Una nueva polémica sacude al inquieto mundo de las redes sociales: una chica distante del estereotipo de belleza femenina ahora es imagen de una reconocida marca de cerveza venezolana.

En otros países se han desarrollado prácticas similares: la marca Calvin Klein, por ejemplo, usó modelos femeninas de tez oscura y obesas, en campañas realizadas en años recientes, en territorio estadounidense. Mientras que otras firmas de prestigio se apoyaron en damiselas que tenían la piel afectada por vitiligo, enfermedad que genera la pérdida de pigmentación en áreas del cuerpo.

Estas marcas despertaron polémica, y lograron posicionar sus compromisos con los ideales de diversidad humana, una creciente tendencia mundial en materia de responsabilidad empresarial. Además, dieron respuestas a movimientos como Black Lives Matter, que piden una sociedad más inclusiva y menos prejuiciada hacia grupos tradicionalmente excluidos e incomprendidos.

En estas tendencias, sin embargo, Venezuela ha sido un país bastante conservador. Las empresas, las agencias de marketing y la comunicación corporativa de no pocas organizaciones, han preferido atarse a un estereotipo de belleza asociado al legado del Miss Venezuela y su máxima premisa: «El país de las reinas de belleza», lema que resume una creencia profundamente arraigada en la sociedad.

Los estudios realizados en Venezuela respecto al uso de la imagen femenina en marketing y campañas publicitarias, en general demuestran una escasa presencia de mujeres que no encajan en el estereotipo de belleza, es decir, muchachas obesas, de tez oscura, bajas, cabello ensortijado y rasgos «no refinados». En contraste, en países como Estados Unidos y Brasil, la diversidad humana es mucho más visible en el escenario mediático, y hay más flexibilidad respecto a los patrones.

En el “país de las reinas” se han dado pocas iniciativas que rompen el molde. Está el caso de Ligia Petit, una joven de tez oscura que fue imagen de una reconocida marca de cerveza. Otro tanto sucedió con Dayra Lambis, talento que incursionó en el mercado antes de emigrar a Miami. Ambas mujeres constituyeron excepciones a la norma.

Hasta ahora, las reacciones del público a la irrupción de la Chica Polar atípica van de uno a otro extremo: se condena y se aplaude. El tema ha suscitado interés y muchas preguntas.  ¿Qué tan exitosa puede ser esta ruptura con el molde tradicional?

Lo que ha demostrado la práctica es que hay estereotipos que son difíciles de romper. Lo vimos en el caso de la estelar muñeca Barbie, convertida en una poderosa industria que se ha ramificado en infinidad de artículos, formatos y experiencias. A pesar de las críticas que ha recibido por lo que representa como estereotipo de mujer, sigue teniendo sus cultores en todo el orbe.

La película Barbie protagonizada por Margot Robbie (2023), constituyó una especie de mea culpa ante numerosos cuestionamientos, pero no significó el fin del ícono; por el contrario, fue su relanzamiento y reafirmación, aunque con algunas variantes impulsadas por las circunstancias planetarias que solicitan más diversidad. En efecto, en la comedia, la protagonista continuó siendo la princesa rubia de siempre, aunque esta vez estuvo acompañada por sus homólogas latinas, asiáticas y afroamericanas, es decir, figuras que presentaban rasgos diferentes al personaje principal, pero no por casualidad ocupaban roles secundarios en la pieza cinematográfica.

Al igual que los viejos mitos, Barbie es casi indestructible, sigue manteniéndose en el pensamiento y las emociones del público. Podemos ver Barbies de tez oscura, chinas, mestizas, bajas, gordas, pero la imagen de la princesa rubia, delgada, si se quiere nórdica, es la que sigue predominando en buena parte del público y la industria de la comunicación.

Las corporaciones no suelen asumir riesgos que afecten su posicionamiento. Y el grueso del público generalmente no modifica sus expectativas ni sus percepciones de manera tan radical. Es probable que en el mercado cervecero nacional ocurra algo similar; que coexistan el estereotipo de siempre y la imagen disidente que emergió recientemente, aunque no sabemos por cuánto tiempo se mantendrá este ensayo.


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