El miércoles 25 de octubre de este 2023 tuvo lugar el acto de incorporación a la Academia Venezolana de la Lengua de Josefa Zambrano Espinoza. Para sus amigos más cercanos, entre los cuales me incluyo, fue un momento muy especial y de celebración. Estamos aludiendo a una calificada profesional de las ciencias jurídicas que además es escritora de alto nivel. Su disertación fue una Romería por el folklore boconés (título de su presentación) la cual  estuvo cargada de múltiples recuerdos.

Son pocos los lectores de Descripción exacta de la Provincia de Venezuela (Valencia – 1764), escrita por Joseph Luis de Cisneros, comerciante venezolano de la época. La versión de lujo que tengo, un verdadero tesoro, fue patrocinada por el BBVA Banco Provincial e impresa en España en 2001. Nada como eso ha sido promovido por la odiosa revolución que hoy se hace llamar “bonita”. Precisamente del libro antes mencionado, específicamente del texto referido a la “Ciudad de Guanare”, tomo una pequeña nota en la que se alude a Boconó, tierra de gracia de mi amiga Josefa:

Siémbrase en esta jurisdicción mucho tabaco y se labra de buena calidad, en especial en el valle de Tucupio, Sipororo y en las cabeceras del río Portuguesa; es de gran duración, muy semejante al de ciudad de Barinas, del sitio de Cochinilla y mesas de Moromoy, que estiman tanto los holandeses; también hay haciendas de cacao en un valle que llaman Boconó”.

Este artículo de hoy es en verdad una celebración al logro alcanzado por Josefa Zambrano, razón suficiente  para darle paso a su palabra resonante y académica:

Siempre he sostenido que Boconó  es mi Ítaca. No en vano nací en aquel valle rodeado de montañas verdes y azules que un día se transformó en pueblo, donde cada ventana regala su sonrisa al paisaje y a la brisa. Porque Boconó es y será por siempre el lugar donde una vez, en un tiempo ya lejano, había una niña callada y solitaria, y cuya infancia transcurría dentro de un cuarto húmedo y sombrío. En él, en lugar de paredes, había estanterías repletas de libros, que de tan altas a la niña le parecía que traspasaban el techo y alcanzaban el cielo.

Mas era incierto que la niña estuviera triste y silenciosa, pues cuando ella tomaba alguno de aquellos libros y comenzaba a leerlo, ocurría un prodigio: el cuarto se iluminaba y los seres que estaban muertos o dormidos en las páginas volvían a la vida… Gracias a esa biblioteca a mi tío el presbítero Nicolás María Espinosa, leí por vez primera ese libro de libros que es El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha, y gracias a Lourdes Dubuc de Isea tuve en mis manos, también  por primera vez, una versión infantil, bellamente ilustrada y muy depurada de Las mil y una noches.

Hoy no es día para la querella política. Lo justo es celebrar el logro alcanzado por Josefa Zambrano Espinoza como nueva integrante de la prestigiosa Academia Venezolana de la Lengua. ¡Viva Trujillo!


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!