I

Hace cinco meses, el pasado 24 de noviembre de 2023, abordé un artículo que lleva el mismo título que el de hoy y que ustedes lectores pueden ubicar aquí.

En dicho artículo suministré los análisis de dos fuentes especializadas en la materia: la Unidad de Inteligencia de la revista británica The Economist (EIU por sus siglas en inglés) y el Allianz Group, multinacional alemana de servicios financieros con sede en Múnich que, como grupo asegurador global con fines de lucro, está obligada a conocer sobre los riesgos, la intensidad de sus impactos y sus probabilidades de ocurrencia ello en virtud de que su negocio es, precisamente, el riesgo. En este artículo suministro una actualización de los puntos de vista de EIU y de Allianz Group, publicados por tales dos empresas la semana pasada, el 17 de abril y el 18 de abril, respectivamente.

II

Habría que recordar que la región estaba en vías de una mayor relativa tranquilidad hasta el 7 de octubre de 2023, día en que ocurrió el ataque terrorista de Hamás a Israel.

Primeramente Hamás lanzó un ataque masivo con misiles contra todo el sur de Israel. Luego, alrededor de 2.000 de sus miembros entraron armados en territorio israelí y asaltaron bases militares y una comisaría de policía antes de apoderarse de unas 15 localidades, principalmente kibutz, alrededor de la Franja de Gaza. Allí llevaron a cabo matanzas sistemáticas. El balance fue terrible: más de 1.200 personas, en su mayoría civiles, hombres, mujeres y niños, fueron masacradas. Algunas comunidades fronterizas se vieron especialmente afectadas, como los kibutz de Beeri y Kfar Aza. Más de 250 personas, en su mayoría jóvenes, fueron asesinadas durante un festival de música. Adicionalmente, unas 240 personas fueron tomadas como rehenes y llevadas a Gaza.

En el marco de las operaciones en la respuesta de Israel en Gaza, en este mes de abril de 2024, ocurrió el ataque atribuido a Israel al consulado de Irán en Siria, específicamente en la ciudad de Damasco, hecho verificado el pasado 1 de abril y en donde hubo 7 fallecidos, uno de ellos un alto comandante de la guardia revolucionaria iraní. En segundo lugar, la respuesta iraní que tuvo lugar el pasado sábado 13 de abril. Finalmente y en tercer lugar, el ataque atribuido a Israel en la madrugada del viernes 19 de abril en la ciudad iraní de Isfahan y sobre el que hay varias versiones de cómo, desde donde y con que se materializó. También y con un intervalo de horas,  se produjo un ataque, atribuido también a Israel, contra una base militar proiraní cerca de la ciudad de Bagdad, en Irak.

III

En su reciente reporte, disponible en su portal, titulado «Five global risks: The geopolitical and economic scenarios threatening business worldwide», la Unidad de Inteligencia de The Economist (EIU) habla de cinco riesgos a los cuales asigna no solo la probabilidad de ocurrencia sino también la intensidad de impacto en términos del cambio del crecimiento económico (PIB) global.

Al escenario llamado «La guerra entre Israel y Hamás escala a un conflicto regional» (The Israel-Hamas war escalates into a regional conflict) le asigna ya no una probabilidad muy baja (0% a 10%) como en el reporte inmediato anterior, sino una probabilidad moderada (21% a 30%) y un alto impacto (sin cambio desde el reporte anterior), es decir una reducción de 1,0% a 1,9% en el PIB global pronosticado de 2%, lo anterior si es el caso y el escenario se materializa. A continuación, transcribo mi traducción fiel de todos los párrafos del texto de EIU, cada párrafo colocado entre comillas.

«Si la guerra de Israel con Hamas se expande hasta convertirse en una operación militar a gran escala en Cisjordania, o una ocupación prolongada de Gaza por fuerzas israelíes causa un levantamiento entre los palestinos, otros actores estatales y no estatales pueden involucrarse en simpatía por la causa palestina».

«Consideramos que la probabilidad de que Irán se involucre directamente en la guerra es baja, pero el país podría utilizar su fuerte influencia sobre representantes como Hezbolá en el Líbano para prolongar y ampliar la escala del conflicto. La evidencia de la participación iraní daría lugar a contramedidas por parte de Israel, convirtiendo el conflicto local en un conflicto regional y ampliando su impacto económico y geopolítico».

«También existen riesgos asociados con las interrupciones en las rutas marítimas de la región y las actividades terroristas globales perpetradas por actores no estatales. En un mercado petrolero que ya ha descontado la situación con el aumento del precio del crudo, la interrupción de la producción y el envío de petróleo desde Medio Oriente aumentaría significativamente, todavía más, los precios internacionales del petróleo, prolongando aún más las presiones sobre el costo de vida, particularmente para las economías emergentes importadoras de petróleo».

«Un conflicto regional en Medio Oriente también atraería a potencias externas, lo que podría exacerbar las tensiones entre Estados Unidos y sus aliados, por un lado, y China y Rusia, por el otro».

IV

En cuanto al reporte del Allianz Group, también disponible en su portal, el mismo aparece en su serie denominada “Que mirar” (What to wacht), en un aparte titulado «¿La ley Talión está impulsando los mercados?» (Is the Talión law driving markets?). A continuación, transcribo mi traducción fiel de los primeros tres párrafos del texto de Allianz, cada párrafo colocado entre comillas.

«El conflicto en Medio Oriente está alimentando el pesimismo del mercado. La creciente inestabilidad en Oriente Medio está influyendo significativamente en las valoraciones del mercado. Los inversores están reduciendo drásticamente los plazos para la toma de decisiones y, a menudo, respondiendo a las novedades en el mismo día de negociación. Este horizonte de inversión acortado ha dado lugar a patrones de volatilidad del mercado en forma de “W”, a medida que los inversores se ajustan continuamente al binomio escalada-desescalada».

«Los precios actuales del petróleo, 90 dólares, parecen incluir una prima de riesgo geopolítico de 5 a 10 dólares. Con nuestra ancla proyectada para los próximos dos años en torno a los 80 dólares por barril, el precio actual ya recoge y señaliza una considerable incertidumbre geopolítica. Además, el exceso de capacidad de producción global podría evitar cualquier cambio fundamental en las tendencias del mercado del crudo. En consecuencia, se espera que la situación actual tenga poco impacto en las proyecciones económicas basadas en el petróleo a mediano plazo».

«Parece que el escenario geopolítico actual probablemente provocará una postura ligeramente moderada por parte de los bancos centrales, influenciados por la estabilidad de los precios de las materias primas y posibles caídas en el gasto de los consumidores debido a los mayores temores de una intensificación del conflicto. Anticipamos cambios periódicos del mercado hacia activos de refugio seguro (como el sector de defensa, el oro y los bonos de los mercados desarrollados) impulsados por el principio imperante en la region de «ojo por ojo» (la ley del Talión). Aunque esperamos una mayor volatilidad del mercado, no prevemos que la situación se convierta en una espiral de riesgos extremos, como una guerra a gran escala o una interrupción total del suministro de petróleo a través del Estrecho de Ormuz, que representa aproximadamente 17% de la producción mundial de petróleo».

V

Una conclusión derivada de estos dos reportes es que las probabilidades de escalamiento hacia un conflicto regional todavía están un poco lejos del catastrófico y determinista escenario de “escalará tarde o temprano”. Si bien ninguno de los dos informes lo menciona, lo cierto del caso es que se están verificando, por parte de la comunidad internacional y las partes involucradas, intensos esfuerzos diplomáticos pues nadie desea un conflicto regional, claro, con la sola excepción de los extremistas de lado y lado.

Ahora bien y como corolario, sin escalamiento de conflicto y con la “calma” subsiguiente que podría hacer que el precio del crudo regrese a sus niveles de 80 dólares el barril, también se verían frustrados los deseos de aquellos que esperan, por bien diversas razones “coyunturales”, que el precio del crudo aumente.

Más allá del sentido común y del análisis de EIU y de Allianz, la teoría de juegos y la modelación matemática de conflictos, ofrecen una perspectiva más impoluta y alternativa. En consecuencia, la semana que viene estaré abordando que, a diferencia de lo que apuntan los analistas de sentido común, el “ojo por ojo”, no tiene por qué conducir a una escalada del conflicto lo cual, si se quiere, es esperanzador.


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