La crisis migratoria constituye la demostración más fehaciente de la dramática situación política, económica y social que atraviesa Venezuela, la más grave en toda su historia republicana.

Esta situación país ha repercutido de manera trágica y nefasta en todos los ámbitos relacionados con la salud, así como también en la calidad de vida del venezolano, cada día más mermada.

El día a día del venezolano se ha convertido en un suplicio, el único fin es tratar de sobrevivir en medio de este desastre económico y el caos reflejado en los servicios básicos más indispensables. La hiperinflación no se detiene, por lo que cada día se hacen más inalcanzables los alimentos y las medicinas, además de cualquier otro rubro que sea una necesidad. La anarquía predomina en todos los aspectos de la vida cotidiana del ciudadano común.

La migración forzada de venezolanos se acrecienta cada vez más. Desde 2015 comenzó este fenómeno como consecuencia de la emergencia humanitaria compleja que este “gobierno” se niega a reconocer y que, con la mayor desfachatez, manifiesta: “Venezuela está en paz”. Esto último fue lo que expresó la representante del régimen la pasada semana  como parte del contenido de su alocución ofrecida en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Mayor descaro no existe.

Según expertos, las causas fundamentales por las cuales los ciudadanos prácticamente huyen del país y que han sido reflejadas en encuestas de gran credibilidad son: no tener acceso a servicios de salud, la falta o el caos en los servicios públicos y el no poder cubrir las necesidades básicas. Estos motivos constituyen la primera causa que ha llevados a los venezolanos a buscar la solución de estos graves problemas fuera de nuestras fronteras, se calcula que 48% de los migrantes.

Otra de las causas y que ocasiona una migración más selectiva serían la inseguridad y la violencia, en la que destaca la violencia política sumada a la persecución. Algunas encuestas de opinión mencionan también la crisis económica caracterizada por la hiperinflación, los bajos salarios y el desempleo.

Todas las características mencionadas anteriormente confluyen en el contexto de una emergencia humanitaria compleja.

Opiniones reflejadas en trabajos periodísticos consideran que el origen de dicha emergencia que afecta todos los aspectos de la vida es fundamentalmente político y que requiere en un determinado momento una respuesta internacional.

Hasta la fecha se tiene una proyección de 4 millones de venezolanos que han salido hacia diferentes destinos, pero es la región la que recibe el impacto más dramático. Los países más afectados son Colombia en primer lugar, le siguen en orden Perú, Ecuador, Chile, Brasil y Argentina.

Aproximadamente 5.000 personas cruzan a diario los puentes fronterizos con Colombia. Los migrantes, con el desespero de salir, recorren a pie parajes o rutas muy peligrosos, como el Páramo de Berlín, para poder llegar a otras fronteras fuera de Colombia. Algunos han fallecido en ese trayecto, pues el organismo sucumbe ante el cansancio extremo y la hipotermia.

Otro punto que debemos destacar es que, según información de colegas médicos que trabajan en la frontera, los hospitales en esa zona están colapsados por la gran cantidad de migrantes venezolanos. Un ejemplo es el Hospital Universitario Erasmo Meoz en Cúcuta. Se reporta que han llegado  a dicho centro muchos casos de tuberculosis, sarampión, malaria y difteria, enfermedad esta última por la que incluso se han notificado fallecimientos. Es indudable que también estas enfermedades se están exportando al resto de los países mencionados y que son los que están recibiendo el mayor impacto de esta crisis migratoria.

No obstante, se han venido realizando muchos esfuerzos, sobre todo en Colombia, para tratar de afrontar esta situación dramática relacionada con la migración de venezolanos y de enfermedades.

Mientras este régimen se mantenga en el poder, lamentablemente seguirán huyendo despavoridos los venezolanos en busca de la sobrevivencia que se le niega en su país. Es la tragedia de esta migración masiva y forzada la que está demostrando realmente lo que pasa en Venezuela.

 


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