Los amigos en el exterior no entienden lo que sucede en Venezuela. Cuando uno conversa con algunos de ellos, creen que nosotros exageramos. Era muy difícil explicar cómo en un año electoral bastante avanzado hasta ayer no había fecha para las elecciones y tampoco se conocían las condiciones y circunstancias para realizarlas.
Una alta dosis de indignación se apodera de nosotros cuando vemos cómo la tiranía avanza. Cierran montones de emisoras de radio y chantajean a los dueños de los pocos medios de comunicación existentes para que eliminen programas opositores o simplemente críticos del régimen. Casi todos los responsables de estos espacios están en el exterior. Bastantes de ellos han conseguido excelentes oportunidades de trabajo y, al igual que profesionales de otra naturaleza, son ejemplos de calidad en las tareas que cumplen.
El vacío es enorme. El país está gravemente herido en lo más profundo de su existencia. Cerca de 8 millones de compatriotas, una cuarta parte de la población total, está en el exterior en busca de las oportunidades y de la seguridad que la Venezuela de hoy no está en capacidad de ofrecerles. Es un récord en el continente americano y una de la más altas migraciones del mundo en los últimos años.
Esta es solo una de las graves realidades que vivimos. No vale la pena continuar explicando lo que ya es bastante conocido por propios y extraños. Lo importante es que el liderazgo opositor auténtico está listo y bien preparado para derrotar al régimen en cualquier circunstancia electoral de este año. La voluntad de cambio radical existente está derrotando al régimen, lo cual genera diferencias, dudas y serios enfrentamientos en el mundo oficialista que luce cada día más gastado y en retroceso.
El problema mayor está en que Nicolás Maduro y su combo, cada día más solos, apelan a la violencia institucional. Ya mencionamos lo relativo a los medios de comunicación. Pero es en todos los campos para sembrar miedo y terror creyendo que el país se entregará aceptando cualquier acción fraudulenta para conservar el poder. La ilegal y absurda inhabilitación decretada en contra de María Corina Machado, la detención de unos cuantos de los dirigentes de su organización Vente, el secuestro y anormal proceso judicial en contra de ella y algunos de sus familiares y allegados, lo sucedido en Chile con el teniente venezolano Ronald Ojeda, asesinado de manera no muy clara, son algunas de las más recientes manifestaciones de la desesperación del régimen.
Muy importante la decisión de la Sala de Apelaciones de la Corte Penal Internacional. El proceso en contra de las cabezas y algunas importantes fichas del régimen continuará al ser rechazados los alegatos presentados para detenerlo. Ya veremos lo que pasará en los próximos meses en este terreno tan delicado.
Mientras tanto, María Corina avanza indetenible. Recorre el país una vez más y continúa aumentando el respaldo de la nación a su candidatura. Es indetenible y no tiene sustituto.
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