El efecto disuasivo del descomunal triunfo de María Corina es igual de contundente desde toda perspectiva. Prácticamente es así, por su incidencia en todo el ámbito nacional y en la comunidad internacional.
Por su repercusión, muchos países -en general- y muy particularmente Estados Unidos, difícilmente podrían tomar alguna decisión que conlleve un desconocimiento de la voluntad abrumadora de los venezolanos. Por el contrario, y con mayor razón, se ven constreñidos por ese resultado a perfilar una firme posición, que al día de hoy se encuentra en la incertidumbre.
Importante señalar que el efecto disuasivo en este ámbito se debió también en buena parte a la gran demostración que dieron nuestros paisanos en todos aquellos países en los que se produjo la elección primaria. La diáspora se hizo sentir con todo su peso moral y político. Así lo debe hacer también la comunidad internacional que los alberga. No puede estar ajena a estos hechos que marcan un antes y un después en Venezuela. Su pronunciamiento solidario con nuestro país, después de esta gesta democrática, no debe hacerse esperar. La presión externa cuenta.
Puertas adentro, quedan sofocados todos aquellos planes y pretensiones que -en paralelo- tenían in pectore aquellos que conformaban el grupo “Todos contra María Corina”. Solo queda una prueba viviente de ese grupo en vías de extinción, que con su 4% osa cuestionar unos resultados evidentemente demoledores. Los agazapados tuvieron que recular. Constituye, por lo demás, una afrenta para una CNP que, por el contrario, merece un reconocimiento por su labor en medio de tantas dificultades. La participación del pueblo venezolano, (2.300.000 aprox) excedió las estimaciones mas optimistas. Hoy, esos resultados obligan a todos los candidatos y partidos a honrar su compromiso con el rescate de la democracia.
El tamaño de la muestra es tan contundente que no se ha hecho esperar una reacción del régimen. En efecto, lo han hecho de la peor manera; han salido de sus madrigueras las principales fieras responsables de este gran desastre que vive el país, a amenazar a los integrantes de la CNP por esta jornada cívica.. Debemos prepararnos para mas embates como este. No cabe diluirse en triunfalismo. Reaccionarán con fuerza de todo tipo y magnitud. Perder para ellos no es opción; no tienen genes democráticos.
Debemos valorar en su justa dimensión los resultados y saber qué nos imponen. Demandan coraje, inteligencia y capacidad estratégica para neutralizar el continuismo del chavismo. En su desespero, ellos apelarán a los mismos métodos que les han sido eficaces para salir de los escollos: En lo interno, seguirán con la agenda tramposa e inescrupulosa, de la mano con los militares “socialistas”, con un CNE y un TSJ chavistas, con más amenazas y persecuciones, y en lo externo, pretenderán seguir con el lobby internacional que hoy los mantiene de manera increíble lavándose la cara como válidos interlocutores, incluso con su “archienemigo” norteamericano.
Es indispensable, como punto neurálgico, que Estados Unidos a través de su secretario de Estado, defina con precisión los términos de su acuerdo; a falta de ello, se está yendo el chavismo por la tangente. Otálvora, trata con mucho tino este asunto en su reciente informe, cuando escribe: “Menos de 24 horas después de suscrito el 17 de octubre de 2023 un acuerdo entre la dictadura venezolana y negociadores opositores, a cambio de lo cual Estados Unidos aliviaría sanciones económicas al régimen, en el gobierno Biden comenzaron a sentir que Nicolás Maduro se dispone a burlar los compromisos firmados en Barbados y aquellos a los cuales acordó privadamente con enviados estadounidenses”.
Luego de las primarias, Estados Unidos sigue con las generalizaciones. Ayer, mediante un portavoz, manifiesta “espera ver nuevos pasos para garantizar que las elecciones presidenciales de 2024 sean libres, justas y competitivas”.
Los chavistas asumen de otra manera lo acordado y ripostan, incluso de manera intimidante, dejando caer: “que el plazo del mes de noviembre no formaba parte de lo acordado en las reuniones secretas con Estados Unidos” y amenazaron con hacer públicos los pormenores de esas negociaciones. Jorge Rodríguez desmintió que el régimen propusiera dejar a un lado las inhabilitaciones políticas impuestas a importantes líderes políticos opositores, entre ellos María Corina Machado. En sus ultimas declaraciones, el alto mando político del régimen no incurre en generalizaciones y de forma expresa fijan una irreductible posición: María Corina no pasará por inhabilitada. ¿No basta esto para que el gobierno de Biden de una vez, defina las cosas?
Hoy, ya ella es nuestra candidata presidencial. Es vital que se entienda que su candidatura es indeclinable e innegociable. No hay lugar para malos entendidos. Saber que Estados Unidos se refiere expresamente al cese de su inhabilitación como condición para que el acuerdo sea viable y que se defina este asunto en pocos días tranquilizaría al país, y pondría además al chavismo a la defensiva.
@vabolivar