Sobre el tema del inicio de clases hay que manifestar que los útiles y uniformes, que oscilan alrededor de 20, 60 y hasta 100 salarios mínimos, se transformaron en un lujo para millones de muchachos en edad escolar.

El monto del equipamiento de un alumno de primaria o secundaria es total y plenamente impagable para muchos venezolanos, que no tienen ni para comer y menos para adquirir cuadernos, lápices y uniformes en precios astronómicos.

Sin duda, esto es terrible, es una gravísima situación para muchos padres y representantes que andan con las manos en la cabeza sin saber qué hacer para darle educación a sus hijos.

Este es el resultado del colapso económico y social del socialismo.

El Estado socialista que habla tanto de la educación gratuita y acceso a la misma en este momento cercena ese derecho a miles de chamos como consecuencia de su desastre económico.

Aquí vemos que una cosa es el discurso y otra, muy distinta, la realidad. Ellos hablan de justicia social e igualdad, pero la verdad es que sus frutos son hambre, preocupación y malestar para todos.

Los socialistas en el poder crearon una crisis económica tan feroz que ahora la educación de las nuevas generaciones está en veremos.

Por un lado, los padres no pueden pagar matrículas académicas o les cuesta comprar los útiles y rudimentarias escolares, y por el otro las escuelas públicas se están cayendo a pedazos.

La educación pública venezolana está plenamente destruida; las unidades educativas están deterioradas y en pleno abandono, los docentes subpagados y desprotegidos. Esta es la verdad que la izquierda trata de ocultar como sea.

Los bolsillos de los representantes sufren el golpe del inicio de clases, y los bolsillos de los maestros siguen estando igual de vacíos. Y, ¿a Maduro le interesa esto? En lo absoluto, para él ese tema no tiene importancia.

La única solución está en cambiar de modelo, es decir elegir un líder que lleve nuevas políticas económicas y una nueva visión a la conducción del Estado nacional. Y esa persona es María Corina Machado.

Solo ella puede cambiar la orientación de la economía, abrir a Venezuela hacia nuevos horizontes y generar una transformación que le regrese el poder adquisitivo y la tranquilidad a los hogares venezolanos.

Pues, un padre con un buen sueldo y un nuevo esquema educativo ni se atemoriza, ni se angustia cada vez que inicien las clases, porque tendrá las maneras de afrontar los compromisos gracias a su esfuerzo y al nuevo sistema ofrecido por María Corina Machado.

Igualmente pasa con la salud. Un trabajar con buen sueldo o un pensionado con un ingreso justo, pueden salir adelante cuando en mala hora una enfermedad toque a su puerta.

Como decía Margaret Thatcher el mejor programa social es un “buen trabajo con su buen sueldo”.

Sin más que agregar, nos leemos la próxima semana.


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