La invasión de Rusia a Ucrania está tensionando las fronteras europeas, lo cual ha llevado a la implementación de ciertos cambios institucionales, sobre todo en los países de Europa del Este y Europa Occidental. En este marco, Estados Unidos también se ha solidarizado con el país invadido y ha anunciado que aceptará a 100.000 refugiados ucranianos y donará miles de millones de dólares al país. Mientras tanto, sigue pendiente de concretarse la ayuda comprometida por Washington para el desarrollo de Centroamérica.

Una crisis migratoria en Europa

La crisis actual en Ucrania implica una masiva movilización de refugiados, principalmente en Europa, que de momento son cerca de 3,5 millones, según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados. Esta nueva crisis evidencia la necesidad de promover una mayor inclusión y el respeto de los derechos humanos de los refugiados, en un contexto donde los migrantes del mundo sufren todo tipo de abusos como la trata, la prostitución y las violaciones sexuales.

Esto ha llevado a que el Consejo de la Unión Europea decidiera activar por primera vez la directiva 2001/55/CE, por la cual los ucranianos podrán vivir, trabajar y estudiar legalmente durante un año en la UE, prorrogable a tres años, sin tener que pedir protección internacional. Esto refleja un cambio en la situación jurídica y otra manera de gestionar el enorme flujo de refugiados, que se estima llegue a cerca de 6,5 millones. Esta directiva fue aprobada en el año 2001 y en sus 21 años de existencia nunca había sido activada.

Esta es una política necesaria en un marco donde las fronteras de Polonia, Eslovaquia y Rumania con Ucrania se han convertido en regiones con una dinámica humanitaria, social, sanitaria y cultural de gran intensidad. Polonia ha recibido más de la mitad de los refugiados procedentes de Ucrania, alrededor de 2,17 millones, lo que refleja un gran sentido humanitario y de apoyo a poblaciones vulnerables.

¿Cuáles son las lecciones para la gestión de la frontera México-EE UU?

Tras el inicio del conflicto armado en Ucrania, el 3 de marzo el gobierno de Estados Unidos otorgó el Estatus de Protección Temporal (TPS) a los ciudadanos de Ucrania que ya se encontraban en el país. El gobierno estadounidense ha anunciado que además acogerá a un máximo de 100.000 refugiados ucranianos y de otras nacionalidades que hayan huido de Ucrania tras la invasión rusa y la prioridad es acoger a aquellos migrantes con familiares en Estados Unidos.

Para ello, se incluirá un programa de admisión de refugiados, los permisos humanitarios y los visados de inmigrante y no inmigrante. Además, según un vocero del gobierno, la Casa Blanca no tendrá que pedir al Congreso que amplíe el actual tope anual de refugiados, que actualmente es de 125.000 personas.

Previo a la guerra, los migrantes de Ucrania y Rusia llegaban a Estados Unidos por México porque este país no requiere visa a dichos ciudadanos, sino solo una autorización electrónica de viaje que  se tramita por Internet y les permite una estancia como turista por 180 días. Por ello, en 2020, antes del inicio de la crisis, llegaron a México con el objetivo de seguir a Estados Unidos más de 12.000 ucranianos, en 2021 fueron más de 28.000 y en enero de este año, a semanas del inicio de la guerra, ya podia observarse un considerable aumento con la llegada de seis mil ciudadanos de Ucrania.

Es probable que en los próximos meses la llegada de migrantes ucranianos se vaya incrementando. Sin embargo, estas cifras seguirán representando un proporción menor de los migrantes que escapan de sus países como pueden para intentar llegar a Estados Unidos por la frontera sur.

Por ello, ante los anuncios del gobierno de Biden, el presidente López Obrador ha criticado que se esté priorizando la llegada de ucranianos y que se esté relegando a los migrantes centroamericanos y al Plan de Desarrollo para Centroamérica, en un contexto donde la migracion continental ha generado una crisis humanitaria. Solo en el año fiscal 2020-2021, Estados Unidos. detuvo a cerca de 1.700.000 migrantes, de los cuales casi 40% eran mexicanos y 35% centroamericanos.

La invasión rusa de Ucrania ha determinado que el gobierno estadounidense priorice la crisis humanitaria en el este de Europa por sobre la migración proveniente del sur del continente.  Sin embargo, esta debería ser una oportunidad para que sus autoridades promuevan una política inclusiva, humanitaria y laboral hacia poblaciones migrantes de otros países, en especial del Triángulo Norte.


José María Ramos es profesor e investigador del Colegio de la Frontera Norte, Tijuana, BC, México, en el Departamento de Estudios de Administración Pública. Es doctor en Ciencias Políticas y Sociología por el Instituto Universitario Ortega y Gasset, España.

 


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