición por el aeromodelismo particularmente de aviones jet.

Habiendo pasado una vida reuniendo modelos, recuerda haber tenido unos 200 modelos a los 18 años, luego ya recién casado iba por 400, lo que era el equivalente a tener las paredes de dos cuartos de tamaño estándar llenos de modelos y años más tarde al lograr mudarse a una casa cuyo sótano le permitía aumentar su colección, llegó a tener hasta los 1.514 modelos.

Finalmente, acontecimientos en su vida lo llevan a mudarse a Panamá, donde logra establecer su empresa y su familia, residiendo allá desde hace más de 10 años. Esto no aminora su afición por los modelos y le ha permitido reunir una colección privada de más de 4.000 modelos, contando con diferentes aviones jet, en diferentes escalas y diseños, entre los cuales adquirió un enorme modelo a escala 1 a 3 de un Embraer 195 y pudo darse el gusto de poder plasmar en él un livery o diseño de pintura original del maestro Cruz-Diez, artista venezolano de fama mundial en arte cinético, siendo este único en el mundo. Además, comenzó a recibir en dación como guardián y preservador de modelos invaluables, algunos como el primer modelo del McDonnell Douglas DC-10, el modelo del Boeing 747 de Olympic Airlines el ”Olimpic Zeus”, modelo del avión perteneciente a Aristóteles Onassis.

Esta afición que le ha llevado a invertir más de 45 años de su vida y cantidad de tiempo además de recursos, para poder reunirlos todos en un solo lugar, se ha convertido en una invaluable colección de la historia de la aviación, que bajo visitas dirigidas, está disponible para el deleite de grandes y chicos, y que contribuyen a preservar la historia aeronáutica de diferentes aviones jet, con modelos a escala de aeronaves de todo el mundo, algunos ya desaparecidos y fuera de línea de producción, recibiendo la admiración de infinidad de personajes ligados a la aviación y el apoyo de la línea aérea Panameña COPA.

Por su parte la FEDERACION AERONAUTICA INTERNACIONAL (FAI), le otorga la “FAI AIR SPORT MEDAL” como un reconocimiento a su labor y constancia, al crear una colección que inspira profundamente a los jóvenes a soñar en ingresar y disfrutar del mundo de la aviación en alguna de las diferentes modalidades de vuelo, volcando a los jóvenes desde muy temprana edad en actividades al aire libre como la del aeromodelismo, logrando alejarlos de sus computadoras o teléfonos inteligentes, permitiéndoles interactuar con otros fanáticos del vuelo; practicar el trabajo manual de armar y pintar, para luego poder exhibirlos o volarlos en sana competencia.

 


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