En la medida que la violencia se apodera de las elecciones primarias de la oposición por parte de las huestes del régimen neototalitario -hasta un gobernador arremete con la orden de caerle a golpes a una mujer y el equipo de otro candidato es atacado salvajemente en Apure-, es obvio que estamos ante un recrudecimiento de la política que ellos llaman «democracia», pero que no es más que el salvaje maximalismo.

Por si esto fuera poco, otra de las candidatas es amenazada de muerte en sus redes de comunicación y el régimen prácticamente obligado, sin aceptar que ha sido política de ellos promover la violencia -el ministerio público ignora cómo esta se desarrolla en una praxis de impunidad- accede a «investigar» los llamados a muerte contra una ciudadana.

Así, tampoco podemos ignorar que en este foco de violencia un «criminal» -llamado así por Hugo Chávez, en 2007- que hace llamados a muerte y muestra de manera pública a un conjunto de encapuchados portando armas de guerra; reciba de manos de un director de la «Sociedad Bolivariana», obviamente con el aval de las autoridades de «educación», la réplica de la espada de Bolivar, es decir, que se premia la delincuencia y la impunidad como una forma libertaria, y lo que es más grave, apelando a los símbolos históricos y de naturaleza de identidad nacional para promover la ruptura de la Constitución y las leyes, desde el Estado.

Ante esta realidad, y máxime si valoramos que la candidata para las elecciones primarias que encabeza las encuestas se encuentra «inhabilitada» y los demás en posiciones secundarias, salvo que surgiera un auténtico acuerdo por el país, no tenemos garantizada una completa unidad opositora. En este contexto, la candidatura del empresario Lorenzo Mendoza sería la única alternativa de máxima contundencia que liquidaría al régimen en todas sus estructuras políticas, e incluso llamados a la violencia, porque el dominio político y social sería absoluto en todo el territorio del país.

En efecto, si el escenario político de los meses venideros descarta la realización de las elecciones primarias y se concreta la latente amenaza de un «adelanto» de elecciones presidenciales, buscando el régimen imponer sus trampas y tácticas divisorias sobre la oposición, Lorenzo Mendoza sería la única y tal vez última carta que le queda a Venezuela para desmontar un perverso neototalitarismo que ha carcomido la institucionalidad y destruido el tejido social de la otrora patria del Libertador.

Ahora bien, estaría dispuesto el exitoso industrial a asumir este compromiso, cuando en el pasado -elecciones presidenciales de 2018- desmintió su participación. La respuesta en este período de la historia es que no ha habido un rechazo, y en esencia, su apoyo aumenta de manera tan evidente en todos los sectores del país, que el propio régimen en una consulta que habría realizado con una consultora internacional, encendió las alarmas en la cúpula del poder, porque saben perfectamente que si Lorenzo Mendoza asume tal compromiso por la nación sería imposible su derrota, y la caída de Nicolás Maduro, más que anunciada, sería el derrumbe definitivo porque habría una unidad absoluta en todos los sectores de oposición, incluyendo aquellos que apoyan a María Corina Machado.

Los tiempos avanzan. La violencia se multiplica. El Estado se hunde como generador de miseria, pobreza y emigración. La oposición en todo su contexto requiere sindéresis, y en consecuencia, la grave crisis que afrontamos no dispone de otra oportunidad política.

Lorenzo Mendoza es la única candidatura que ni siquiera necesita realizar campaña presidencial. Bastaría su nombre en la escena política para que todo un país le brinde el respaldo absoluto. Además, sabemos que tanto Estados Unidos y la Unión Europea le han manifestado su respaldo de manera incondicional, a lo cual se sumaría la inmensa cantidad de mandatarios de América Latina. Él lo sabe, y es probable que solo esté esperando el desenlace de las elecciones primarias para finalmente tomar una decisión y Venezuela espera ansiosamente esas palabras, razón por la cual a estas alturas no ha negado su participación en las próximas elecciones presidenciales.

Lorenzo Mendoza es el candidato que puede acabar con el régimen de Nicolás Maduro por la vía de los votos, y sobre todo es la única esperanza válida de unidad que nos queda a los venezolanos. Confiamos en su más sabia decisión.

@vivassantanaj_


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