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Foto: Federico PARRA / AFP

En el libro VII de la República de Platón hay un interesante tema llamado “La alegoría de la caverna”, donde este filósofo griego, mediante el uso de metáforas –tal como la existencia de los habitantes de una cueva amarrados con cadenas de por vida por las piernas y el cuello, sin poder ver la luz del sol– pone de manifiesto el estado de la mayoría de la población, con relación al conocimiento de la verdad y donde la humanidad inconscientemente es prisionera y esclava de la ignorancia, tomando cómodamente por verdad, solo los ecos y las sombras fantasmales proyectadas de la realidad e infortunadamente, esta alegoría de hace 2.500 años sigue vigente actualmente, por falta de una buena educación para los ciudadanos que somos víctimas de restricciones y manipulaciones informativas.

Sobre asuntos monetarios, financieros y cambiarios, que en mi opinión sonde vital importancia porque afectan la calidad de vida de todos los ciudadanos, he investigado y publicado desde el año 2011 algunos artículos y ensayos, hasta el punto de parecer reiterativo y quizás fastidioso,porque observo que aún pululan los apologistas de las aberraciones devaluatorias, quienes siguen habitando en la caverna mencionada por Platón –metáfora– donde esos evangelistas y predicadores de las malas artes, irresponsablemente ponen en riesgo la economía, pues utilizan prácticas perversas para crear caos en los mercados y estafar a la gente inocente o ignorante, con diversos modus operandi, tales como son algunos de los más conocidos:

1.-Pedir créditos en moneda nacional, comprar divisas, promover la devaluación y luego vender parte de las divisas adquiridas para pagar las deudas devaluadas contraídas en moneda local, quedándose con una parte importante de las divisas compradas.

2.- Promover controles cambiarios o trabas y dificultades para transar o comprar y vender divisas, creando tipos de cambio y mercados paralelos al oficial, para utilizar un concepto llamado arbitraje, donde se compran divisas a precios bajos en el mercado oficial y luego se venden más caras en el mercado paralelo, siendo financiados por créditos bancarios.

3.-En los países con mercados libres de divisas, crear productos derivados con contratos a futuro, basados en tasas de cambio de diversas monedas extranjeras, hacer fluctuar los tipos de cambio para ofrecer en venta cantidades que no se tienen cuando el precio está alto y solicitar compras ficticias cuando el precio está bajo y así obtener ganancias mediante la diferencia entre el precio total de la venta menos el precio total de la compra, siendo que el dinero utilizado para especular, es tomado a crédito con apalancamiento de entidades financieras.

La devaluación es un fraude usado desde épocas del imperio romano, para reducir no solo los pasivos y las deudas contraídas, sino también el salario real de trabajadores, soldados e ingenieros de aquellos tiempos, sin que ellos se percataran, pues recibían nominalmente el mismo monto o quizás un monto mayor, pero realmente obtenían menos poder de compra por su trabajo, donde la trampa se hacía con las monedas de plata llamadas denarios, mediante métodos tales como la disminución del tamaño o del peso de la moneda o el aumento del porcentaje de aleación con metales más baratos, siendo que el objetivo de los emperadores–quienes reservaban para ellos y sus cortesanos las monedas de oro– era siempre tener más dinero sin valor para gastar –expansión de liquidez– pero entregando menos metal de plata por denario a los usuarios de la moneda –devaluación– y esa fue una de las razones del colapso y el fin del imperio romano, pues esas malas praxis producen siempre: pobreza, ruina, delincuencia, repudio del dinero e inflación, en cualquier tiempo y lugar donde se utilicen.

Obsérvese que la devaluación, así como toda forma de especulación, son juegos de suma cero, donde lo que ganan los estafadores y especuladores–quienes no trabajan ni producen nada– lo pierden quienes: trabajan, ahorran, invierten y producen, pues al devaluar la moneda se produce un traspaso de riqueza de la economía real hacia la economía especulativa o parasitaria, que en el mediano y el largo plazo conduce a crisis, recesiones, depresiones económicas y peor aún, hacia guerras civiles, locales o mundiales.

Debido a que en algunos países hay relajamiento en el manejo del crédito para especular en vez de producir, donde el encaje legal está cerca del 0%, lo cual implica que los bancos comerciales pueden prestar casi la totalidad de los depósitos y ahorros de sus clientes a tasas reales negativas, si muchos de esos clientes fueran a retirar su dinero simultáneamente, habría un problema de falta de liquidez o peor aún de insolvencia y esto podría conducir a implantar los corralitos financieros, a situaciones de inestabilidad y quiebra del sistema financiero o a expandir exponencialmente la liquidez monetaria por parte de los bancos centrales, para reflotar a los bancos comerciales quebrados e insolventes, situación que ha ocurrido en muchas otras ocasiones en diversas partes del mundo.

La ignorancia de la gente es utilizada por una especie de aprendices de brujo de la economía, quienes a cuenta de una supuesta experticia engañan a los ciudadanos, haciéndoles creer que es un gran negocio para habitantes y países ingenuos, estar devaluando permanentemente sus monedas, repitiendo como loros mantras tales como:la moneda está sobrevaluada, para producir y exportar se deben hacer devaluaciones competitivas, el país sufre la enfermedad holandesa, etc., frases que son familiares para muchos lectores.

A principios de los años noventa del siglo pasado, cuando cursaba un posgrado en una prestigiosa universidad, estando en una clase de microeconomía, el profesor de la materia, quien además era gerente de tesorería de un banco, quizás por tener en clase la visita de un par de personas extrañas, dedicó las 2 horas académicas para tratar de explicarnos las bondades de la devaluación para Venezuela, siendo que en vista de su insistencia, tuve que replicarle que esa práctica me parecía errada y además un fraude, más aún cuando se trataba de un país que solo exportaba hidrocarburos, que tienen una demanda altamente inelástica, con precios cartelizados y por esa razón, los países exportadores de crudo del Medio Oriente mantenían sus monedas fuertes y estables como correspondía a un país petrolero exitoso.

En Venezuela se le hace caso a las recomendaciones devaluatorias, mediante los cantos de sirena de: intelectuales, políticos, vendedores de encuestas amañadas y supuestos expertos, de manera que en el gobierno del Dr. Luis Herrera en 1983 empezaron las devaluaciones y hasta el presente no han parado de devaluar la moneda nacional y por tal razón, desde el año 2008 hasta la fecha se ha tenido que ir eliminando en promedio un cero por año a su signo monetario, para poder continuar con esas prácticas nefastas, siendo que para el 18 de noviembre de 2022, la tasa de cambio oficial estaba en 9,98 Bs/dólar, mientras el tipo de cambio implícito que es la relación liquidez/reservas internacionales es de 1,45 Bs/dólar lo cual implica que el tipo de cambio oficial es 6,88 veces la tasa de cambio implícita.

Con un salario mínimo mensual de 130 bolívares y una tasa de cambio de 9,98 bs/dólar,el ingreso de los pensionados y muchos trabajadores es de 13 dólares al mes o sea 43 centavos de dólar diario, lo cual es un salario real precario que esclaviza y hace pasar penurias a muchos ciudadanos, algunos de los cuales deben escoger entre morirse de hambre o emigrar del país en busca de ingresos que les permitan sobrevivir, pero por otra parte, al contraer la demanda agregada por el bajo poder de compra de la población, también se contrae la oferta agregada generando una caída del PIB, pues nadie querrá producir bienes o servicios que no tengan demanda en el mercado interno y finalmente, cuando el tipo de cambio se mantiene inestable, ningún inversionista real querrá traer sus divisas para ganar y repatriar un dinero devaluado,pero además, con el pretexto de la incertidumbre en la tasa de cambio futura, los comerciantes sin ningún tipo de escrúpulos ajustan sus precios de manera irracional, convirtiéndose en especuladores comerciales, de tal forma que se presentan inflaciones acumuladas irracionales de precios en dólares.

Para contrarrestar estas distorsiones hay diversas estrategias ortodoxas y honestas que se pueden usar solas o de manera combinada, para recuperar el salario real, fortalecer la moneda y estabilizar la economía, tales como pueden ser: la dolarización plena, la implantación de una caja de conversión o el regreso al patrón oro, donde se obligue al banco central y a la banca comercial a no emitir dinero sin respaldo adecuado o inorgánico, que es lo que ha venido ocurriendo desde comienzos de 1975 hasta el presente, para favorecer a los especuladores, en detrimento del trabajo, el ahorro y la inversión real en la economía.


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