Una vez más el gobierno venezolano que encabeza Nicolás Maduro decreta un nuevo incremento salarial, esta vez con motivo de la celebración del Primero de Mayo de 2020, pero de igual manera que en las ocasiones anteriores “el aumento” no se aprecia, no existe, lo que de nuevo ocurre es que los trabajadores son burlados por enésima vez en sus aspiraciones.
Los venezolanos hemos perdido la cuenta de las ocasiones en las cuales el Ejecutivo ha decidido mejorar los salarios de los ciudadanos que vivimos del trabajo, pero en la práctica eso no ocurre, las ofertas se han convertido en una inmensa mentira, en una verdadera estafa, todo un engaño a la buena voluntad de los obreros y empleados de la nación.
Resulta bastante difícil de comprender cómo una situación tan grave como es la pérdida de la capacidad adquisitiva de los trabajadores siga sin resolverse, incluso creo que no hace otra cosa que agravarse, multiplicando las dificultades para vivir de millones de venezolanos, cuya angustia y desesperación los ha conducido a migrar para tratar de conseguir fuera de país el mejoramiento de sus condiciones de vida-
La situación de creciente empobrecimiento de los trabajadores producto de la combinación del desempleo masivo y de la permanencia de los salarios miserables, identifica claramente la naturaleza antipopular y antiobrera del equipo gobernante, razones más que suficientes para solicitar la renuncia a sus responsabilidades de conductores del Estado.
La desgracia de la miseria salarial no tiene a nuestro juicio otra solución que la recuperación económica del país, tarea que tampoco el gobierno madurista ha atendido con responsabilidad, gestándose al interior de nuestra comunidad un grave y creciente conflicto de pobreza, corrupción e incompetencia del Poder Ejecutivo, y para el cual es necesario sustituirlo por un nuevo equipo dirigente.