El gobierno chavista ha perfeccionado el mecanismo de la puñalada por la espalda, de la muerte a traición. Lo que es lo mismo, de hacer las cosas sin que nadie se dé cuenta con la intención de minimizar la respuesta a sus atropellos. Hay muchos inocentes que todavía creen que el oficialismo hace las cosas improvisadamente, pero lo que pasó con los precios de la gasolina subsidiada y el gasoil demuestra todo lo contrario.

La gasolina subsidiada aumentó un total de 1.900%, y muchos expertos (sobre todo del lado oficialista, si es que hay) dirá que todavía está regalada. Sin embargo, el combustible que se vende en este precio es prácticamente inexistente. Así como aumentaron el precio por litro, eliminaron varias estaciones de servicio que la despachaban en la capital, lo que quiere decir que la intención que tienen es desaparecerla. Ya en el interior del país no se consigue, todo el mundo paga a tarifas internacionales.

Poco les importa si esto incide en el transporte de bienes y servicios o de personas, en la capital o en las regiones, porque al fin y al cabo lo que busca el gobierno de Maduro es recuperar los dólares que les pagan a Irán y otros países por el combustible. Y ni siquiera es para reinvertirlo en la empresa petrolera nacional, sino para sus propios bolsillos. Si no, no se explicaría por qué el dirigente sindical del área Iván Freites afirma que Pdvsa solo produce 70.000 barriles de gasolina; insiste en que no se ha hecho el mantenimiento requerido para poner a andar las refinerías o aumentar su capacidad.

El cuento del gasoil viene a echarle más leña al fuego. Pero cuando se trata de ver el panorama completo, se entiende que todo es parte del negocio. Si la gasolina subsidiada cuesta 0,2 centavos de dólar, ¿por qué el gasoil lo aumentaron a 0,5? ¿Alguien entiende la lógica de este asunto? Como no sea encarecer o acabar con todo el aparato productivo nacional de una vez por todas. Este carburante es el que se utiliza en el sector agropecuario, que ya bastante ha sufrido con la imposibilidad de echar a andar tractores, máquinas de ordeño, camiones y demás.

Aunque traigan tanqueros directo de Irán, nunca alcanza para las necesidades reales del país, pero a ellos parece convenirles esta circunstancia, porque al final el objetivo es traer todo de afuera, hacer negocios con sus socios en otros países, comprar con sobreprecio alimentos y demás insumos y repartirse lo que quede.

El problema del combustible en el país es mucho más grave de lo que se alcanza a ver. No se trata de quejarse por las colas para abastecer gasolina de carros particulares, es que Venezuela poco a poco se está quedando paralizada.


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