Continuando con el escrito de la semana pasaba que trataba sobre las incidencias globales que se generaban en Israel y Ucrania para el 2024, esta vez se centrará este escrito en los problemas fundamentales que deben afrontar los gobiernos de estas 2 superpotencias en cuanto a su desafío para sustituir el predominio occidental en la política global, vigente desde hace varios siglos y que se reforzó con el fin de la Guerra Fría (1946-1991), después de la caída de la Unión Soviética.

En momentos en los cuales se están presentando grandes conflictos militares y económicos entre los diferentes bloques de poder en una guerra económica y tecnológica, que ya no se esfuerzan por disimular, es necesario entender que todos los discursos desafiantes que realizan los países No Alineados o del G-77 + China (130 países), tienen un hilo conductor que pasa por la Federación Rusa en lo referente al tema militar, de inteligencia y seguridad nacional y que depende de la República Popular China en cuanto al tema comercial, financiero y tecnológico, puesto que sin estos 2 países detrás de las potencias regionales o países en vías de desarrollo, con discursos nacionalistas desafiantes, no existiría ninguna posibilidad de mantener dicho discurso ni posiciones enfrentadas a las potencias occidentales, lo cual es bien conocido por las mismos gobiernos de Occidente y explica por qué no tienen una política de intervención directa como en otras épocas, sino que más bien están ocupándose de estos 2 grandes desafíos, para luego ajustar cuentas con los gobiernos de los países de África, Latinoamérica, Asia y hasta algunos países de Oceanía.

Estos desafíos en el año 2024, se pueden apreciar del siguiente modo:

1) Federación Rusa

Después de 2 años de guerra con Ucrania, en los cuales se han desarrollado una serie de situaciones difíciles, en lo militar y económico, se puede decir que Vladimir Putin tiene hasta el momento un firme control de la gobernanza, apoyado en su control total de los medios de comunicación, unido a una política de producción de propaganda de alcance global, que ha corrido pareja con el control de las principales variables económicas rusas, por lo cual, a pesar de las sanciones comerciales y financieras que han generado la pérdida de los mercados de exportación de decenas de países, han logrado evitar que la guerra derive en impuestos masivos o medidas inflacionarias para financiar dicho conflicto, recordando cómo otros conflictos pasados terminaron primero por causas económicas que por derrotas militares.

Los enormes incrementos del presupuesto militar de Rusia para 2024 y proyectados hasta 2026, indican una política que afecta no solamente a las inversiones en educación y salud, sino que influye directamente en los recursos destinados a todas las repúblicas autónomas y provincias, que sufren a la vez la falta de inversión y mantenimiento en infraestructura y proyectos económicos sustentables a largo plazo. Esto es especialmente delicado en las 23 repúblicas autónomas donde las mayorías poblacionales, son étnicamente No Rusas.

En el campo social, los centenares de miles de bajas militares, que se han distribuido de forma desproporcionada entre la población rural, las minorías étnicas no rusas y el uso masivo de prisioneros comunes, son un motivo de malestar evidente que no sale a relucir por el sistema policial ruso de control social de cero tolerancia, que se ha sostenido igualmente por la prudencia del Gobierno de Putin, de no llamar a una movilización general, viendo las consecuencias de la 1era movilización parcial, que más allá de los 300 mil y mas ciudadanos reclutados, generó la perdida de centenares de miles de jóvenes, algunos estiman hasta 1,2 millones de rusos que abandonaron el país, por estar en edad militar, lo cual es una baja muy importante para la economía nacional, sin entrar en consideración, si muchos de ellos eran trabajadores calificados, lo que implica entonces una verdadera «Fuga de Cerebros».

A pesar del esfuerzo concentrado en la guerra ucraniana, existe sin duda una disposición de recursos y especialmente de voluntad política del gobierno ruso de enfrentar a los países adversarios que apoyan a Ucrania, en cuanto frente político y militar, sea posible, sea en Venezuela o en Siria, por lo cual en el año 2024, veremos sin duda la reelección presidencial de Vladimir Putin, mientras que continua la guerra de desgaste contra Ucrania, esperando el gobierno ruso, que su superioridad cuantitativa de recursos materiales y humanos, supere la voluntad de financiamiento de los países de la OTAN y que Ucrania no sea capaz de reclutar, entrenar y equipar los soldados necesarios para sostener su defensa, dada las complejidades para entrenar al menos 1 millón de soldados necesarios para garantizar continuar la guerra varios años mas.

2) República Popular China

Los desafíos que enfrentan en China, son tan colosales como la potencia del mismo país y por ello, deben ser observada con mucho cuidado, para estimar correctamente los pasos que debe dar su gobierno en el año 2024.

En primer lugar, tienen un problema demográfico, que se refleja en que por primera vez en siglos, China ya no es el país mas poblado del mundo,sino la India, lo cual unido a su baja natalidad y desempleo juvenil creciente, es una bomba de tiempo política y social, que amenaza el futuro del país a largo plazo y la estabilidad política del regimen, que ha emprendido campañas intensas a favor del matrimonio, la familia y los nacimientos, que no pueden funcionar sino son acompañados por el empleo juvenil y el crecimiento económico sostenido.

Esta situación, se refleja en que a pesar de su inmensa población, China es el país de las «ciudades fantasmas» donde millones de soluciones habitacionales junto a vías y centros comerciales e industriales vacíos, abundan en sus 23 provincias para desespero de sus gobiernos locales y regionales, que han vivido de la venta de terrenos muy por encima de la recaudación de impuestos, como es normal en el resto de los países y por ello, una reducción de la población, acompañada de una reducción paulatina de su mercado interno, obligará a los gobiernos a aumentar desproporcionadamente los impuestos de todo tipo para financiar la superestructura burocratica, con la molestia social que ello, implica unido a que el gobierno nacional tendría que asumir la quiebra técnica de numerosos gobiernos locales, asumiendo tareas de de institucionalización como las practicadas por Estados Unidos en Puerto Rico, donde el gobierno federal realizo severos ajustes del gasto y el gobierno, que son antecedentes históricos de lo que desea hacer Javier Milei en Argentina, por ejemplo.

Todo ello, debe hacerlo en una compleja operación, sin que explote una crisis inmobiliaria, que termine derivando en una crisis bancaria que desbarate la economía china, desde el punto de vista bursátil, para entonces desaparecer los ahorros de decenas de millones de familias chinas, que están a la expectativas, con este problema, que sin duda hundiría la popularidad y aceptación del indiscutido Partido Comunista Chino, que a su vez tiene que lidiar con una despiadada guerra comercial con Occidente, que bajo el liderazgo de Estados Unidos, encabeza los esfuerzos para sacar de China todas las empresas extranjeras que sean posibles, hacia otros países asiáticos como la India, Vietnam, Malasia, entre otros.

En este campo, se presenta una batalla crucial por la tecnología a corto plazo, donde Estados Unidos ha aplicado un bloqueo peligroso a China, en el campo de los semiconductores ( chips), donde se ha articulado una alianza de empresas (Intel, Samsung, NVIDIA, TSMC, ASLM), que tienen prohibido entregar productos tecnológicos de alta tecnología, sin el consentimiento del Departamento de Comercio estadounidense, lo que terminará siendo insoportable para el gobierno chino, que ya vivió el bloqueo de su tecnología 5G de la empresa china Huawei, en muchísimos países.

Los altos mando militares de China, ven estos problemas «In crecendo» , a la vez que observan la alianza militar que va de la India a Singapur, Filipinas, Taiwan, Corea y Japón, apoyada por Australia y Estados Unidos que rodea todas las rutas del comercio chino y con ello, elevan el costo o hacen imposible la recuperación por la vía militar de la provincia número 24 o sea Taiwan, entendiendo que si la OTAN logra ganar la guerra » proxy» que tiene con Rusia en Ucrania, se desplazara automáticamente a Asia Occidental y Central, moviéndose su aviación y marina hasta el océano Pacífico, limítrofe con las fronteras chinas.

Por ello, la idea de adelantar la invasión de Taiwan, no es una idea descabellada por parte de las autoridades militares chinas, que entienden que unas victorias militares de Israel y Ucrania en sus respectivas guerras, relanzarían a Estados Unidos, en Europa y Asia y si esta trae aparejada una intervención y derrota militar de Irán, también el control del mundo petrolero, por lo cual la presión sobre las autoridades políticas debe ser enorme en los próximos meses.

Aquí se define la viabilidad o no de la propuesta del multilateralismo.


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