«Soy el pájaro furioso de la tempestad tranquila» (Pablo Neruda)

Cuando estoy aburrido, sin ganas de hacer nada, caigo en la trampa de Internet, entro en YouTube y paso el rato viendo videos. El azar o el destino me traen a la cabeza la imagen de un jovenzuelo de pelo largo, el brazo tatuado, pulseras y una camiseta blanca de escote excesivo acabado en uve («Hola, bebés«, Aless Gibaja.- YouTube.com). El chico se dirige a su audiencia –que es grande y viral, más de 500.000 visualizaciones hasta la fecha– eufórico, manierista y jovial. Dice, mientras agita a modo de saludo su mano derecha, «¡hola bebés!» alargando mucho la última vocal, musical y pletórico. El video de 15 segundos bien aprovechados ya era viral hace años. El caso es que el protagonista nos desea un supermegasábado y un weekend hipercool (o sea, un enorme y grandísimo sábado, divertido) y un fin de semana o –weekend hipercool–, que traducido al castellano significaría más o menos lo más de lo más fresco, chachipiruli, guay del Paraguay.

Hombre, a mí Aless (Alessandro) me hace gracia porque parece que su espíritu te sube el ánimo con esa felicidad tan genial de horizontes de arcoíris y un mundo – y cito textualmente (ad pedem litterae  para los que saben latín)– de «cero dramas». La verdad es que Aless parece majo. Por otro lado, encaja con la tendencia actual de muchos gurús –influencers– que buscan el nirvana por encima de todas las otras cosas mundanas.

Me disgusta, eso sí, el abuso que hace del inglés entretejido en su discurso en español, spanglish o englañol. No está claro si hay más español o más inglés en la grabación.

Siento curiosidad por saber más del fenómeno Aless Gibaja. Tecleo su nombre en Google y encuentro una entrevista que le hace Andreu Buenafuente en su programa Late Motiv. No me sorprende que emplee expresiones inglesas para casi todo. Dice: okay, hater, crazy, me quedé como en shock.

Es natural de Madrid. Publicó un libro con su filosofía de la vida en el año 2016: Manual para ser feliz around the world. Vamos, que el inglés forma parte de su día a día.

Este gurú de las redes quiere ayudar a los chavales que son víctimas del acoso en la escuela (Aless no dice acoso, Aless dice «bullying«).

Supongo que su pose y su actitud sirven de referente a chicos y chicas que pudieran verse increpados por quienes ven solo un patrón de comportamiento. El mensaje amanerado de Aless podría ser que cualquiera ha de vestir, hablar y moverse como le plazca sin que nadie se moleste por ello, sin que nadie moleste por ello.


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