El título es una derivación de la frase atribuida a Marco Tulio Cicerón en su primer discurso contra Catilina el 8 de noviembre del año 63 a. de C.

Su introducción –traducida del latín por D. Luis Navarro- fue la siguiente:

« ¿Hasta cuándo has de abusar de nuestra paciencia, Catilina? ¿Cuándo nos veremos libres de tus sediciosos intentos? ¿A qué extremos se arrojará tu desenfrenada audacia? ¿No te arredran ni la nocturna guardia del Palatino, ni la vigilancia en la ciudad, ni la alarma del pueblo, ni el acuerdo de todos los hombres honrados, ni este protegidísimo lugar donde el Senado se reúne, ni las miradas y semblantes de todos los senadores? ¿No comprendes que tus designios están descubiertos? ¿No ves tu conjuración fracasada por conocerla ya todos? ¿Imaginas que alguno de nosotros ignora lo que has hecho anoche y antes de anoche; dónde estuviste; a quiénes convocaste y qué resolviste? ¡Oh qué tiempos! ¡Qué costumbres! ¡El Senado sabe esto, lo ve el cónsul, y, sin embargo, Catilina vive! ¿Qué digo vive? Hasta viene al Senado y toma parte en sus acuerdos, mientras con la mirada anota los que de nosotros designa a la muerte. ¡Y nosotros, varones fuertes, creemos satisfacer a la república previniendo las consecuencias de su furor y de su espada! Ha tiempo, Catilina, que por orden del cónsul debiste… [Omissis]… sufrir la misma suerte que contra todos nosotros, también desde hace tiempo, maquinas.» (Catilinarias. Marco Tulio Cicerón. Oratio in Catilinam Prima in Senatu Habita).

¡Ojalá que alguna nación en el seno de la Organización de las Naciones Unidas tuviera el coraje de parar las avanzadas maquinaciones que provienen de quienes atentan contra todos!

Cambia “Catilina” por quien corresponda, cambia  “Palatino” por “Occidente”, cambia “Senado” por “Organización de las Naciones Unidas”, cambia “cónsul” por “Consejo de Seguridad”, cambia “república” por “planeta”, relee y concluye. Todo lo que hay que decir ya fue dicho hace ya mucho tiempo.

Dios guarde a V. E. muchos años.

@Nash_Axelrod


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