La promesa de Washington de ir detrás de cada dólar robado en Venezuela parece tomar forma de nudo corredizo apretándose en torno a los jerarcas del chavismo, sus testaferros y familiares.

«Las personas que han robado al pueblo de Venezuela, que son miembros del régimen, sus familiares, las personas que han hecho tanta tragedia en Venezuela, no tienen que buscar refugio en Estados Unidos. Tampoco en otros países. Vamos a seguir trabajando para que no tengan esa oportunidad», le dijo el embajador James Story a la periodista Gabriela Perozo la semana pasada.

España, Colombia y Brasil -reveló Story- también siguen los pasos de gente vinculada al régimen de Maduro, porque «esas personas no deberían gozar de una vida mejor y gastar una plata robada del pueblo de Venezuela».

Es posible deducir que se han logrado avances en ese sentido, pues el propio Story pareció sugerir el año pasado la falta de voluntad política de España para escarbar en el origen del financiamiento que permite al entorno de Nicolás Maduro mantener lujosamente a sus familias en Europa.

En una entrevista con el diario ABC de Madrid en septiembre, el diplomático norteamericano subrayó que su país, las autoridades españolas y naciones latinoamericanas tienen la obligación de averiguar el origen de ese dinero. «Aún tenemos la responsabilidad de investigar esas riquezas», advirtió entonces. «Lo estamos haciendo en Estados Unidos».

La misma preocupación manifestó el año pasado Jorge «Tuto» Quiroga, quien planteó que se quiten visas, se incauten cuentas y se congelen bienes del «conglomerado criminal mafioso» que domina Venezuela, sus testaferros y familiares.

El expresidente de Bolivia, que fue más directo, expresó sorpresa de que en Europa tengan «una lentitud pasmosa y casi una actitud cómplice con la aplicación de sanciones a gente que se roba el dinero en Venezuela y lo gastan en todo el mundo». Ese dinero se está yendo a Europa, a Estados Unidos y a países de América Latina, afirmó Tuto Quiroga en entrevista con el periodista Luis De Jesús (El Nacional,  24.5.20).

Pero la lentitud en esa materia, a pesar de «todos los datos que salen y las cifras que se ventilan», también parece comprometer las promesas reiteradas del gobierno interino de Venezuela de gestionar ante el mundo las acciones para poner al descubierto a los verdaderos ladrones y recuperar lo robado a los venezolanos.

“Todos tenemos que usar las herramientas a nuestra disposición para hacer esas investigaciones”, ha dicho Story. «Siempre estamos tratando de ubicar a esas personas -recordó la semana pasada- porque no deberían radicar fuera de Venezuela. Deberían vivir la tragedia que ellos crearon dentro de Venezuela».

La designación sorpresiva de James Story en mayo de 2020 como embajador extraordinario y plenipotenciario de Estados Unidos en Venezuela probablemente perturbó a los jerarcas del Cartel de los Soles, ahora muy preocupados resolviendo las rencillas internas de sus socios de las FARC en Apure y utilizando para ello a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

Es posible conjeturar que esa designación del diplomático de carrera brillante haya multiplicado aún más las noches sin sueño del conglomerado que secuestró las instituciones en Venezuela para traficar con drogas y robar, sobre todo porque Story les recordó un día después: «Nosotros somos el país que encontró a Osama bin Laden». Y no parece haber duda de que también encontrará a los ladrones.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!