En esta época de pandemia estoy cavilando cómo se entretienen los venezolanos. Vivir en Venezuela no es fácil, por lo que voy a revisar cuáles son las alternativas de distracción distintas a los cines, restaurantes, parques y club privados, ya que deben estar cerrados por la cuarentena. Le pido disculpas a todos aquellos que no gozan de electricidad o acceso a alimentos, que viven al día o cuyo ingreso no le alcance al sustento a su familia. Los invito a protestar en contra del gobierno que es el verdadero culpable de las penurias que están pasando.

¿Todos tenemos celulares?, no lo dé por descontado, es falso. La Comisión Nacional de Telecomunicaciones, Conatel, reconoce que ha disminuido la cantidad de teléfonos inteligentes que nos permiten conectarnos a Internet. Han caído las líneas en uso, y este es un mal que soportan todas las operadoras de telefonía celular. Sospecho que la emigración de 5 millones de venezolanos causó algún impacto en este servicio público, aunque no es suficiente justificación.

La conexión por teléfono es irregular, tanto por las líneas fijas como las de celular. El servicio es pésimo. Por ejemplo, Movilnet, el año pasado, se dio el lujo de dejar a sus suscriptores sin mensaje de texto por más de tres semanas, los cuales son necesarios para algunas operaciones bancarias. La falta de mantenimiento de la infraestructura de Cantv ha llevado a la pérdida de usuarios o que el ABA deje de funcionar, por lo que el acceso a Internet disminuye. Una de las operadoras privadas pidió que se haga uso racional, responsable y eficiente del consumo de datos, lo cual es mucho pedir en estas circunstancias en las que los consumidores no disponen de opciones.

Si usted es de los felices propietarios de un teléfono inteligente con un servicio de datos funcional, dese con una piedra en los dientes por su suerte. Comuníquese por mensajería, baje videos, fotos y haga llamadas a sus familiares en el exterior, porque somos el último país en penetración de telefonía móvil e Internet. Solo uno de cada dos venezolanos posee un celular que les sea útil.

Los medios de comunicación de señal abierta son menos interesantes, siempre que no haya una de esas cadenas mintiendo sobre la cantidad de enfermos que se han detectado con las pruebas rápidas. Por sangre no hay manera de establecer que alguien está contaminado por el covid-19. Tampoco las campañas con los camiones de desinfección son útiles para combatir el virus, a lo más habrá en su calle pocas bacterias, por unas horas.

La televisión por cable creció gracias a Chávez. Esa fue la solución de la población, huir de las obligatorias, insulsas, largas y groseras cadenas presidenciales. Esta opción es costosa, hasta exorbitante dependiendo de la operadora, y sin garantías de funcionamiento. La tarifa cuesta de una a dos veces el salario mínimo, que es el más bajo de América Latina. Este entretenimiento también ha caído por efecto de la migración y el alto costo. Emprenda una prueba, cuando termine la cuarentena vaya a Cantv y solicite un servicio de TV satelital. Ármese de paciencia, y si lo consigue dispóngase a ver la repetición insufrible de programas de Cubavisión o de las justificaciones por su mal proceder que se dan a conocer por la señal de los militares TVFANB. A eso lo llaman canalla mediática.

En algunos hogares existen libros. Sí, de papel. Son reliquias de otros tiempos cuando se permitía importar o no se restringían por efecto de los altos aranceles (impuesto de introducción de un bien al país cobrado en las aduanas). Empiece por los clásicos. Hay que ponerle la mano a cualquier título mientras estemos en casa sin producir. Algunas señoras han desempolvado los textos de cocina de las tías o los que compraron hace tiempo. Debemos ayudar a la imaginación, a la mayoría no le gusta comer arepa todos los días.

Si tiene electricidad, Internet y una computadora o teléfono inteligente o tableta, busque libros electrónicos. Hay obras de acceso gratuito que se consiguen en español (me gusta más el vocablo castellano, pero está en desuso). En la tienda electrónica Amazon.com podrá encontrar lecturas sin costo. En la red hay muchas páginas que permiten obtener ejemplares, pero hay que ser cuidadoso, existen trampas, virus y extorsiones como las que provocan los ransomware.

Tal vez se encuentre en 1% de la población que, además de disfrutar de electricidad, Internet y un Smart TV, ve películas por suscripción de servicios de streaming a Netflix, YouTube premium, Amazon Prime Video, Disney+ o Hulu (hay un aparatico llamado Raspberry que funciona con estas aplicaciones si su TV tiene puerto USB al igual que los Fire TV Stick, Roku o Chromcast). Sin embargo, le queda la opción de efectuar conversaciones colectivas de hasta cuatro personas por WhatsApp o de grupos más grandes por Zoom. El gobierno nos niega el futuro, si no sabe de lo que hablo no opine.

No hay nada como escapar de la realidad que nos impone el chavismo. Sin comida, electricidad, agua, seguridad, justicia o elecciones limpias, entre otros. Para volverse loco.

@rangelrachadell


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