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El mundo cada vez va a necesitar más energía a menor precio y de fuentes renovables, eso es un hecho irreversible.

Surge, entonces, a la par de las renovables (solar, eólica), la producción de energía desde el hidrógeno, el denominado “hidrógeno verde” concretamente, del que ya hemos conversado ampliamente en otra columna, con el afán de suministrar energía a una demanda cada vez más creciente y que al mismo tiempo exige responsabilidad con el ambiente: vale decir cero emisiones de GEI gases de efecto invernadero. El proceso es separación de moléculas de agua vía electrólisis, de manera que se separa el hidrógeno del oxígeno de una molécula de agua; y el oxígeno es devuelto a la atmósfera y el hidrógeno se almacena, siendo utilizado como energía.

Ante el surgimiento de este nuevo negocio, porque es un nuevo negocio el producir energía limpia, surgen emprendimientos e iniciativas que naturalmente necesitan inversiones.

Es un poco como el bitcoin o las criptomonedas o el negocio del gas natural o petróleo vía fracking, en su momento, habían empresas que estaban surgiendo como hongos, captando inversiones para lograr establecer operaciones. La pregunta es cuándo es el timing específico para el negocio. Cuándo es “el momento” adecuado para invertir y no ser timado o perecer de costos irrecuperables.

En el caso de las compañías de hidrógeno ocurre lo que las eólicas o solares hace una década: hay algún resquemor en invertir. Pero pronto llegará el boom de este negocio. Toca esperar, con algo de paciencia, el desarrollo acelerado de tecnologías de producción de energía vía hidrógeno verde, modelos de negocio que garanticen mercados y cadenas de transporte y aseguren inversiones.

De momento no hay producción de hidrógeno verde con renovables. Entendamos un poco: por razones de “facilidad” aún se utiliza volúmenes de gas natural para producir hidrógeno verde. Lo ideal es que el hidrógeno verde se produzca desde renovables (vale decir desde solar y eólica) pero ese procedimiento aún tomará algo de tiempo.

Según la Agencia Internacional de la Energía, la producción de hidrógeno utiliza 6% del gas natural producido a escala mundial.

Para que el hidrógeno se pueda considerar totalmente “verde” debe producirse, como dijimos, desde renovables y no haber emisiones GEI (cuando hay bajas emisiones sería ya el hidrógeno azul).

De todas formas los países están organizando sus regulaciones para inversiones en compañías de producción de hidrógeno verde. Hay tiempo en tanto, como establecimos, se desarrolla la tecnología.

En tanto avance el desarrollo de tecnología y se consolidan empresas privadas recogiendo fondos de inversionistas atrevidos que miran el futuro desde el presente, en Chile ya dieron pasos concretos para el hidrógeno verde: el presidente Sebastián Piñera, junto al ministro de Minería y Energía, Juan Carlos Jobet, anunciaron incursionar en la industria del hidrógeno verde principalmente para suministrar energía a la minería y transporte, además de detener efectos del cambio climático mediante la reducción de GEI.

Ya hemos comentado ampliamente, y felicitado, la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde de Chile. Quizá uno de los pocos países de América Latina en sentar precedentes, con tanta fuerza, en esta iniciativa.

El anuncio del presidente de Chile implica la producción de hidrógeno verde a partir del agua en una planta fotovoltaica ubicada en Las Tórtolas (Colina); en donde el agua pasa por un proceso de desmineralización, alimentando un electrolizador, donde se desarrolla el proceso de electrólisis.

El objetivo primordial es reemplazar, gradualmente, el uso de diésel en el transporte de alto tonelaje minero industria en la que un camión minero consume 2.900 litros de diésel/día y genera 2.700 toneladas de dióxido de carbono al año.

La apuesta principal es que en 2030 Chile producirá hidrógeno verde, el menos costoso del mundo, reemplazando el diésel de su transporte interno y con la posibilidad de exportarlo.

Chile apuesta a producir hidrógeno verde a menos de 1,5 dólares por kilogramo. De ocurrir esta proyección tendrían excedentes, en 2030/2035, de cerca a 30.000 millones anuales por exportaciones.

España también se toma en serio esto del hidrógeno verde: dos empresas altamente reconocidas y cotizantes en la Bolsa, como Repsol y Enagás han creado una compañía conjunta, que busca inversionistas, para implementar la producción de hidrógeno renovable a partir del uso directo de energía solar, en un proceso conocido como fotoeletrocatálisis.

Comercialmente podría estar en funciones antes de 2030 con un modelo de negocios que -de funcionar como se proyecta- podría tener licencias de tecnología de producción de hidrógeno verde vía solar a implementarse en el resto del globo.

El mundo se mueve a la velocidad de la luz buscando soluciones, alternativas, implementando tecnologías y generando ideas innovadoras para nuevos conceptos de generación de electricidad, en cambio otros países siguen dedicados a amedrentar a su población y a tenerla esclavizada a viejos patrones ideológicos que, está comprobado, no llevan a ningún puerto.

@BorisSGomezU


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