En momentos electorales lo significativo es y será siempre la estrategia, sin ella no estaría completo todas las piezas del ajedrez político-electoral. Oposición y oficialismo se mueven a su ritmo y conveniencias, la política es una lucha por el poder es algo inmanente en política quien respira aspira. Sin embargo, la oposición venezolana según sus jugadas en el tablero pareciera que juega más a ser una oposición heroica, no una oposición política. Mientras el oficialismo perdió la magia, ya no es una revolución que ilusiona y menos se percibe redentora, sus mejores tiempos ya pasaron y da muestra de agotamientos y cansancio allí su decadencia en votos.

El presidente Chávez, estratega militar, en su última participación como candidato presidencial 7 de octubre 2012 insistía en su estrategia psicología política, era que ganaría su reelección con 10 millones de votos, no aceptó menos de eso. Pero, los líderes de la revolución sabían que se fijaba un difícil desafío para llegar a ese tope. Por otro lado, muchos analistas según su lógica lo acusaron de ambicioso, porque sus mejores tiempos de credibilidad, gestión y popularidad del líder bolivariano habían pasado. Es decir, era tangible su caída electoral. Era la estrategia de Chávez, dar la sensación que su victoria era fácil ante su contendor político.

La crisis económica se conecta en la complejidad de la crisis política que viven los venezolanos, crisis económica indefinida hasta humillante cuando toca hacer cola de horas para ponerle gasolina al carro, comprar alimentos, gas u otros artículos, la agudeza de la crisis económica es un indicador que manifiesta de manera fáctica o científica que la revolución necesita de una urgente revisión o refundación si quiere seguir democráticamente en el escenario político electoral.

En el contexto electoral, la tendencia histórica refleja cómo se mueve el voto chavista versus el voto opositor, revelando una oposición en su momento unida lograba los objetivos: triunfos electorales. Actualmente existe una oposición fragmentada, con posturas contradictorias, según nuestros últimos estudios el bloque opositor manifiesta sentirse dentro de una incertidumbre para acudir a las venideras elecciones parlamentarias, motivos sobran, obviamente, además la mayoría de los venezolanos observan CNE con control chavista, no confiable, no obstante, la intención de voto entra en dilema, la crisis es agotadora y estamos en un gobierno y oposición llenos de fisuras.

En abril 2013, Nicolás Maduro, uno de los delfines del comandante Chávez, asume la candidatura por muerte del máximo líder de la revolución, logra resultados que se conectan con el análisis del declive en la tendencia del voto chavista en Venezuela.

Para el año 2015 la oposición construye una estrategia unitaria emerge triunfante, obtiene la mayoría de votos en las elecciones parlamentarias. Sin embargo, dos años después 2017 el oficialismo se lleva la mayoría de las gobernaciones, la oposición se presentó este evento con divisiones, más debilidades que fortalezas. En ese mismo año se convocan las elecciones para alcaldes, el oficialismo construyendo un ajedrez político-electoral a su conveniencia cobró más 90% de las alcaldías, la oposición prácticamente no se presentó y obtuvo precarios resultados.

En el contexto de los comicios presidenciales, Nicolás Maduro continuaba repitiendo su modelo estratégico en su ajedrez político-electoral y logró finalmente que G4 llamara a la abstención. No obstante, algunos sectores democráticos de la oposición se presentaron a las elecciones y los resultados no fueron los esperado, traducido en una nueva derrota política / electoral. El constructo electoral revolucionario gravita en la justicia del silencio, el control social y político para someter con los CLAP y los bonos de la patria a un pueblo vulnerado aun por su buena fe. Las redes sociales son las grandes aliadas de los opositores, se pueden convertir en la palanca de fuerza, crítica y reflexiones para las movilizaciones y el eco de resonancia en todo el país y el mundo entero sobre la realidad venezolana.

En mayo de 2018, Venezuela regresó a las urnas para unos comicios en los que la oposición nuevamente no participaba por considerar fraudulentas las elecciones presidenciales. Luego en 2020 en las elecciones parlamentaria el oficialismo regresa con una aplastante mayoría sobre una oposición construida a la medida del gobierno. En los comicios regionales y municipales del 21N el chavismo consiguió afianzar su dominio nacional luego de conquistar Caracas y otros 19 de 23 estados a lo largo del territorio. Elecciones caracterizadas por una baja concurrencia, que no llegó a la mitad del padrón, la fragmentada oposición recibió un duro revés, en una campaña donde sobresalió la falta de unidad, la carencia de propuestas concretas y años de abstención política, los rivales del PSUV redondearon un decadente sufragio obteniendo victorias únicamente en cuatro estados y cayendo estrepitosamente en sectores vitales como la capital Caracas. Motivados por la presencia de observadores de la Unión Europea y desilusionados por el fracaso de las sanciones de Estados Unidos contra el gobierno de Maduro, decidieron presentarse en los comicios, pero sin integrar un frente único. Según los resultados de 21N si no se hubiesen dividido y hubieran armado un frente conjunto, las cifras en concreto indican que podrían haber ganado siete estados más que quedaron en manos del oficialismo. Ahora se ubican en un escenario complejo con vistas a las presidenciales pautadas según la constitución en 2024.

Tendencia histórica y fluctuaciones del voto Chavista / Opositor: Presidenciales 1998: Chavismo: 3.673.685 // Oposición: 2.863.619. Constituyente abril 1999: Chavismo: 3.630.666 // Oposición: 300.233. Constituyente 1999: Chavismo: 3.301.475 // Oposición: 1.298.105 Presidenciales 2000: Chavismo: 3.757.773 // Oposición: 2.530.805. Revocatorio 2004: Chavismo: 5.800.629 // Oposición: 3.989.008. Parlamentarias 2005: Chavismo: 1.871.419 // Oposición: no participó. Presidenciales 2006: Chavismo: 7.309.080 // Oposición: 4.292.466. Reforma 2007: Chavismo: 4.404.626 // Oposición: 4.521.494. Regionales 2008: Chavismo: 5.541.942 // Oposición: 4.712.621. Enmienda 2009: Chavismo: 6.310.482 // Oposición 5.193.839. Parlamentarias 2010: Chavismo: 5.423.324 // Oposición 5.674.343 Elecciones Presidenciales 2012: Chavismo 8.191.132 // Oposición: 6.591.304 // Elecciones Regionales 2012: Chavismo 4.853.494 //Oposición 3.883.037Elecciones Presidenciales 2013: Chavismo 7.505.338 // Oposición: 7.270.403 Elecciones Municipales 2013: Chavismo 5.216.522 // Oposición 4.373.910. Elecciones Parlamentarias 2015: Chavismo 5.625. 248 // Oposición 7.728.025 Elecciones Regionales 2017: Chavismo: 5.814.903 // Oposición 4.983.626 Elecciones Municipales 2017: Chavismo 5.617.506 // Oposición 2.622. 058 elecciones Presidenciales 2018: Chavismo 6.245.862 // Oposición: 1. 927.387. Elecciones Parlamentarias 2020: Chavismo 4.321.975 // Oposición:1.169.872. Elecciones Regionales y Municipales 2021: Chavismo 3.722.656 // MUD 2.139.543 // Alianza Democrática 1.363. 003 // Fuerza Vecinal 428.881. Fuente CNE

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