Jorge Domínguez preparó su trabajo para presentarlo en el panel 11-25 de la reunión anual de la Asociación Americana de Ciencias Políticas, que se realizó entre el 29 de agosto y el 1° de septiembre de 2002, en la ciudad de Boston, Estados Unidos.

El trabajo de Domínguez se tituló ¿La dictadura perfecta?: comparando los regímenes autoritarios, Corea del Sur con Argentina, Brasil, Chile y México.

Según Domínguez, una dictadura militar políticamente efectiva exhibe los siguientes rasgos:

  1. En su adaptación a la coyuntura y para reducir costos, provoca poca resistencia social.
  2. Sus líderes actúan conjunta y cooperativamente para consolidar el régimen.
  3. Sus líderes amplían la coalición de apoyo por medio de acordar reglas de sucesión para rotar la Presidencia dentro del régimen autoritario con el fin de prolongar su duración.
  4. Los diseñadores del régimen delegan la formulación de políticas y la autoridad ejecutiva a los civiles en áreas de su competencia especial, incluida la política económica.
  5. Los diseñadores del régimen eligen medios institucionales que enfaticen la consulta y emplean legislaturas y partidos políticos dentro del contexto autoritario para diversificar el conjunto de herramientas para la toma de decisiones y la formulación de políticas, con el fin de expandir la coalición en apoyo del régimen y recopilar información política.
  6. Los líderes del régimen prefieren los medios políticos a la represión como formas de hacer frente a la oposición y la protesta para reducir los costos de la gobernanza y mantener una amplia base de apoyo al régimen.
  7. El régimen evita los llamamientos ideológicos, privando a la sociedad civil y a la oposición (especialmente a esta) de normas o estándares independientes para justificar al dictador.
  8. Los diseñadores del régimen obligan a los actores políticos, económicos y sociales a participar en organizaciones autorizadas por el régimen para maximizar el control estatal sobre la sociedad, aprovechar las fuerzas económicas y sociales hacia los objetivos del gobierno, mientras emplean un mínimo de fuerza militar.
  9. Los líderes del régimen emplean estrategias políticas para desactivar políticamente a la población y restringir las voces independientes en la sociedad civil.

Concluye Domínguez en su presentación: “La dictadura perfecta no es el comunismo, ni es la Unión Soviética, ni es Fidel Castro: es México. Así lo alegó el novelista y ensayista peruano Mario Vargas Llosa en agosto de 1990 en una serie de mesas redondas convocadas por el decano de letras mexicanas, el difunto Octavio Paz en la Ciudad de México. Vargas Llosa señaló que la permanencia a largo plazo de un solo partido en el poder, la manipulación de las elecciones y la supresión de las críticas internas marcaron esta dictadura”.

En su cuenta de Twitter, el pasado 19 de julio, Henri Falcón fijó el siguiente tuit: «Los irracionales nos atacan porque planteamos una salida certera. ¡Proponemos un gobierno de coalición ya!…».

Pues bien, Henri Falcón no solo propone el cogobierno con la corrupción sino también la dictadura perfecta.

 


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