Al mirar el trascurrir de nuestra historia nacional y regional, y particularmente el papel cumplido por la Iglesia y algunos hombres y mujeres de la época, entre ellos, el obispo Juan Manuel Antonio Ramos de Lora, Francisco Javier Irastorza, Santiago Milanés junto a otros prelados españoles e ilustres merideños, no dudamos en señalar el gran acierto de aquellos hombres de entonces preclaros por lo demás. Estamos totalmente de acuerdo con el mayor escritor, ensayista y prosista de Venezuela, don Mariano Picón Salas, quien ampliamente ha documentado que la decisión más atinada de aquel entonces y época fue la fundación de nuestra Universidad de los Andes.

De manera que el modesto seminario fundado daría paso a la Real Universidad, y posteriormente lo que hoy es la Universidad de los Andes. La fundación de la ULA fue un acto irreverente, heroico, audaz y acertado gracias al ímpetu de aquellos hombres que originalmente visualizaron un seminario con fines religiosos cuya semilla se remonta a 1785. De allí en adelante encontráremos varias etapas, hechos, decisiones, periodos de esplendor y de limitaciones pero fundamentalmente una historia llena de aciertos, logros y satisfacciones. Somos la segunda universidad en términos de antigüedad y años de fundada (236) después de nuestra hermana la UCV que atesora tres centurias, además de aparecer dentro de las grandes universidades del país y de América Latina en los ranking mundiales.

Las universidades autónomas en Venezuela requieren como nunca antes de atención, apoyo, recursos diversos, presupuesto y volver a ser vistas como instituciones estratégicas de desarrollo y progreso, al no sólo formar profesionales, sino además ciudadanos, producimos ciencia, intervenimos en el desarrollo nacional, aportamos recursos humanos y valor agregado a múltiples procesos humanísticos, científicos, tecnológicos y productivos a escala planetaria. No hay rincón del país y del planeta, entes públicos, privados, colegios, universidades, institutos de investigación, gremios, ministerios, bancos, sindicatos, oficinas, despachos, hogares y para  usted de contar donde no encontremos o repose un título de algún egresado de la UCV, ULA, LUZ, UDO, UCLA, UC y otras universidades más. Como casa de estudios ofrecemos cursos de pregrado en todas las áreas del saber, contamos además con ofertas en términos de especializaciones, maestrías y doctorados, tenemos una infraestructura en lo que tiene que ver con licencias, laboratorios, patentes, bibliotecas,  institutos, centros y grupos de investigación, despuntamos en edición y publicación de libros textos y revistas científicas y muchos programas y actividades más coyunturalmente  hoy en franco declive al no contar con recursos, además de las afectaciones rutinarias por robos y daños a nuestras facultades e instalaciones.

No puede pensarse a Mérida sin el concurso de la Gobernación del Estado, el gobierno de la ciudad, la Iglesia católica y por supuesto la presencia decisiva de la Universidad de los Andes. Por tanto estamos obligados a mantener vínculos estrechos entre estas cuatro instituciones y poderes. El país nacional está reclamando mesura, prudencia y a la vez coraje y sinceridad de sus instituciones y de quienes las dirigen. El momento actual es de una complejidad inédita por el cumulo de problemas y limitaciones que requieren de hombres preclaros, audaces y responsables ante nuestros ciudadanos. Las universidades son el activo más importante que tiene el país, incluso más allá del petróleo, el oro, las reservas de gas, el arco minero y demás. La única posibilidad real que tiene Venezuela de mejorar y progresar en todos los sentidos es a través de una educación superior de calidad, de seguir formando recursos humanos con perfiles de excelencia, además de un papel destacado del sector e iniciativa privada con el concurso del Estado. No debemos persistir en el error, el país y la sociedad reclaman cambios y en esa ecuación no podemos quedarnos ausentes las universidades y los universitarios.

Celebramos el apoyo decidido que el gobierno le está dando a la Universidad Central de Venezuela en la recuperación total de sus facultades, infraestructura y programas. Deseamos un trato igualitario para la ULA y demás casas de estudio. Las autoridades de la ULA por intermedio de su rector Mario Bonucci, decanos y directores han dado ya un primer paso en reuniones con el gobernador Jehyson Guzmán, la ZODI 22  a través del general de División Juan Ernesto Sulbarán Quintero, el general Rincón Paz, los coroneles Pita Da Silva e Infante junto a los comisarios Bullon y Liscano responsables de las policías y seguridad del Estado y el tren directivo de la Gobernación del Estado Mérida, en procura de un dialogo sincero, acercamiento y promoción de decisiones y acciones en la recuperación del ornato, resguardo y seguridad de las instalaciones universitarias. Esperamos este acercamiento y primeras decisiones den sus frutos y permitan un mayor entendimiento, y además se puedan impulsar ante el Ejecutivo Nacional con el apoyo del propio gobernador Jehyson Guzmán, solidos proyectos para recuperar toda nuestra infraestructura universitaria (facultades – laboratorios – bibliotecas – comedores – residencias – estaciones experimentales y demás) como ocurrió con la UCV.

(*) Profesor de la Universidad de los Andes E-mail: [email protected]

 


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