Hace pocos días, el grupo terrorista Hamás inició una guerra en contra de Israel, violando su territorio y asesinando a más de 900 personas, en su mayoría civiles. Hay más de 200 rehenes, niños, familias enteras en mano de los terroristas, más cientos de desaparecidos.

El conflicto no es un tema de territorios para los terroristas; se trata de una guerra ideológica en contra de Occidente, en contra de judíos y cristianos, en contra de los ateos que no comulgan con la barbarie y, peor aún, en contra de la mayoría musulmana que quiere vivir en paz.

Gaza está gobernada desde 2006 por los terroristas de Hamás, también  por terroristas de la Yihad Islámica, una franquicia de Irán.

Los terroristas actuaron sedientos de sangre, incontrolables y carentes de inhibiciones morales, motivados por el más puro odio y el deseo de dañar a Occidente, a ciudadanos israelíes en todas las formas posibles con un fin primordial pero no único, que es la destrucción del Estado de Israel; Hamás no está interesado en el bienestar de los civiles de la Franja de Gaza, los utilizan como peones para realizar sus cometidos.

Hoy la absurda publicidad de los “pobres palestinos” ya no vende y los que defienden la posición de los terroristas están quedando al descubierto, incluidos los países que reivindican el derecho a estas acciones.

El gobierno de Irán, oficialmente  ha celebrado estos ataques y tiene sus manos llenas de sangre, ellos han utilizado los fondos que fueron liberados por Estados Unidos para seguir nutriendo a los grupos terroristas, lo de Irán es para andar con cuidado, su presencia y maldad ya está en todos los rincones, en América Latina, su gente maléfica  actuó en Argentina y no sabemos cuándo despertarán sus células alrededor de este continente.

Irán debe de pensarse muy bien antes de calentar la frontera norte por el lado del Líbano y dejar sus amenazas con sus terroristas de Hezbolá, no solo por la estructura militar que está enviando Estados Unidos a la zona sino también por la capacidad de respuesta que Israel sigue teniendo debajo de la manga.

Las imágenes hablan  por sí solas; sin embargo, ahora no basta con la solidaridad del mundo, hay que dar un paso más para combatir al terrorismo, pues ya sabemos que para ellos no hay distancias, llegan a Nueva York, Londres, París  o Madrid, con facilidad, al pasado me remito.

Tenemos que dar un claro apoyo para que Israel pueda actuar libremente, liberar a los rehenes que están secuestrados en la Franja de Gaza  y permitir minimizar la infraestructura terrorista.

Israel ha manifestado que los residentes de la Franja de Gaza no son sus enemigos, pero ellos deben de apartarse de las organizaciones que deliberadamente actúan  frente a sus ojos, se reúnen en sus mezquitas utilizan hospitales y colegios como centros del terror.

El judío Albert Einstein dejó la receta hace mucho tiempo a sus hermanos y si ese botón se activa, todos pagaremos las consecuencias, y lo más seguro será que el mapa del Medio Oriente y  parte de Europa no sea el mismo, esto es algo que nadie desea pero es una posibilidad.

¡Israel, el mundo está con ustedes, no pierdan la oportunidad!

 


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