Dinamarca dejará de explorar y explotar petróleo y gas natural, inclusive, de su zona económica del Mar del Norte, rica en combustibles fósiles, para dar fin a la producción de combustibles fósiles desde 2050. Es un deadline que busca incorporar, de lleno, a ese país a la producción y consumo de lo que conocemos como clean energy –electricidad generada por sol, eólicas, geotermia–, dejando de consumir combustibles derivados del petróleo.

Aunque el peak oil aún no llegó pero todavía se estudian modelos económicos de transición de fósiles a renovables, utilizando como “puente” al gas natural, Dinamarca puede darse ese “lujo” de dejar de usar fósiles. Es un país pequeño en extensión (50.000 Km2) y población (aproximadamente 6 millones) pero tiene una economía muy fuerte: el PIB per cápita, en 2019, fue 53.760 euros, su Índice de Desarrollo Humano demuestra que los daneses viven bien y sin mayores sobresaltos. Dinamarca se encuentra en el 3º puesto de los 190 que conforman el ranking Doing Business. Hacer negocios en Dinamarca es muy seguro y muy sencillo con indicadores de corrupción bajísimos. Ese contexto económico favorable da para entender la medida de cesar la exploración, explotación y producción de hidrocarburos.

Dinamarca creció y se enriqueció por su buen uso de sus rentas producto de los negocios en hidrocarburos fósiles en décadas pasadas. Es la que mayor producción de petróleo tiene en el marco de la Unión Europea (aproximadamente 100.000 barriles/día en 2019) que es una cifra “importante” para Europa. Varios expertos analistas indican que la producción de fósiles de la zona de Mar del Norte dio ingresos a Dinamarca por más de 70.000 millones  de euros y podrían ganar hasta 20.000 millones adicionales más hasta antes de 2050. Eso colocó, y mantendrá, financieramente en buena posición a Dinamarca que tiene un sector comercial altamente consolidado para dar el paso concreto y final hacia su transición energética.

Aunque, reiteramos, el negocio petrolero y –principalmente del gas no concluirá de momento porque la transición energética tomará algunos años más, no es menos interesante que en Europa se está construyendo un nuevo modelo eléctrico basado en generación renovable.

Recordemos abril de 2020, cuando el barril de petróleo llegó a tener precios negativos, obviamente por el impacto del covid-19 en la economía global, pero no deja de ser un hecho que es ya parte de la historia de la transición energética: es posible vivir en un mundo con menos fósiles y mayor generación eléctrica renovable. Es cuestión de mejorar costes de producción, mejorar la tecnología y ser más eficientes, aspectos que –ciertamente– Dinamarca está alcanzando. Hoy el Brent está en 50 dólares/barril y el WTI en aproximadamente 46 dólares/barril.

La mitad del consumo total de electricidad de Dinamarca proviene de la energía eólica. Van en buen camino a ser verdes, totalmente eficientes y aportando a reducir impactos negativos ambientales. El camino está empezando a ser recorrido. Su economía, será, entonces totalmente alimentada por energías renovables.

@BorisSGomezU


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