¿Ha disminuido la pobreza en el mundo? La respuesta contundente y positiva es sí. Digan lo que digan los cultores de la igualdad y la izquierda sempiterna.

En efecto, al parecer en 15 países, 800 millones de personas escaparon de la cruel prisión de la pobreza extrema. Así, hace 30 años, más de un tercio de la población mundial vivía – o sobrevivía- en la pobreza extrema. En la actualidad (cifras de 2019) menos de 10% de la población mundial vive con 1,90 dólares estadounidenses.

Fueron 15 países los que alcanzaron esta meta. Naciones como Tanzania, Chad, China (1999-2015), India (2004-2011), Indonesia, Etiopía, Pakistán, lograron reducir su proporción de población en pobreza extrema. Cabe destacar que según estos datos tomados del Banco Mundial de su página web, en América Latina vive 3,5% de la población mundial en estado de pobreza extrema. Pero la población mundial en la pobreza normal, no extrema, la tasa era de 50,6% y bajó en el año 2019 a 30,8%. En América Latina, según datos de la Cepal, en 1990 tenía 51,2% de su población en pobreza y 15,5% en pobreza extrema; para el año 2021, su población en estado de pobreza era de 32,1% y en pobreza extrema 13,8%.

En la última década la cantidad de personas que vivían sin electricidad se redujo de 1.200 millones en 2010 a 840 millones en 2017. Esto es 89% de la población mundial ahora cuenta con acceso a la electricidad. En América Latina, 98% de la población tiene acceso a este servicio. Al igual sucedió con el agua potable, en el año 2000, 58,15% de la población de los países en vías de desarrollo tenía este servicio, en el año 2017 ya era 70,76% de la población. De igual forma, el Banco Mundial ha estimado también que la mortalidad infantil pasó de 13,66 por cada 1.000 nacimientos en el año 2017 a 7,01 en 2018.

Otro dato interesantísimo: el dinero que los trabajadores envían a sus familias desde el extranjero se ha convertido en una palanca de empuje esencial en muchas economías en todo el mundo. Se calcula que las remesas —nombre que recibe este dinero— llegaron a 551.000 millones de dólares en los países de ingreso bajo y mediano en 2019. Las remesas han superado la ayuda oficial —en una proporción de 3 a 1— desde mediados de la década de 1990. Este año todo parece indicar que superarán también la inversión extranjera directa (IED) dirigida a los países de ingreso bajo y mediano. Las remesas son iguales o superiores a 25% del PIB en cinco países: Tonga, República Kirguisa, Tayikistán, Haití y Nepal. La Ayuda Oficial al Desarrollo en 2019 alcanzó la exorbitante suma de 158.000 millones de dólares en el año de 2019. Cabe recordar que la 34° sesión de la Asamblea de las Naciones Unidas acordó que los países industrializados debían de proporcionar como Ayuda Oficial al Desarrollo por lo menos 0,7% de su producto nacional bruto, para el 2018, apenas 5 países alcanzaron dicho porcentaje; Suecia, Luxemburgo, Noruega, Dinamarca y el Reino Unido.

El tema de la Ayuda Oficial al Desarrollo ha traído fuertes polémicas.  De esta forma, el conocido economista Jeffrey Sachs se ha quejado de la falta de ayuda económica de Estados Unidos a países pobres, así como la Brookings Institution. Pero en contraposición, el economista demuele drásticamente la práctica de la ayuda económica. Explica la analogía entre el Plan Marshall y las ayudas a los países subdesarrollados. Las economías de Europa occidental tenían que restaurarse en tanto que las economías de los actuales perceptores tienen que desarrollarse. Sin embargo, da como ejemplo positivo a la ayuda estadounidense en Taiwán la cual cesó en 1964.

 


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