Exigen al CNE que rectifique: rechazan cronograma de recogida de firmas de referéndum contra Maduro

Lo que sucedió el 26 de enero en Venezuela fue la ejecución arbitraria y autoritaria de la burla de un derecho político establecido en nuestra Constitución en su artículo 72, referido al derecho a revocar con las condiciones establecidas en el artículo 62, que obliga al Estado a facilitar los procesos de participación ciudadana, no a mofarse como mafiosos ante sus víctimas.

Desde el punto de vista jurídico, activar y montar un show en 48 horas hábiles por parte del sistema hegemónico solo pone en evidencia una vez más el talante totalitario de los ejecutantes, pero este evento tiene algo adicional, se gestó una chispa que tenía tiempo no se concretaba. En muy poco tiempo se constituyó un tejido social y político prounidad, pero agotado de esperar una línea política de un sector dominante en la oposición cuyo cálculo político muchas veces se desliga del sentir de la gente y sus sufrimientos.

Lo anterior sucedió hasta tal punto, que el 23 de enero forzados por la presión de las bases de sus propias organizaciones y partidos políticos, la también hegemónica cúpula opositora se iba a pronunciar a favor de empujar todos juntos hacia el referéndum revocatorio contra Maduro. Sin embargo, tal como lo esperábamos, el totalitarismo haría todo lo posible para impedirlo y lo hizo.

El centro medular de la imposibilidad de en 48 convocar a los ciudadanos a participar no era la capacidad de movilización y estructura para hacerlo, en realidad era la inviabilidad e imposibilidad de difundir e informar los puntos, e incluso el mismo evento con la absoluta censura de los medios que sufrimos permanentemente desde Mover.

Lo anterior es tan evidente que el mismo reglamento que ellos hicieron para violarlo sistemáticamente, establece que se necesitaba 60 días para actualizar e informar sobre el registro electoral que serviría para el proceso de recolección de voluntades y 15 días desde el momento de definir los puntos de recolección para informar sobre los puntos que debieron ser concertados con los proponentes.

Esta dura y cruda verdad fue utilizada como mecanismo perverso para hacer algo que la misma lógica y sentido común evidencia que no solo no era correcto, sino que fue hecho con premeditación y alevosía desde la maldad para intentar impedir que lo que estaba naciendo muriera súbitamente: Mover.

Sin embargo, sabiendo todos los posibles escenarios, desde el día uno hablamos con la verdad y dijimos siempre que no nos generáramos falsas expectativas, pero que ésta lucha rendiría los frutos necesarios para reactivarnos como ciudadanos.

El intento de muerte súbita del referendo revocatorio contra Maduro gestó por el contrario una nueva plataforma ciudadana de la sociedad democrática que no va a parar en defender sus derechos, así sean arrebatos por el autoritarismo.

Son 24 equipos promotores en cada entidad territorial de Venezuela y 335 municipios constituidos en luchadores por la defensa de la democracia que no vamos a parar.

Los próximos retos son:

  1. Seguir la lucha jurídica nacional e internacional por el derecho a revocar, porque los que creemos en la necesidad de recobrar el Estado de Derecho y Justicia nunca dejaremos de actuar en las instancias que sean necesarias, así estén secuestradas.
  2. Debatir y legitimar desde las bases de MOVER los próximos pasos y banderas que asumiremos, sin desmérito de la lucha por revocar la ignominia contra el pueblo venezolano de un sistema de poder esclavista: ¿Enmienda? ¿Elecciones primarias 2023?
  3. Rearticular las fuerzas para luchar por la unidad de las bases populares y fuerzas emergentes en la resistencia contra el autoritarismo:
    • Lucha por salarios dignos y contra la expropiación del valor de nuestro trabajo.
    • Lucha por pensiones y jubilaciones justas de nuestros dignos adultos mayores.
    • Lucha contra el Arco Minero y la devastación y el ecocidio estatal.
    • Lucha por un digno acceso a la salud y atención médica para todos.
    • Lucha por la calidad de los servicios públicos depauperados.
    • Lucha contra la corrupción de Estado, de gobierno y de partido.
    • Lucha por la libertad económica para producir.
    • Lucha por la soberanía nacional.

Nuestro debate está abierto desde que empezamos a luchar por revocar la miseria, ahora lo expandimos y convocamos a multiplicarlo por cada rincón del país.

¡Todas las luchas, una sola lucha!

 


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