“cuando duermen o sueñan las flores» (ROSALÍA DE CASTRO)
Sé que el título no tiene mucho sentido. En realidad, podría interpretarse como una de esas frases idiomáticas o modismos utilizadas por los hablantes de determinada región. Por otro lado, podría tratarse de la traducción errónea de una frase dicha en lengua extranjera. Quién sabe. No me quedo tranquilo sin averiguarlo.
En fin, hoy quiero contar la sensación de extrañeza que sentí ayer mientras veía una procesión de bichitos negros yendo en perfecta formación de un lado a otro de la puerta de entrada a casa justo a los pies del peldaño en el que yo estaba sentado. Era mediodía y el inicio del fin de semana. Allí estaba yo, pensando en las vacaciones, sin hacer nada. Miré el cielo despejado y azul. Luego me recogí y descansé la mirada en el suelo de piedra. Desfilaban las hormigas en fila india, esquivándose una a la otra, y cargando hojas, palos, granos y yo qué sé que otras cosas. Me inspiró ternura observar su organización, su disciplina. No obstante, empecé a preocuparme con antelación por la posibilidad de que esos animalitos quisieran entrar a casa, dibujar una ruta comercial de aprovisionamiento para semanas posteriores y localizasen el bote del azúcar, por ejemplo. Las quiero. Quiero a estos bichitos. Les dejaría comida todos los días si ellas respetasen mi espacio interior. No me importaría echarles de comer, al igual que a los pájaros. El caso es que son muchas hormigas. Son muchas hormigas y muy trabajadoras. Bueno, entré en casa y tecleé en Google: cómo echar hormigas de casa … y el buscador terminó la frase él mismo/ella misma -AI/IA (Artificial Intelligence/Inteligencia Artificial)- de este modo: ‘cómo echar hormigas de casa sin hacerles daño‘ y, una de dos, o ya había buscado yo el remedio a este asunto un tiempo antes o -Madre del Amor Hermoso- alguien nos vigila y sabe qué estamos pensando en todo momento. Quizás esta búsqueda sea habitual en el Gran Sabedolotodo. Me dije, vivamos la vida loca como Ricky Martin al margen de testigos, inteligencias artificiales, entrometidos o espías. El resultado de la búsqueda de información decía:
ESTOS SENCILLOS Y ECONÓMICOS TRUCOS TE PUEDEN AYUDAR A AHUYENTAR A ESTOS MOLESTOS INSECTOS:
*jugo de limón
*vinagre (mezclado con agua a partes iguales)
*polvos de talco o tiza
*bicarbonato de sodio y azúcar
*granos de café
*harina de maíz
*cáscaras de pepino y cítricos
*menta
Debo aclarar que a mí estos insectos no me parecen ‘molestos ‘, sino unos bichitos encantadores. Sí es cierto que no sería agradable encontrármelos dándose un baño en el tarro de la leche ni llevándose mi smartphone a hombros. Ahí arriba se encuentra la solución al asunto de las hormigas, y además sin hacerles daño.
Estoy en fuego. Esto es así, ya que recibo más de un estímulo y dos y tres a la vez. Por un lado, no dejo de darle vueltas a la expresión ‘estás en fuego’ que oí en un vídeo el otro día*. Al parecer, el hombre que hablaba estaba eufórico en el trabajo. Se veía ya de vacaciones después de que su jefe le hubiese dicho algo así como ‘estás en fuego, hijo de la playa‘*. No esperó más. Se grabó a sí mismo orgulloso contándolo todo. El escaso conocimiento de la lengua de Shakespeare le ha jugado una mala pasada. Digo yo que, salvo los náufragos o Robinson Crusoe, nadie más es hijo de la playa
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