La desesperanza  consiste en una tendencia a hacer inferencias negativas sobre las causas, consecuencias e implicaciones para la propia persona que tienen los sucesos vitales negativos, en consecuencia debemos evitar que nos invada en nuestro cuerpo físico y espiritual.

En los últimos años, numerosas investigaciones han mostrado que la forma en que «interpretamos» los sucesos negativos influye en la aparición de problemas emocionales, tales como la ansiedad y la depresión. La desesperanza es una tendencia a hacer inferencias negativas sobre las causas, consecuencias e implicaciones para la propia persona que tienen los sucesos vitales negativos. En este sentido, la desesperanza se ha considerado un importante factor de vulnerabilidad para cierto tipo de depresión y para el pensamiento de suicidio.

El estilo atribucional, que los psicólogos utilizan como léxico científico, es  propio de la desesperanza y se caracteriza por una tendencia a explicar los sucesos negativos a partir de causas internas, estables y globales, así como a presentir consecuencias negativas y concluir que, si dichos sucesos negativos han tenido lugar, eso significa que algo falla en uno mismo. Esto es, las personas con este estilo hacen una interpretación «fatalista» de los problemas que les ocurren, pensando que «no tienen solución», que «no hay nada que puedan hacer para mejorar la situación» y que las consecuencias «son inevitables, permanentes y que afectarán a todos los ámbitos de la vida». Además, se «echan la culpa» de lo que les sucede y piensan que les «seguirá pasando en el futuro».

La Teoría de la Desesperanza de la Depresión propone que el estilo atribucional descrito actúa como factor de vulnerabilidad al interactuar con acontecimientos estresantes. Además, el modelo establece que el riesgo es sobre todo para un tipo de depresión denominada Depresión por Desesperanza, que incluye síntomas tales como baja autoestima, falta de energía, tristeza, etc. El modelo de la desesperanza permite explicar el aumento de prevalencia de depresión, por cuanto algunas de las características claves de esta teoría, tales como la vulnerabilidad cognitiva y los sucesos estresantes, experimentan un considerable aumento en esta etapa evolutiva.

El modelo de la desesperanza, como otras teorías de vulnerabilidad al estrés, nos lleva a reflexionar sobre el papel de nuestros pensamientos como elemento que matiza el impacto de los acontecimientos negativos en nuestro bienestar emocional, y sobre la necesidad de educar y fomentar el desarrollo de estilos cognitivos saludables.

Lo que ocurre en nuestro país hace 23 años, desde que llegó al poder el socialismo, marxista y mal llamado bolivariano, ha llevado a miles de venezolanos a enfrentar un estado de desesperanza, pensando en que la situación que se vive no tiene remedio alguno y poco o nada parece avizorarse en función de una plácida solución que dé al traste con un régimen que ha conculcado todos los derechos ciudadanos, amén de la inseguridad, desempleo, alto costo de la vida, pésimos servicios públicos, corrupción, nepotismo y una pensión para las personas de la tercera edad, que no les alcanza ni siquiera para comprar la octava parte de la canasta básica calculada en el pasado mes de marzo en 378 dólares.

El escritor chileno losé Donoso. en su novela explica la fuerza crítica de La desesperanza y realiza una exposición irónica de los valores imperantes de la clase media de su país. Alguna vez describió la política como “una forma institucionalizada de la inmoralidad” y sus declaraciones públicas revelan una apreciación irónica de la política y de todos sus oficiantes, sin importar su orientación ideológica. Sin embargo, sería erróneo asumir que su obra carece de visión política. Por el contrario, en gran parte de su obra  se puede leer como una crítica a la rigidez de la estructura social chilena de las décadas de los cincuenta y los sesenta. Por ello, no es de extrañar, entonces, que esta tendencia se acentúe después de 1973, debido a su sentimiento de rechazo total del régimen militar. En efecto, con la sola excepción de la Misteriosa desaparición de la Marquesita de Loria, todo lo que escribió entre 1975 y 1986 está relacionado, de alguna forma, con el derrocamiento del gobierno marxista de Salvador Allende, por parte de las Fuerzas Armadas. Un cierto sentimiento de culpa por haber estado en un exilio voluntario en España, cuando se dio el “pronunciamiento” de Pinochet que impulsó a Donoso –a modo de reivindicación– a confrontar la historia reciente de su país.

En la novela de Donoso su ´principal protagonista “Mañungo” opta por quedarse en su país para luchar contra el régimen y subraya la necesidad de la resistencia contra la tiranía. No hay que perder de vista el hecho de que la novela representa una apropiación estética de la realidad y no de un mero “reflejo” de la situación caracterizada por la desesperanza, por lo que lejos de desmoralizar a las personas, incentivan en su estado de ánimo un afán por la subsistencia y más aún por la lucha en defensa de su propia vida y de los valores conculcados en un régimen dictatorial y comunista como el de Venezuela.

NO a la desesperanza, y SI a la lucha por la vida y los valores conculcados por una seudo revolución socialista, marxista y mal llamada bolivariana.

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