La ontogenia recapitula la filogenia

La historia criminal de Hugo Carvajal, alias el Pollo, corre paralela a la historia criminal del chavismo-madurismo. De allí que haga uso de la frase de Ernst Haeckel sobre ontogenia y filogenia que es posible aplicar con cierta licencia poética al caso del chavismo-madurismo y sus principales protagonistas. Y es que la saga criminal de Hugo Carvajal es casi una recapitulación, a nivel individual, del amplio proceso criminal que caracteriza al régimen chavista-madurista en Venezuela.

A diferencia de la filogenia chavista, la cual sigue impunemente en el poder, el espécimen Carvajal ye se encuentra en Estados Unidos, esperando un juicio que, dados los cargos en su contra, podrían conducir a una prisión mínima de 25 años, con posibilidad de prisión perpetua.

Hugo Carvajal es un militar venezolano de 63 años de edad. Ingresó al ejército a los 22 años. Desde la creación del partido socialista de Chávez, el PSUV, se hizo miembro, lo cual lo cataloga como ficha de la tribu chavista desde sus orígenes.

En 2003 fue nombrado por Hugo Chávez subdirector de la Agencia de Inteligencia Militar venezolana. Desde 2004 hasta 2011, durante la presidencia de Hugo Chávez, fue director de la agencia.  En 2005 fue principal actor en la decisión de Chávez de expulsar de Venezuela a la DEA, agencia estadounidense de lucha contra las drogas, lo cual facilitó el papel de Venezuela como país distribuidor de droga. En 2011 Carvajal fue enjuiciado por el gobierno de Estados Unidos, acusado de instrumentar  con Hugo Chávez una conspiración para “inundar” de droga a Estados Unidos. Carvajal obedecía órdenes de Hugo Chávez, quien a su vez recibía instrucciones desde La Habana y estuvo al mando de esta actividad criminal hasta su muerte ocurrida en esa capital cubana.

En 2014, a fin de protegerlo, el régimen de Maduro designó a Carvajal como cónsul general en Aruba, con rango de embajador. Allí fue objeto de arresto por la CIA, en cumplimiento de una orden de arresto internacional existente en su contra, pero el gobierno de Holanda reconoció su inmunidad diplomática y lo dejó en libertad, aunque fue inmediatamente expulsado de la isla como persona “non grata”. Al llegar a Venezuela fue recibido como un héroe por Maduro.

Desde 2016 y hasta 2021 fue miembro de la Asamblea Nacional y, en 2019, de manera inesperada, declaró su adhesión al gobierno interino de Juan Guaidó, por lo cual fue expulsado de las fuerzas armadas y acusado de traición. Escapó primero a Trinidad, luego a República Dominicana y casi de inmediato entró a España bajo una identidad falsa, país donde fue arrestado debido a una orden de captura de Interpol.

En mayo de 2019 el gobierno de Estados Unidos pidió formalmente a España su extradición, basado en los siguientes cargos:

  • Conspiración narcoterrorista, penalizable bajo el título 21 del Código Legal estadounidense;
  • Conspiración para importar cocaína en Estados Unidos, además de manufacturar y distribuir la droga con intención de llevarla a Estados Unidos;
  • Posesión de armas y otros instrumentos letales para apoyar su intento de traficar con drogas.

Esta actividad se desarrolló durante todo el período de Hugo Chávez y parte del período de Nicolás Maduro.

Detalles de la actividad criminal de Hugo Carvajal

Los cargos que sustentaron el pedido de extradición se detallaron así:

Desde 1999 y hasta 2019 Hugo Carvajal, alias el Pollo, fue miembro de un cartel llamado Cartel de los Soles, integrado por miembros de alto nivel de la Fuerza Armada. El objetivo de este Cartel era el enriquecimiento de sus miembros, pero también el de utilizar la cocaína como arma contra Estados Unidos. Durante el período arriba nombrado Carvajal y sus cómplices trabajaron en conjunto con otros traficantes de cocaína en la región y con organizaciones terroristas como las FARC. Carvajal ayudó a coordinar los envíos de droga, dando a los traficantes protección armada y pagando su apoyo a las FARC con armamentos de nivel militar.

Nos preguntamos: ¿era posible esta actividad sin la aprobación de Hugo Chávez?  Imposible. Más aún, Chávez apoyaba públicamente a las FARC. Chávez hizo del narcotráfico una estrategia geopolítica de su régimen, lo cual debe conducir al enjuiciamiento de los llamados chavistas “originarios” que hayan tenido participación en ese crimen.

La batalla legal que debe haber costado millones a Carvajal

Desde el momento de recibir el pedido de extradición de Carvajal el gobierno español lo puso tras las rejas, iniciándose una fascinante batalla legal que ha durado cuatro años y que finalmente terminó con la extradición a Estados Unidos.  Durante estos cuatro años Carvajal y sus abogados introdujeron no menos de nueve pedidos de absolución de cargos, algunos de los cuales fueron exitosos a corto plazo y hasta le permitieron a Carvajal andar en libertad por considerable tiempo. Los detalles de este forcejeo legal pueden verse en https://hudoc.echr.coe.int/?i=001-226068#{%22itemid%22:[%22001-226068%22]} , el documento oficial del gobierno español sobre este caso.

Al final Carvajal perdió la batalla y ya se encuentra en Estados Unidos.

Las contradicciones de los gobiernos democráticos de EE UU y Europa con relación al régimen venezolano

La saga de Hugo Carvajal revela las contradicciones que existen en los gobiernos democráticos de Estados Unidos y Europa sobre el régimen chavista-madurista. En el caso de Estados Unidos esta extradición, así como el enjuiciamiento criminal de Alex Saab y la prisión de los sobrinos de Nicolás Maduro por narcotraficantes han sido muestra de la voluntad de ese país de aplicar los castigos necesarios a los criminales. Más aún, hay una recompensa de 15 millones de dólares ofrecida por el gobierno de Estados Unidos por la cabeza de Nicolás Maduro, por narcotraficante, ladrón, asesino y torturador. Sin embargo, los sobrinos de Maduro fueron liberados posteriormente y existe hoy una relación casi normal entre el gobierno de Biden y el régimen de Maduro, con una clara tendencia por parte de Estados Unidos a rebajar la severidad de las sanciones comerciales sin que el régimen haya dado muestra alguna de democratización y cese de sus actividades criminales.

En Europa la contradicción también existe. A pesar de sanciones y declaraciones condenatorias al régimen por parte de los organismos y líderes de la UE, se ven casos como el reciente de la reunión de la Celac en Bruselas, en la cual se llevó a cabo una asquerosa aceptación de los delincuentes enviados de Maduro, hasta con besos por parte del líder español a Delcy Rodríguez, la vocera del régimen. A esa reunión asistió también y fue aceptado cordialmente el criminal presidente de la Cuba castrista, Miguel Díaz-Canel.

Estas contradicciones también se ven en el seno de la oposición venezolana. Hay quienes hablan de conciliación, de diálogo, de hacer concesiones, de la necesidad de comer sapos para poder llegar a una solución del impasse político venezolano. Entre ellos están Henrique Capriles, Manuel Rosales y algunos otros. Se sigue alimentando la idea de una mesa de negociación coordinada desde el lado opositor por Gerardo Blyde, aunque tal iniciativa solo ha servido para legitimar a Maduro y a su pandilla de cómplices.

Esta dualidad de actitudes caliente-fría, principista-pragmática, si pero no, te detesto pero te beso, de algunos actores internos y de los principales actores externos ha llevado a que el chavismo-madurismo, régimen claramente criminal como lo indican la saga de Carvajal y las peripecias de Rafael Ramírez Carreño desde su guarida italiana, sigan en el poder, causando muerte y destrucción. Y les abre el camino para su regreso cuando salgan, si es que salen, porque tenemos una cierta oposición que quiere sacar la garrapata pero dejar la cabeza en la endodermis, quiere matar la avispa dejando el aguijón adentro, quiere barrer la basura pero meterla debajo de la alfombra.

Y eso no camina.


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