En América Latina se vienen sucediendo cambios que auguran progreso, paz, futuro, y es que un nuevo liderazgo más comprometido con la verdad ha estado imponiéndose en elecciones libres, transparentes, han crecido dentro de los partidos políticos pero van más allá.
Se trata de una ruptura entre la vieja manera de hacer política y el compromiso de llamar las cosas por su nombre, es menos diplomacia y más confrontación con los hechos. De esta nueva manera provienen los triunfos de Bukele, quien ha sido reelecto en El Salvador, Javier Milei en Argentina y Eduardo Noboa en Ecuador. A este mismo esquema obedece la candidatura de María Corina Machado en Venezuela.
Son liderazgos comprometidos con la gente y con la verdad. Es una nueva relación con los ciudadanos y con las instituciones, y por supuesto con la sociedad. Son la respuesta a las inquietudes de los que no se sienten tomados en cuenta por la política y los políticos tradicionales.
Es un fenómeno mundial no sincronizado, espontáneo y que cuenta con el apoyo y aval de las grandes mayorías. ¿Podrá subsistir y soportar el embate de “Los tradicionales” trastocados por la corrupción y la demagogia? Todo parece indicar que sí. Que son capaces de ganar y de mantenerse, tal como lo demuestran los altos índices de popularidad que presentan.
Sus compromisos no son con el status quo, ni con las formalidades, apuntan a una nueva relación, un nuevo pacto social con los ciudadanos. Sus propuestas ya no son aprobadas por las decadentes instituciones sino por la gente misma. ¿Será acaso un adelanto de los cambios que las sociedades ameritan? ¿Estará naciendo un nuevo esquema organizativo de la sociedad? ¿Será el fin o el agotamiento de las tesis del Enciclopedismo Francés y el positivismo inglés? ¿Será el definitivo aporte político, jurídico y social de la América Hispana para el mundo? Aún es temprano para saberlo.
El autor es licenciado en Educación, abogado, especialista en Gobernabilidad y Desarrollo Institucional y doctor en Educación y Analista Político.