El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, junto con Yaroslaw Kaczynski, presidente del comité de seguridad y defensa nacional líder del partido del gobierno de Polonia, se van a reunir con el primer ministro de la República Checa, Petr Fiala, y el primer ministro de Eslovenia, Janez Janša, en Kiev con Zelenski, en representación del Consejo de Europa. Con el acuerdo de su presidente Charles Michel y de la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von Der Leyen, en el día 20 de la guerra. De acuerdo con la ONU, más de 3 millones de personas han huido de Ucrania. Informa Nuria Ramírez de Castro, en el diario ABC, que los primeros 25 niños enfermos de cáncer llegaron a Madrid con miedo y tristeza en los ojos, cuando les ofrecieron comida y juguetes decían que lo que “necesitaban eran armas para luchar”. Putin ha pedido a China apoyo, dinero, armas, misiles, drones, aviones, tanques, transporte, apoyo de inteligencia y espionaje. Mientras el ejército de Putin sigue brutalmente atacando Kiev.

El 6 de agosto de 1945 Estados Unidos lanzó desde un avión la bomba atómica ahora llamada nuclear sobre la ciudad japonesa de Hiroshima. Siendo la primera utilizada contra ciudadanos e infraestructuras en la Segunda Guerra Mundial que aceleró y provocó su final. 3 días después, el 9 de agosto, se tiró en la ciudad japonesa de Nagasaki la segunda y última hasta ahora. Se hizo durante la presidencia de Harry S. Truman. El historiador de la Universidad de Princeton Michael Gordin dijo refiriéndose a la bomba atómica: “La forma más efectiva de usarla sería que llevara a la rendición de Japón”.

El 15 de agosto, 6 días después el emperador Hirohito II leyó por radio su rendición; el 1 de septiembre Truman anunció el final de la guerra; al día siguiente Mamoru Shigemitsu, ministro de Relaciones Exteriores del Japón, firmó junto a las potencias aliadas su rendición, siendo el 2 de septiembre de 1945 el final de la Segunda Guerra Mundial. Se calcula que como consecuencia de las bombas murieron directamente 200.000 ciudadanos a los que se debería añadir otros 400.000 como consecuencia de la radiación.

Ahora 70 años después es el monstruo Putin quien amenaza de continuas maldades y de utilizar de forma indiscriminada su armamento nuclear. Utilizo la palabra monstruo en la acepción 5 según la RAE para indicar a “una persona muy cruel y perversa”.

En estos años el armamento nuclear se ha usado como elemento disuasorio bajo la idea de que un enfrentamiento nuclear tendría consecuencias tremendamente dañinas sobre la población y toda la infraestructura física, intelectual y cultural del mundo. Hay cantidad de novelas y películas de ciencia ficción que pudieran transformarse en una premonición. En estos 70 años ha habido riesgo de utilización de armamento nuclear y nunca se ha utilizado para aniquilar y destruir ciudades y países, pero sí como arma disuasoria. Ahora probablemente el riesgo es mayor, aunque pienso que, como en otros momentos, la disuasión funcionará. Recordemos cuando el 22 de octubre de 1962 se pudo generar la Tercera Guerra Mundial provocada por “la crisis de los misiles” con la implicación de John Fitzgerald Kennedy, Nikita Jrushchov y Fidel Castro. El papa Juan XXIII intervino pidiendo a las dos potencias “que no permanecieran sordas ante la angustia de la humanidad”. El 26 de octubre Rusia y Estados Unidos pactaron, el acuerdo fue que Rusia desmantelaría los misiles en Cuba y Estados Unidos se comprometía a no invadir Cuba ni directa ni indirectamente. Ahora veo que Putin va de farol, es verdad que tienen armamento, lo puede usar y está psicológicamente perturbado, es megalómano y no tiene ningún tipo de sensibilidad social ni empatía.

Debemos aportar algunos datos, el PIB de Rusia es 1.483 billones, Estados Unidos 20.940 billones, la Unión Europea 16.400 billones de euros es decir unos 18.000 billones de dólares, China 14.720 billones de dólares y Ucrania 0,150 billones de dólares es decir 155.000 millones de dólares.

Estos datos dicen que Rusia tiene un PIB 14 veces inferior a Estados Unidos y 12 veces inferior a la Unión Europea. Eso es en términos absolutos, porque si hablamos en términos relativos los datos demuestran que Rusia es un país de escasos poder económico, su renta per cápita es inferior al de Chile, Croacia o Panamá. Por mucho que el autócrata Putin exploté a su pueblo, no pude tener un Ejército eficiente y con buen material de guerra, es matemáticamente imposible. Rusia tiene un PIB ligeramente superior al de España y con una renta per cápita casi 3 veces inferior.  Aunque el presidente y el gobierno de España se volvieran locos y aumentaran brutalmente sus presupuestos militares, ¿alguien cree que podría desafiar militarmente a Estados Unidos o a la Unión Europea, a ambas juntas o incluso al resto del mundo?, es un absurdo impensable. No obstante, antes de morir y destrozar su país puede hacer mucho daño eso es totalmente evidente. Putin va de farol, e incluso apenas puede con un país como Ucrania que es el país más pobre de Europa y uno de los más pobres del mundo en renta per cápita.

En todos los conflictos, y más en los bélicos, Europa se pone de perfil y Estados Unidos es todo lo contrario. Creo por primera vez que como consecuencia de la invasión de Ucrania han evolucionado los dos. Estados Unidos está actuando de forma cuidadosa, moderada y más reflexiva y Europa se implica y se moja más, incluso hasta actúa de forma coordinada y conjunta.

En esa moderación, Estados Unidos está cuidando su imagen pública y utilizando armas financieras y económicas contra Rusia y sus intereses con efecto a medio y largo plazo letal, provocando la derrota de Rusia pase lo que pase con el valiente, humilde y luchador pueblo ucraniano. Europa está aprendiendo a solucionar sus problemas con cierta independencia de Estados Unidos que a su vez también se ha cansado de ser “el llanero solitario”, solucionando los problemas de los demás.

Voy a dejar pasar algo de tiempo, pero otra parte no entiendo el cambio de comportamiento de Estados Unidos ante el dictador Maduro a cambio de unas migajas de petróleo venezolano y dañando a su muy sufrido pueblo y condenando a los 30 millones de venezolanos al hambre, miseria, muerte, tortura, éxodo, angustia, corrupción y persecución. Espero y deseo que solo sea un lapsus coyuntural. También confío que ni Estados Unidos ni Europa abandonen a Ucrania y sigan aumentando su apoyo en todos los sentidos, incluyendo en mayor medida la entrega de armamento; como dicen los niños con cáncer recién llegados a Madrid, que no quieren juguetes, que quieren armas para luchar.


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