Afganistán
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El presidente Biden anunció el pasado 11 de agosto que convocará a una “Cumbre de Líderes por la Democracia”, cuyo objetivo principal, cito textualmente: “… se centrará en reunir a un grupo heterogéneo de democracias del mundo, para poner en marcha una serie de compromisos e iniciativas basadas en tres ejes principales; la defensa frente al autoritarismo, el combate a la corrupción y la promoción del respeto de los derechos humanos…”. Este anuncio, desde mi perspectiva, podría considerarse el fin de la primera fase de un plan estratégico concebido por Estados Unidos, para frenar el avance del proyecto de control totalitario diseñado por Putin y sus aliados, que ha afectado seriamente los sistemas democráticos de gran parte de Latinoamérica; además, marcará el inicio de una nueva fase, dirigida con más contundencia, a acabar definitivamente con un flagelo que ha puesto en jaque la estabilidad del denominado “patio trasero del imperio norteamericano”.

Hasta ahora, las acciones ejercidas por Estados Unidos y algunos aliados como la Unión Europea, en contra de las dictaduras revolucionarias que mantienen el control por la fuerza en Cuba, Venezuela y Nicaragua, se han limitado a la aplicación de sanciones directas a funcionarios o empresarios nacionales y trasnacionales que transen negocios comerciales con las mismas. Estas acciones, a pesar de producir gran presión, hasta ahora no parece ser suficiente para conseguir que las cúpulas de las dictaduras sedan y permitan el paso a un sistema democrático, por lo que, con esta cumbre, se buscará el fortalecimiento de lazos y la profundización y alineamiento a estrategias más efectivas que logren resolver el problema de raíz.

Al anuncio de la Cumbre por las Democracias, se suma un hecho que fue anunciado e iniciado por Trump durante su gobierno, y concretado por Biden, hace apenas dos semanas. Se trata de la desocupación total de Afganistán, por parte de las fuerzas militares norteamericanas, a la que se incluyen las británicas y alemanas, entre otras.  Una acción por demás trascendental, debido al impacto que está comenzando a generar no solo dentro del propio territorio afgano, sino en el Oriente Medio. Esta acción, podría ser vista como una respuesta directa de Estados Unidos, a la situación de inestabilidad generada en Latinoamérica, por las referidas dictaduras de izquierda, las cuales, son parte del plan geoestratégico diseñado desde Rusia y secundado por China, Irán y Siria, para debilitar las economías de América.

Hasta ahora, el control militar de Estados Unidos sobre Afganistán generaba una estabilidad en la región, que no solo beneficiaba al gobierno instaurado en septiembre de 2001 con apoyo de la OTAN, y es que también se beneficiaban otros países tales como Rusia, al que convenía que se mantuviesen controlados a los talibanes para así garantizar la seguridad fronteriza de sus aliados en Asia Central, la cual es considerada su “patio trasero”. De igual forma, Irán, aliada de Rusia y enemiga acérrima de Estados Unidos, se vería muy afectada por futuras acciones de un gobierno talibán, de hecho, ya han cerrado sus fronteras con Afganistán. Así mismo, el gigante asiático, China, puede sufrir consecuencias serias en sus inversiones mineras en territorio afgano, e incluso, su megaproyecto comercial denominado “La Nueva Ruta de la Seda” se vería afectado por la inestabilidad que puede surgir en la región como consecuencia de la retoma del control del país por los talibanes. Hay que señalar que el pasado 28 de julio representantes diplomáticos de China se reunieron con talibanes afganos, posiblemente previendo un impacto negativo en sus negocios con el saliente gobierno de Kabul.

En definitiva, podemos estar presenciando la ejecución de un plan estratégico, donde Estados Unidos, por una parte, intentará, con el apoyo de gobiernos aliados y reunidos en una “Cumbre de Líderes por las Democracias”, recuperar la estabilidad en Latinoamérica, al tiempo que atesta un duro golpe, que afecta de manera directa el “patio trasero” de Rusia y China, como dice el refrán: “dándoles a probar de su propia medicina”.

Referencias y enlaces

  • Boletín Daily Digest de la Oficina de Participación de los Medios Internacionales del Departamento de Estado de Estados Unidos. «El presidente Biden convocará a Cumbre de Líderes por la Democracia».
  • Wikipedia, la enciclopedia libre. Afganistán.
  • El País. «La Nueva Ruta de la Seda, el gran plan estratégico de China».
  • El País. «China y los talibanes consolidan su acercamiento».
  • El Heraldo. «Rusia mueve fichas con los talibanes para recuperar influencia en Afganistán».
  • El Diario.es. «Rusia expande su influencia en Medio Oriente con la venta de armas e inversiones petroleras».

 


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