Informe de la FAO coloca a Venezuela, como uno de los países con mayor prevalencia de hambre.
El término Estado fallido es empleado por expertos, políticos, periodistas y analistas políticos para describir un Estado soberano que, se considera, ha fallado en: garantizar el funcionamiento normal de la administración general, estabilizar la economía, garantizar el acceso a servicios básicos a su población y controlar la criminalidad o terrorismo, entre otros. En consecuencia, se mide el fracaso de un Estado con parámetros.
En un sentido amplio, el término se usa para describir un Estado que se ha hecho ineficaz, teniendo solamente un control nominal sobre su territorio, en el sentido de tener grupos armados (e incluso desarmados) desafiando directamente a la autoridad del Estado, con la bendición una burocracia insostenible e interferencia militar en la política.
Algunos autores consideran que no hay una definición clara, aceptada académicamente de manera universal, para denominar a un Estado como fallido. Sin embargo, los criterios empleados para tal consideración pueden resumirse en la falta de una autoridad unificada, reconocida y más o menos legal sobre un territorio determinado.
Se puede decir que un Estado tiene «éxito» si, en los términos de Max Weber, mantiene el monopolio del uso legítimo de la fuerza dentro de sus fronteras. Cuando no se da esta condición, los señores de la guerra, grupos paramilitares o se presentan células de terrorismo, entonces la existencia misma del Estado resulta dudosa, y suele considerársele como fallido.
A juicio de calificados analistas políticos internacionales, Venezuela es un Estado forajido que comanda Nicolás Maduro, y sus cercanos colaboradores, con la protección de grupos armados, que además resguardan al narcotráfico y operan libremente en el país.
En el Foro Estado Fallido-Forajido y TSJ, en su tercera parte, organizado hace seis años por la oficina parlamentaria del diputado por Caracas Rafael Veloz, Confederación de Profesionales Universitarios de Venezuela, Confepuv y Frente Amplio Profesional, se destacó que los Estados forajidos constituyen una amenaza para la comunidad internacional, por cuanto tienen más o menos el mismo número de desplazados, que un país en guerra. De allí que la comunidad internacional está muy atenta a la situación en Venezuela.
“Los Estados forajidos como el de Venezuela no proveen de servicios básicos a los ciudadanos, ni de salud, alimentación, educación y seguridad. Al no haber capacidad de solución de los servicios básicos de los venezolanos y existir un vacío de poder, se observa más el tráfico de droga y de armas”.
Por otra parte, tampoco hay justicia, porque el régimen cuenta con el apoyo del TSJ que se convirtió en un actor cómplice de la destrucción institucional y del Estado de Derecho, provocando en consecuencia el terrorismo de Estado.
Javier Tarazona, director de Fundaredes, calificó de perversa la actitud de actores irregulares, de movimientos y sujetos terroristas en Venezuela en los últimos 23 años, con el apoyo del régimen chavista-madurista, «pecado capital» por el que paga con cárcel sus inquietudes democráticas.
Está situación ha permitido al régimen someter a los venezolanos, con el llamado gobierno «cívico-militar» a una militarización, y creación de grupos civiles armados, mejor conocidos como «colectivos», porque estos forman parte de un aparato estatal, que comete crímenes de lesa humanidad, contra la sociedad civil venezolana.
Instagram: aguilera 4246