Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN | Foto Europa Press

El maratón de reuniones de Occidente ha llegado a su fin,en los tres foros se debatió casi lo mismo,el Consejo de Europa, el G7 y la OTAN tuvieron por tema central la invasión de Ucrania por parte del violador Putin y de otros peligros como China, en general de los países desestabilizadores del mundo, que de una u otra forma son los responsables de la mayor parte de los problemas, los mayores incumplidores de los derechos humanos, generadores de conflictos bélicos, poco eficientes en el desarrollo económico y que de una manera u otra dañan la economía mundial y el funcionamiento de los mercados. Son los países liderados por Putin y Xi Jinping y a los que podemos calificar como totalitarios, tramposos y gamberros. Sin pasarme de optimista puedo decir, de los tres cónclaves, que han cumplido adecuadamente las expectativas. En esta ocasión, dado que el centro del problema es la invasión violenta e inhumana de Ucrania, la más importante, la más resolutiva y la más clara ha sido la OTAN, celebrada en un marco siempre atractivo para eventos y encuentros como es Madrid. España es un país experto en recibir gente, líder mundial del turismo donde todos los grandes encuentros internacionales son un éxito organizativo, sin excepción. Al buen desarrollo de la Cumbre colaboró, de manera especial, su secretario general, Jens Stoltenberg, noruego, exlíder del Partido Laborista y ex primer ministro de Noruega. Es un excelente comunicador, con las ideas claras expresadas con sencillez y capacidad de convicción.

La Cumbre de la OTAN fue un éxito, en primer lugar, porque se aprobó por unanimidad la entrada en la organización en tiempo récord de Finlandia y Suecia. Esto en sí mismo es una clara derrota de Putin, que en su absurdo y criminal órdago al mundo ha ido a por lana y ha vuelto trasquilado. Ha conseguido que dos de los países más pacifistas del mundo, dialogantes, modernos en valores y neutrales por autodefinición se vean obligados a llamar a las puertas de la OTAN, además de cercanos geográficamente a Rusia, en el caso de Finlandia fronterizo. Si no nos echamos atrás del apoyo al pueblo ucraniano y cumplimos con la entrega de armas y municiones, la derrota de Putin será total y sin paliativos.

En segundo lugar, da la impresión de que Occidente ha aprendido a comunicar, a trabajar la opinión pública, ser transparente, además de utilizar otras armas no violentas de presión social y económica de impacto potente, sobre todo a medio y largo plazo. La libertad y los elementos definidos en La pirámide de la libertad son la gran y más potente ideología desde hace 2.500 años, son la democracia, los derechos humanos, la igualdad, la economía de mercado, la honestidad, los valores y la fraternidad. De esto no hay nada en los países totalitarios. Lo curioso es que, gracias a la libertad de los países democráticos, hay personas que defienden a los países totalitarios, tramposos y gamberros, donde si alguien defiende alguno de estos valores son encarcelados, asesinados, torturados o expulsados. Eso sí, en su país protestan hasta violentamente por cualquier cosa o limitación que niegan o esconden de los países liberticidas. Un absurdo, pero en alguna medida les funciona. Son máquinas que intentan destruir la democracia de su país y apoyan con argumentos claramente falsos a países liberticidas, son los que dicen que Cuba no es una dictadura.

En ese sentido, uno de los grandes avances de Occidente ha sido entender que hay que comunicar mejor y que por mucha razón que se tenga hay que demostrarlo, informar, ser transparente y competir adecuadamente en el mercado de las ideas. Ahora se está haciendo y el resultado se nota.

En tercer lugar, como he planteado en diversas ocasiones, la ONU se ha transformado en un instrumento burocrático, anquilosado, nada democrático, prácticamente inútil en sus misiones, sin eficacia en la gestión donde tienen el mismo peso los países democráticos que los liberticidas, dos de los cinco que tienen derecho a veto, sistema que en sí mismo es liberticida, están en manos de los líderes de los países totalitarios, tramposos y gamberros, es el colmo de los colmos. En este sentido, las tres estructuras reunidas estos últimos días: el Consejo de Europa, el G7 y la OTAN son potentes defensoras de los valores del mundo alrededor de la democracia, la libertad y los derechos humanos, de forma infinitamente superior a la ONU que no ha sido capaz ni siquiera de anticiparse, reaccionar y tomar medidas adecuadas a la pandemia, tampoco para parar invasiones.

En cuarto lugar, en las tres organizaciones mencionadas se está aprendiendo a trabajar conjuntamente e intentar priorizar el interés de todos dentro y fuera de las organizaciones a la búsqueda de un mundo mejor y más eficiente. En este tema solo se ha dado un pequeño paso, aunque, como dijo el astronauta norteamericano Neil Armstrong cuando pisó la Luna por primera vez, “un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad”. Lamentablemente, todavía hay demasiada defensa de intereses políticos, oportunistas, personales y de países que nos hacen perder demasiado y avanzar más lentamente. De las tres reuniones, la que ha avanzado en este sentido es la Cumbre de la OTAN.

En quinto lugar, se empieza a utilizar la disuasión. Disuadimos o sino los que nos disuaden son los otros, los liberticidas a los libérrimos y demócratas. Stoltenberg ha declarado refiriéndose a Putin “que no cometa ningún error. Si nos atacan, la respuesta sería total”, también dijo “lo que ha hecho la OTAN es establecer una serie de amenazas… La OTAN desplegará las medidas que sean necesarias según se vayan produciendo amenazas. Si son amenazas militares, la respuesta será una, si son híbridas, será otra”.

En sexto lugar, se va entendiendo el peligro y la existencia de países totalitarios, tramposos y gamberros que a su vez están estructurados y unidos alrededor del liderazgo de Putin y Xi Jinping. La declaración de la Cumbre de la OTAN dice “hemos respaldado un nuevo concepto estratégico. Describe el entorno de seguridad que afronta la alianza, reafirma nuestros valores y detalla el propósito clave de la OTAN y su mayor responsabilidad de garantizar nuestra defensa colectiva basada en un enfoque de 360º”. Añade “la Federación Rusa es la amenaza más significativa y directa”. Hablando de China dice “emplea una gran variedad de herramientas económicas y militares para aumentar su impronta global y proyectar poder, pero al mismo tiempo es opaco sobre su estrategia, intenciones y militarización”. Con respecto al flanco sur menciona “el conflicto, la fragilidad y la inestabilidad en África y Oriente Medio afectan directamente a nuestra seguridad y la de nuestros socios. La vecindad sur de la OTAN, especialmente la de Oriente Próximo, el norte de África y el Sahel, se enfrenta a una seguridad interconectada con retos demográficos, económicos y políticos”. Termina el documento hablando del cambio climático que tiene impacto en la seguridad de los ciudadanos lo que puede “exacerbar el conflicto, la fragilidad y la competitividad geopolítica”.

Por otra parte, ha quedado en evidencia la debilidad en todos los sentidos y también en la capacidad militar de la Federación rusa. Según escribió Liz Sly en el Washington Post “Rusia está muy cerca de agotar su capacidad de combate en el este de Ucrania… Rusia sigue sufriendo grandes pérdidas de equipo y de hombres, lo que pone en duda cuánto tiempo más puede permanecer el ataque”. Todas las informaciones convergen en la idea de que Rusia según pasa el tiempo se debilita y sufrirá de forma más potente daños de todo tipo, militares, económicos, sociales y políticos.

Estamos a 3 de julio, día 130 de la invasión, hace menos de una semana se declaró el primer impago de la deuda rusa, lo que significa una suspensión de pago. El Consejo Europeo cumplió su cometido y aprobó por unanimidad la condición de país candidato a la adhesión de Ucrania a la Unión Europea, ahora lo que tiene que hacer es acelerar al máximo sus procesos para posibilitar que dicha incorporación vaya a la mayor brevedad posible y, mientras tanto, ir avanzando en medidas parciales como pudiera ser la entrada en el euro o al menos el uso del euro como moneda.

El G7 aprobó una inversión de 600.000 millones de dólares para infraestructuras en los países de ingresos bajos y medios, en sanidad, conectividad digital, clima y seguridad energética, anunciaron la prohibición de la importación de oro ruso.

Sigo echando en falta la entrega de más armas y municiones a Ucrania, mayor complicidad socioeconómica con el pueblo ucraniano, hay que tener en cuenta que ellos luchan por nosotros y poner en marcha y acelerar el funcionamiento de la urgente e indispensable transición energética.

http://carlosmalodemolina.com/


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