Como buenos latinos a los venezolanos les encanta bonchar, divertirse, bien sea en fiestas privadas o públicas. A ellos ni les va ni les viene la razón del festejo. Poder echar un pie, tomarse una cerveza o un roncito barato les es siempre placentero; mucho más en tiempos aciagos como los actuales, cuando beberse un whisky escocés con regularidad está reservado a los enchufados del gobierno, los nuevos ricos de ahora.
Fue pues un “acierto” de la dictadura realizar un bonche con todos los hierros, en los espacios de la plaza Diego Ibarra. Esta importante figura de nuestra Guerra de Independencia fue el primer edecán del Libertador Simón Bolívar. De esta forma la revolución, rojita por tanta sangre inocente que ha vertido en los últimos 22 años, hermana al significativo personaje con el avispado comerciante colombiano, de ascendencia libanesa, Álex Saab, un pegote de la causa madurista.
Es importante resaltar la opinión que tenía Bolívar sobre su edecán y miembro de su familia: “Si no hubiera sido mi pariente estaría ahora de general en jefe como otros que quizás han hecho menos que él. Hubiera entonces premiado sus largos servicios, su valor, su constancia a toda prueba, su fidelidad, su patriotismo, su consagración tan decidida y hasta la estrecha amistad y la alta estimación que siempre he tenido para él”. El comentario fue registrado por Perú de Lacroix.
Los méritos de Saab apenas llegan a la suela de los zapatos de Ibarra. Eso, de suyo, es más que suficiente para el comandante en jefe de nuestra patriótica Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Veamos someramente la relevante y sacrificada vida de negocios del “ilustre” hermano colombiano, a quien –no faltaba más– la revolución bolivariana también le otorgó la ciudadanía venezolana.
Como tiene que ser, la bella historia comenzó con Hugo Chávez Frías, en los tiempos en que la bonanza petrolera había entrado en la fase de declinación. En 2011, Saab logró amarrar un contrato con el prócer de Sabaneta, por casi 700 millones de dólares, asociado con el montaje de casas prefabricadas para la Misión Vivienda. Las ganancias que consiguió gracias a las necesidades de nuestros compatriotas fueron obviamente suculentas.
Después de obtener ese filón, el habilidoso gestor logró concretar acuerdos milmillonarios que tuvieron el visto bueno de Nicolás Maduro. Una parte importante de esos convenios estuvieron relacionados con las hoy añoradas, aunque de pésima calidad, cajas de alimentos para los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).
La magnitud del vínculo entre las dos reputadas figuras se puso en evidencia con la detención de Saab en Cabo Verde –un Estado insular africano, situado en el océano Atlántico, frente a las costas de Senegal– a requerimiento de autoridades de Estados Unidos, el 12 de junio del año pasado. El comerciante y gestor es acusado de enriquecimiento ilícito y blanqueo de dinero a través de empresas domiciliadas en varios países, supuestamente vinculadas con el régimen de Maduro.
Desesperado por la medida, Nicolás decidió darle estatus diplomático al empresario amigo. Para ese propósito ejecutó dos acciones: una inmediatamente después de ser detenido y la siguiente en diciembre de 2020. Con esta última logró conseguir el apoyo del Tribunal de Justicia de África Occidental. Sin embargo, ambas actuaciones fueron rechazadas por las autoridades de Cabo Verde. Para este último país la condición diplomática debió ser otorgada con antelación al arribo.
Ya sin más posibilidades de juego, en un estado de extrema preocupación, al conductor de Miraflores no se le ocurrió nada mejor que rendir un homenaje a su protegido con el bonche arriba indicado. Colmados de patriotismo, los organizadores del evento procedieron a colgar una enorme tela a un lado de la tarima con un criollísimo mensaje: FreeAlexSaab. Con esa tónica anglosajona la pachanga arrancó con mucha gente sin tapaboca y con la participación del cantante revolucionario Omar Acedo, yerno del caudillo Diosdado Cabello. De los asistentes brotó el lema alborotador: “Así, así, así es que se gobierna”.
Mientras la aglomeración de oscuras nubes se concentra en el cielo, mayormente sobre el Palacio de Miraflores, algunos vientres comienzan a distenderse y a soltar vientos sofocantes. Los venezolanos, especialmente los opositores a la dictadura, debemos ser comprensivos.
@EddyReyesT