Alexis de Tocqueville

Ciertamente que el 2020 ha sido y es un año complejo en todas las áreas y aspectos que nos podamos imaginar, en la salud, lo ambiental, lo social, familiar, económico, político, jurídico, entre muchos otros. Decimos que ha sido y es, ya que al momento de escribir estas líneas y su correspondiente publicación en la última semana y al último mes del año, estamos más próximos a que ya de una vez termine este particular año, pero cuidado, valga advertir que este tal vez no sea el final de toda esta locura, sino el inicio de algo peor que nos toque enfrentar en el 2021 y esta eufemística o catastróficamente llamada, “nueva normalidad”.

Se dieron lugar también en este especial año eventos de gran importancia en el ámbito de la política y de la democracia. Observamos como la idea de emergencia y la pandemia fue utilizada por regímenes de corte totalitario como instrumento de opresión, mientras que en aquellos con mayor vocación democrática significaron un gran reto de sus instituciones para hacerle frente a esta reciente, pero no única pandemia.

Entre los eventos ocurridos este año y que nos exige abocarnos a un mayor examen de las instituciones e ideas políticas y democráticas encontramos desde las elecciones presidenciales de los Estados Unidos de Norteamérica, país que pese ser referente de una de las democracias más sólidas del mundo, son muchas las observaciones y críticas que pudieran efectuarse en cuanto a las debilidades institucionales que adolece, pero también, ya más cerca a nuestra venezolana realidad, pudimos observar los episodios de las llamadas “elecciones parlamentarias” y la “consulta popular”, ambas en el mes de diciembre de 2020 y sobre las cuales no son precisamente pocas tampoco las críticas a formular.

 

Si bien se verificaron muchos otros acontecimientos en el continente americano, han sido estas dos situaciones, la de Venezuela y la de Los Estados Unidos, las que de manera permanente han estado en nuestra mente últimamente y que me hicieran recordar una de las obras que considero de mayor importancia para el estudio y compresión de la idea que tenemos de democracia, más específicamente la “Democracia en América”, entendida tanto hacia el país, “Estado Unidos”, así como en todo el continente americano y los estados que lo conforman.

“La Democracia en América” de Alexis de Tocqueville, obra de mediados del siglo XIX, sin lugar a dudas pudiera afirmarse que es de obligatoria consulta para todo aquel que desee aventurarse a conocer y comprender el fenómeno de la política y del derecho, en especial el constitucional. Por supuesto que como toda obra, más si es de este contenido, puede, y no debería, ser recibida de forma irreflexiva y sin cuestionamientos, particularmente considerando el momento histórico en que su autor pudo visitar la reciente nación y los acontecimientos históricos que luego se sucedieron, tanto en los Estados Unidos (ni la guerra civil, ni los movimientos por los derechos civiles), ni en Europa, específicamente Francia, recordemos que durante los tiempos del viaje de Tocqueville a los Estados Unidos y las escritura de su obra, se había reinstalado la monarquía producto de la llamada Revolución de Julio de 1830, y posteriormente a la publicación del libro, la instauración de la Segunda República con la Revolución de 1848, acontecimiento que bien advertía el propio Tocqueville podía ocurrir.

¿Qué pensaría hoy, diciembre de 2020 nuestro amigo Alexis de Tocqueville sobre la situación de la democracia en América y la democracia en general?

Mucha agua a pasado debajo de los puentes de la democracia, del derecho y del constitucionalismo, y si bien existen principios que son comunes en todos los tiempos y debemos tener presente el de libertad frente a las distintas formas de totalitarismo que no tienen otra finalidad que la de hacerse del poder y de mantenerse en él a toda costa, y para lo cual acuden a cualquier vía, incluso la de hacerse y manipular las mismas ideas de elecciones y hasta de los derechos humanos, pero con fines completamente contrarios a genuina democracia para la instauración de nuevas autocracias, a veces electivas.

Mucha agua en efecto ha pasado desde las nociones primigenias de democracia como manera de procurar formas de gobierno en que se garanticen las libertades esenciales de los ciudadanos, pero en especial llama la atención el pensamiento reciente de un filósofo político italiano a quien tuve la oportunidad de leer y conocer, el profesor Michelangelo Bovero, quien no solo es digno promotor del pensamiento de quien fuese a su vez su profesor y mentor Norberto Bobbio, sino también por su claridad en presentarnos las actuales situaciones que atraviesan nuestras sociedades ante esta suerte de neo absolutismos del siglo XXI y que a diferencia de muchos de los regímenes anteriores, se empeñan no solo en cubrir su pervertido proceder, sino en disfrazarlo con fachadas de supuesta institucionalidad democrática y escudándose muchas veces en “procesos electorales” que no son más que burdos engaños.

Al Profesor Bovero le debemos la idea y las reflexiones que hoy en día son de gran utilidad sobre lo que ha denominado producto de su observación y profundo análisis como “Pleonocracia” y la amplia difusión de la noción de “Kakistrocracia”, entendiendo la primera, la Pleonocracia, como la situación en que la idea de democracia mayoritaria suele ser entendida como la supuesta obligación de sometimiento a la voluntad de las decisiones, más bien diríamos mandatos u órdenes impartidas por mayoría de votos, algo que nos recuerda a las propias advertencias que casi dos siglos antes Tocqueville hacía sobre las “tiranías de las mayorías” y que Bovero en su “Crítica a la democracia mayoritaria”[1] extiende a estos tiempos bajo la noción de “autocracias electivas”, ello ante la situación que se presenta al tenerse indebidamente a los resultantes de los procesos electorales como “mandantes” y no en lo en realidad son “mandatarios”.

Preocupa gravemente situaciones como las de las actuales “democracias“ en las que los funcionarios electos se sienten ungidos de una autoridad tal que creen que una mayoría que los eligiese de alguna manera los legitimase para ordenarles y mandarles, perversa creencia que en ocasiones se extiende a otras instituciones más allá del ejecutivo como lo son los legislativos y hasta el judicial en cuanto a que sus actos también pudieran contravenir principios y valores superiores, y que decir cuando estos “poderes” actúan en abierta connivencia en perjuicio de los intereses de las instituciones y de los ciudadanos.

Como si la idea de la ¨Pleonocracia”[2] presentada por el profesor Bovero no fuera suficientemente delicada y alarmante, hemos de agregar la de “Kakistocracia”, palabra y contexto que resulta del griego “Kratos”, que ya todos sabemos, “poder o gobierno” y de “kàkistos”, es decir, lo “peor”, pero dejemos que nuestro amigo Wikipedia nos aclare un poco más:

Kakistocracia, del griego κάκιστος (kàkistos), el peor y κράτος (kratos), gobierno, es un término utilizado en análisis y crítica política para designar un gobierno formado por los más ineptos (los más incompetentes, los menos calificados y los más cínicos)​ de un determinado grupo social.

El término se utilizó por primera vez en el siglo XVII​ y tuvo un cierto uso en el siglo XIX, pero es a principios del siglo XXI cuando se ha extendido su utilización en los medios.[3]

Seguramente, así como trajimos a nuestra conversación el contenido de Wikipedia, algunos lectores pudieran estar interesados en buscar “kakistocracia” en el Diccionario de la Lengua Española, que si bien advertimos que no aparece ni como “kakistocracia” o como “caquistocracia”, ello no significa que no pueda utilizarse una palabra o un concepto que no esté incluida en el diccionario, tan es así que la propia Real Academia.

Leamos este interesante Tweet de @RAEinforma y @RAEconsultas sobre el tema:

#RAEconsultas La voz «caquistocracia» designa el gobierno ejercido por los peores o menos capaces. 7:18 AM · May 29, 2019[4].

Y sobre la utilización de voces no registradas en el Diccionario de la Lengua Española, se pronunció:

#RAEconsultas El «DLE» no es un inventario cerrado y exhaustivo del léxico. Las voces de uso restringido a una disciplina determinada que no se consideran de uso general, no suelen estar registradas. Eso no supone que se desaconseje su empleo. 6:05 AM · May 30, 2019[5]

Creo no exagerar que pueden multiplicarse por cientos los casos de las kakistocracias americanas como formas de degeneración de la idea de democracia[6], y como dicho síndrome se ha extendido en la totalidad del continente en el que difícilmente exista algún país que pueda escapar de la triste realidad de la incapacidad de muchos de sus gobernantes y agentes sociales en general, incluso del sector privado, situación que en mayor grado de cinismo como el que ocurre en determinados países de la región me inspiraran en pensar una nueva expresión, la de “Hezocracia”[7], ésta como una instancia aún más allá de la misma “Patocracia”, en la que ya no se esté ante el gobierno de los peores o menos capaces, sino de lo más viles y perversos de la sociedad obrando sin ningún otro motivo que la inspiración en el mismo mal y el resentimiento, lo que a su vez evoca a otro término del que no existe su exacta traducción equivalente en otro, este es el sentimiento de “Schadenfreude”, palabra que si bien no se encuentra reconocida expresamente en la lengua española como tampoco lo están “caquistocracia” o “hezocracia”, ello no es óbice en que pueda ser utilizada para ilustrar la perversidad, maldad y cinismo con que obran muchos de los agentes de los neo absolutismos americanos y de los que muchos de nosotros somos víctimas.

Aunque me gustaría ahondar el tema y algo he desarrollado del mismo, dejemos el “Schadenfreude” a un lado y sigamos…

No conozco a quien que genuinamente afirme o crea que el 2020 pueda considerarse un buen año para la democracia y sus instituciones, ni globalmente y menos en el continente americano. Qué decir de los Estados Unidos de Norteamérica por lo particular de sus elecciones presidenciales o el caso de Venezuela ante las llamadas “elecciones parlamentarias” y la “consulta popular”, solo para nombrar algunos eventos entre tantos. Por el contrario, quien afirmase que alguno de los eventos mencionados u otros de similar contenido resaltan valores y principios democráticos y de libertad, por lo menos levantaría grandes sospechas de desviación del ideario democrático y tal vez asomaría algún coqueteo con posturas más bien de carácter autocrático que como hemos observado recientemente se valen de cualquier cantidad de estratagemas y triquiñuelas para hacerse pasar por movimientos democráticos.

Advertía mi gran amigo Don Rigo que son altamente alarmantes las actuales situaciones en las que el populismo y el clientelismo ha llegado a niveles tales que para estos regímenes totalitarios hacerse parecer como parte del juego democrático, les ha resultado mucho más favorable en vez de convencer y comprar al electorado proceder a comprar a los elegidos, todo ello resultando lo que en conversaciones informales sobre el tema algunos han denominado “despotismo agravado”, puesto que aquellos que estarían llamados a luchar contra el despotismo propio de los movimientos y partidos naturalmente autocráticos, estos “demócratas” de los movimientos y partidos de “oposición” como lobos disfrazados de ovejas, no desaprovechan ocasión alguna para directamente expoliar el patrimonio de los ciudadanos luego de la rapaz exquilmación de los erarios públicos mediante grosera connivencia con los mismos tiranos a quienes dicen enfrentar.

Tranquilo Don Rigo que nada diremos aquí de lo referido por ti en nuestras conversaciones sobre lo que comentan los habitantes de los municipios Baruta y Chacao del estado Miranda de Venezuela, ese es un tema muy específico sobre el que bien podemos ahondar en otros encuentros, por lo que simplemente podemos dejar aquí abierta la interrogante a nuestros lectores sobre qué hubiera pensado hoy Alexis de Tocqueville sobre la situación de la democracia en América ¿o más bien será Kakistocracia en América?

Estimado lector ¿Tú que piensas?

Bienvenido 2021


[1] Michelangelo Bovero , Pleonocrazia. Critica della democrazia maggioritaria

[2] Ver:

Ermanno Vitale. DEMOCRACIA, KAKISTOCRACIA, PLEONOCRACIA. MICHELANGELO BOVERO Y TEORÍA POLÍTICA. Disponible en: https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/12/5703/4.pdf

Lucilla Guendalina Moliterno. PLEONOCRACIA: ¿UNA FORMA DE GOBIERNO DEMAGÓGICA? Disponible en: https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/12/5703/9.pdf

https://centralelectoral.ine.mx/2018/05/15/habla-michelangelo-bovero-sobre-la-pleonocracia-como-una-critica-de-la-democracia-mayoritaria/

[3] https://es.wikipedia.org/wiki/Kakistocracia

[4] https://twitter.com/RAEinforma/status/1133694158252777472

[5] https://twitter.com/RAEinforma/status/1134038180737499136

[6] Ver:

José Woldenberg. MICHELANGELO BOVERO: UN MAESTRO. Disponible en:  https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/12/5703/6.pdf

Luigi Ferrajoli. Sobre la definición de «democracia». Una discusión con Michelangelo Bovero. Disponible en: http://www.scielo.org.mx/pdf/is/n19/n19a10.pdf

[7] Ver de Roberto Hung C.:

Perversa democracia, o será hezocracia?

Reflexiones sobre elecciones, democracia,  pleonocracia y hezocracia.


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