Un día leí en el Correo del Caroní un artículo de un guardia nacional en condición de retiro. Él decía:

El eslogan de la Guardia Nacional era “El honor es su divisa”, pero con la Guardia Nacional Bolivariana debemos decir: “En la GNB el honor no se divisa”.

A la Guardia Nacional, Hugo Chávez, Nicolás Maduro y Diosdado Cabello la transformaron en un cuerpo paramilitar al servicio exclusivo del PSUV, lo cual es anticonstitucional.

El Artículo 328 de la Constitución dice: “La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la nación. En cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la nación, y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna.”

A partir del inicio de la quinta república, la GNB en la práctica ha dejado de ser una fuerza del orden para convertirse en la “Guardia Pretoriana” exclusiva del PSUV, sus dirigentes, y últimamente de los rusos de Putin en el Arco Minero.

Un área geográfica controlada casi en exclusividad por la GNB es el estado Bolívar, donde se encuentra el llamado Arco Minero, que es una inmensa área aurífera de más de 100.000 kilómetros cuadrados. Con una de las mayores reservas de oro de todo el planeta.

En la Guayana venezolana, la Guardia Nacional Bolivariana se ha convertido en otro cártel mafioso que controla ilegalmente el oro del Callao y alrededores, dirigido inicialmente desde la Gobernación del estado Bolívar por el general Francisco Rangel Gómez.

La superficie “a cielo abierto” donde se realiza “una minería artesanal” actualmente está controlado “in situ” por los narcoguerrilleros colombianos del ELN, Ejército de Liberación Nacional de Colombia, quienes por las armas han sustituido o desplazado a los malandros venezolanos, quienes desde el inicio del gobierno de Hugo Chávez habían desplazado a su vez a los pacíficos “garimpeiros” brasileños.

Este control del ELN colombiano, presumiblemente cuenta con la connivencia o complicidad del Alto Mando de la GNB, lo que implica un crimen de lesa patria. Además de integrar el Cártel de los Soles del narcotráfico.

Las minas de oro en el subsuelo están controladas directamente por los rusos de Putin.

Presuntamente todos, quizás sin excepción, los integrantes del Alto Mando de la GNB podrían formar un “Club de Millonarios en Dólares” al “controlar” las fronteras por donde entra y sale todo el contrabando de: gasolina, drogas, oro, ganado vacuno, alimentos, repuestos de todo tipo y un largo etcétera.

Siendo por eso la envidia de la oficialidad de los otros “componentes” de la Fuerza Armada Nacional.

Y en relación con el orden público la GNB se ha convertido en un terrible y sanguinario cuerpo represivo contra las manifestaciones pacíficas y nuestros indios del estado Bolívar.

A la GNB  temen, inclusive, todos los miembros de los “otros componentes” de la otrora gloriosa fuerzas armadas venezolanas… ¡una vergüenza!

Varias masacres han protagonizado la GNB, como la de La Paragua el 28 de septiembre de 2006 y la de Tumeremo los días 4 de marzo y 5 de octubre de 2016 contra mineros por el control del Arco Minero, para entregárselo a los rusos de Putin.

Otra criminal actuación fue evidenciada en la represión de los jóvenes venezolanos cuando en 3 meses de 2017 los agentes de la GNB asesinaron a más de 120 estudiantes que se manifestaban pacíficamente. Un verdadero crimen de lesa humanidad.

Crímenes de lesa humanidad

El 18 de septiembre de 2020 la ONU y Amnistía Internacional oficialmente denunciaron a la dictadura narcoterrorista de Maduro de crímenes de lesa humanidad que deberían ser juzgados por la Corte Penal Internacional o Tribunal Penal Internacional.

El Artículo 68 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela dice: “Los ciudadanos tienen derecho a manifestar pacíficamente y sin armas, sin otros requisitos que establezca la ley. se prohibe el uso de armas de fuego y sustancias toxicas en el control de las manifestaciones pacíficas. La ley regulará la actuación de los cuerpos policiales y de seguridad en el control del orden público”.

La Guardia Nacional Bolivariana y los llamados “colectivos chavistas” son la nueva versión de los Tonton Macoutes de Haití del siglo XX, durante el gobierno del sanguinario dictador Duvalier.

Los “colectivos chavistas”

El Movimiento Quinta República, MVR, organizó sus llamados “colectivos”, que no son más que bandas de delincuentes comunes armados por el gobierno, que actualmente cumplen las directrices políticas  de los jefes mafiosos del PSUV.

Como lo fue el intento de asesinato del periodista y exsecretario de la Gobernación del estado Bolívar, Eliecer Calzadilla, en Puerto Ordaz en 2008, presuntamente por órdenes directas del entonces gobernador del estado Bolívar.

Estos “colectivos” actúan bajo el paraguas protector del Sebin (policía política), de la Dgcim (Dirección General de Contrainteligencia Militar) y la GNB (Guardia Nacional Bolivariana).

¿Qué debe hacer la oposición?

1.-Mantener la unidad en torno a Guaidó.

2.- Organizar el mantenimiento de la Resistencia hasta el momento del cese de la usurpación.

3.- Organizar el gobierno de reconstrucción.

4.- Ir armando el expediente para la Corte Penal Internacional de todos los que han participado en el mantenimiento de la dictadura narcoterrorrista de Maduro, con base en el Artículo 25 de la vigente Constitución de la República, que dice: “Todo acto dictado en ejercicio del Poder Público que viole o menoscabe los derechos garantizados por esta Constitución y la ley es nulo; y los funcionarios y funcionarias que lo ordenen o ejecuten incurren en responsabilidad penal, civil y administrativa, según los casos, sin que les sirvan de excusas órdenes superiores”.

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*Fragmento de mi libro Venezuela Siglo XXI


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