Dos eventos recientes han dirigido las miradas hacia Venezuela, quedando evidenciado el impacto que han tenido en las bravuconadas y narrativas cínicas tanto de Jorge Rodriguez como de Diosdado Cabello, que cumple un bochornoso papel que pocos quisieran asumir. Hablamos de:

  1. Las negociaciones internacionales.
  2. El desarrollo de las primarias y el contundente triunfo de María Corina Machado.

Las negociaciones internacionales

Para llegar a BNarbados, primero se desarrolló una negociación pendular entre Estados Unidos y el gobierno de Nicolás Maduro en Washington, edulcorada por los intereses de los diferentes lobbies petroleros para asumir la maltrecha industria venezolana, y las ambiciones del gobierno de Maduro de reinsertarse al sistema financiero mundial, con el esquema del levantamiento de las sanciones.

Ahora bien, este pacto político, que le da una bocanada de oxígeno al gobierno, ocurre en el preciso instante en el que ni siquiera China se atrevió a refinanciar a la mal llamada revolución del siglo XXI, pese a la insistencia de Nicolás Maduro y su visita al gigante asiático. También cuando se produce el aumento de las tensiones entre Palestina e Irán contra Israel y Estados Unidos, por los ataques terroristas del movimiento Hamás, que ha puesto en entredicho la conducta del régimen venezolano, quien se ubica en la línea de favorecer los intereses económicos de Estados Unidos  y la Unión Europea, con el ingreso de sus petroleras a los campos venezolanos, remando así en total contravía a la posición de sus aliados históricos antiimperialistas del Medio Oriente.

Deberá suponerse en lo sucesivo que el país experimentará un refrescamiento económico importante, considerando las libertades económicas que en lo adelante podrá desarrollar, con la venta de petróleo a los precios de estándares internacionales,  incluso sin aumentar la producción, negocio que se manejaba a precios de gallina flaca por los costos políticos de los compradores y navieras de evadir las sanciones, y con estos beneficios también los factores políticos, económicos y militares obtendrán cuotas importantes para ensanchar sus riquezas y su margen de maniobra. Difícilmente estos tres sectores de poder estén dispuestos a perder nuevamente la estabilidad financiera que van a adquirir gradualmente.

De tal manera que se constituirá una posición dilemática, en el curso de mantener la conducta histórica de hostilidades en el manejo político interno, que afecta la convivencia internacional, en la que han decidido participar suscribiendo acuerdos de amplios efectos en todos los campos o permitir la normalización política y democrática en el país.

Habría que evaluar si los sectores mencionados del poder político, económico y militar estén dispuestos a retroceder en el tiempo y caer en la atmósfera de conflictividades y sanciones, o permanecer en la comodidad del manejo financiero con estabilidad de poder. Es allí donde se plantea necesariamente la opción de prescindir de la figura de Nicolás Maduro, quien no es garantía de estabilización económica y mucho menos política.

Visto así, una nueva casta política desde el PSUV puede emerger de un momento a otro, preparada para echar a andar la transición política, con la tarea de anular factores internos que son rémoras para el avance. Un primer paso en esta dirección fue la caída de Tareck el Aissami y seguramente se inscribe en esta línea el muy disminuido Diosdado Cabello. Recae entonces la confianza internacional en dos figuras, a mi modo de ver claves, en la resolución del conflicto venezolano: Jorge y Delcy Rodríguez, quienes tienen en su récord el poseer el control de las negociaciones en representación del gobierno, y han logrado sostener la comunicación con los factores internacionales, al mismo paso de ser efectivos a pesar de todos los vaivenes que se han presentado.

Por muy inverosímil que parezca,  pueden ser Jorge, Delcy y detrás de ellos la mano de Cilia Flores, los factores preponderantes ante un posible cambio de escenarios en Venezuela.

El desarrollo de las primarias

El pueblo venezolano habló de forma contundente. Aunque siempre se conoció la amplia ventaja de María Corina Machado, no se esperaba una votación tan elevada a su favor y una participación tan alta considerando la persecución y hostigamiento para impedir las elecciones primarias. Su sola realización fue una derrota para el gobierno de Nicolás Maduro.

El resultado tan arrollador abre cauces para exigirle a la comunidad internacional mayor cohesión y compromiso con la causa de la libertad y la democracia en Venezuela, aspecto que preocupa al régimen y sus voceros, quienes han dado una pésima lectura y respuesta a los resultados, exponiéndose aún más al rechazo de la población por atreverse a cuestionar un proceso que es ampliamente demostrable.

El analista de entorno y presidente de Poder & Estrategia, Ricardo Ríos, publicó recientemente en su cuenta de X (antes Twitter), un estudio de voto estratificado entre María Corina Machado vs Nicolás Maduro, y en todos los estratos, desde el A hasta el E, la ganadora de las primarias arrollaba de forma abrumadora, teniendo esta evaluación un valor extraordinario que denota el traslado del liderazgo y la confianza de un extremo a otro sin impedimentos de carácter ideológicos. Cobra sentido aquella expresión popular de la Negra Antonia Muñoz de que “el amor no se muere, sino que se muda”. Esta posición derrumba por completo la tesis de la adhesión de los pobres a la “revolución bolivariana” y ubica a la población en un ecosistema de conciencia social que solo aspira a la transformación verdadera de su trágica realidad, impregnada por la estafa política de Hugo Chávez y continuada por Nicolás Maduro, que ha provocado más de 8 millones de migrantes y la pérdida de casi 80% del PIB, tejiendo así una dolorosa crisis multidimensional que nos ha arrasado como nación.

Son entonces la primaria y su resultado demoledor una ola muy difícil de surfear para el gobierno, por el amenazante liderazgo de María Corina Machado y el depósito de confianza que a manos llenas le hizo la población. Están ante la difícil decisión -que quizás deben tomar de forma acelerada- de determinar sobre la prescindibilidad de Nicolás Maduro, de muchos de su entorno o sencillamente retroceder al histórico círculo conflictivo de donde saben es muy difícil de salir.

@jufraga12


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