Desde que Freddy Bernal fue enviado por Nicolás Maduro en funciones del mal llamado «protector» del Táchira con el propósito de sabotear la gestión de la gobernadora electa por el pueblo en 2017, Laidy Gómez, la situación de nuestro amado estado no ha podido ser de más calamidades en el ámbito de los servicios públicos, la guerrilla, el paramilitarismo, las mafias contrabandistas de la gasolina y, por supuesto, en contra de su población.

Así tenemos que el problema de la electricidad en el estado fronterizo es de tal magnitud, que al momento de redactar estas líneas Freddy Bernal, en vez de suspender una agenda para presentarse en programas de televisión en Caracas, abandona el estado y deja sin luz hasta por 48 horas a diversos pueblos del Táchira, y después de manera irónica y hasta en forma burlona contra el pueblo andino asegura en una de esas pantallas que «tres ministros», acompañados del presidente de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), se instalarán en el espacio fronterizo, palabras más, palabras menos, «hasta que se resuelva el problema». Semejante declaración es despreciable, porque ni siquiera se menciona lo que ha ocurrido con el sistema hidroeléctrico Uribante-Caparo que ha sido desmantelado por completo, y cuya destrucción requiere no menos de 1.500 millones de dólares para recuperar los MW que necesita el estado para resolver su déficit de energía. Es decir, todo lo dicho por Bernal en materia eléctrica es entelequia.

En relación con la guerrilla y el paramilitarismo desde la llegada de Freddy Bernal al Táchira se exacerbaron las confrontaciones armadas en la zona fronteriza por el control de las trochas y pasos ilegales, situaciones en plena complicidad con lo queda en lo que una vez fue la Guardia Nacional, y más grave resulta que el susodicho «protector» reconozca a su vez que es el jefe de la autollamada Fuerza de Acciones Especiales (FAES). Y nos preguntamos: ¿puede ser alguien «protector» hasta de la vida de los tachirenses y el resto de los venezolanos, cuando controla el órgano «policial» que Michele Bachelet en su inforne de derechos humanos de la Organización de Naciones Unidas recomendó al madurismo eliminarlo, ante las múltiples denuncias de violaciones y asesinatos que existen por parte de los familiares de las víctimas? ¡Vaya manera de «proteger» al pueblo!

De hecho, con Freddy Bernal y la intervención de la policía en el Táchira existen dos casos emblemáticos que indignaron a toda su población, y uno de ellos hasta generó repudio internacional. El primero, relacionado con el asesinato del productor ganadero Carlos Tarazona, «Cocha»,  en Rubio (1), -y quien fuera nuestro amigo de infancia y adolescencia-, cuyo cuerpo fue masacrado en manos de la FAES, sin que hasta la fecha haya mediado la justicia por tan cruel asesinato. El segundo caso, que llegó a tener un impacto nacional e internacional de máxima escala, fue el del estudiante Rufo Chacón, quien salió a protestar con su progenitora por falta de gas y un policía con órdenes superiores de reprimir las protestas llenó de perdigones el rostro del adolescente hasta el punto de dejarlo ciego (2).

En cuanto al contrabando, si antes de que llegara Bernal al Táchira la situación para surtir gasolina era calamitosa, esta pasó de tal nivel de dificultades diarias hasta convertirse en humillante, cuando ahora en algunos casos se necesitan hasta tres o cuatro días para llenar un tanque de combustible. Lo contradictorio es ver que existen pruebas suficientes de cómo las gandolas de Petróleos de Venezuela llevan el contrabando de manera impune hasta Colombia, en conchupancia con los gerentes de esa empresa, funcionarios de Corpoelec y «militares», que hasta Nicolás Maduro tuvo que reconocer tales hechos (3).

Es  claro que la acción de Freddy Bernal busca neutralizar y torpedear la gestión de la gobernadora Laidy Gómez, quien a pesar de tales complejidades sigue trabajando por las comunidades, que ven en ella una persona con auténtica vocación social y de servicio en ayudar a los más necesitados, y por ello, su nivel de aceptación está en lo más alto de popularidad, mientras que el «protector» tiene rechazada su presencia hasta en los espacios del ciclismo de nuestro estado andino.

Freddy Bernal no es ningún «protector» y menos del Táchira, Por el contrario, Freddy Bernal es el destructor del Táchira, y de eso los tachirenses o gochos somos los principales testigos.

(1) https://elestimulo.com/investigacion-determina-que-la-faes-asesino-al-ganadero-carlos-manuel-tarazona/

(2) https://expansion.mx/mundo/2019/07/19/un-joven-venezolano-queda-ciego-tras-recibir-el-impacto-de-52-balas-de-goma

(3) http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/economia/capturados-gerentes-de-pdvsa-y-corpoelec-por-contrabando-de-combustible/

 


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