Lo que supusimos y escribimos hace algunas semanas en esta misma columna era que Putin seguiría aumentando las tensiones con Ucrania y Occidente hasta que percibiera que había llegado a la línea roja. Estimábamos que salvo alguna que otra escaramuza la situación no iría a convertirse en guerra abierta fundamentalmente porque Rusia podrá tener los recursos suficientes para iniciar un conflicto ―y tal vez ganarlo― pero no dispone del músculo financiero para sostener un esfuerzo de ocupación militar prolongada en un país cuyo tamaño equivale a dos tercios de Venezuela y cuya población excede los 40 millones. Nos equivocamos diametralmente, lo cual revela que el análisis político es una ciencia de aproximaciones pero no una ciencia exacta.
En donde no nos equivocamos fue en anticipar que quienes usurpan el poder y disponen del aparato estatal en nuestro país irían a ser utilizados ―y dejarse utilizar― con tanta facilidad por Moscú en un grado de dependencia que debería avergonzar a quienes nos llevan por un camino que nada tiene que ver con los intereses de nuestra patria.
Se comenta que gran parte de los movimientos financieros internacionales de Venezuela se canalizan a través de Rusia, en cuyos bancos tienen muchas de sus cuentas la Pdvsa “roja-rojita” y casi seguramente aquellas personalidades que ya han entendido que a la hora de las chiquitas no iba a ser en el “imperio” donde serían acogidos para disfrutar de una vida futura sin mayores preocupaciones. Ya el ejemplo del Tuerto Andrade, el Pollo Carvajal, Alex Saab, la ex tesorera nacional y su cónyuge, además de algunos menos visibles, daba señales de que sería difícil gozar los reales en las playas de Miami y los aires de Madrid. Como consecuencia del aislamiento provocado por la suspensión de Rusia del sistema internacional de transferencias de fondos SWIFT (Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication) todo el sistema bancario ruso queda desconectado del resto del mundo sin que puedan recibir ni pagar nada. ¡Se aguaron los planes!
La sanción previamente apuntada provocó la inmediata depreciación del rublo, la caída abrupta de la bolsa moscovita, el inicio de la inflación, la falta de efectivo etc. También la medida causa inconvenientes no solo a Rusia sino a quien deba tener vínculos financieros o comerciales que exijan movimiento internacional de fondos. Por ello se comenta que buena parte del manejo oscuro de dineros que gestionan Nicolás y sus amigos también se venía canalizando por esa vía, además de Turquía y Emiratos. De ser así, tendrán que inventar otra reingeniería para medio seguir funcionando y mientras tanto las cosas se pondrán más difíciles cuando haya que pagar los insumos de las cajas CLAP, las masivas importaciones y ―sin olvidar― el precio de los equipos antimotín que se usan a discreción y pudieran requerir mayor disponibilidad “por si las moscas”.
En tiempos no muy lejanos, los “chicos rebeldes” del mundo que se llamaba “no alineado” conseguían masivas condenas verbales hacia Occidente mientras Naciones Unidas exhibía impactantes declaraciones favorables a la proclamación del derecho al desarrollo y la justicia social internacional , pero no muy plegadas a opciones democráticas. Esta misma semana, luego del fracaso de un proyecto de Resolución en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sustentado en el veto de Rusia, la mismísima organización llevó el tema a la Asamblea General donde la condena a la acción rusa obtuvo una votación de 131 a favor, 35 abstenciones y solo 5 en contra, que fueron los de Rusia y los “amiguitos” de Putin (Siria, Bielorrusia, Corea del Norte y Eritrea). Hasta Cuba, Nicaragua y Bolivia se abstuvieron sin contar que el “pana” Xi Jinping también lo hizo. Las abstenciones fueron casi todas de países africanos, muy rápidos ellos para estirar la mano pero hechos los tontos para pronunciarse por la preservación de la paz. Será “bozal de arepa». La vergüenza total fue que Venezuela ―que pudo haber sido el sexto voto para Putin― no pudo votar porque su derecho al voto en la Asamblea está suspendido POR FALTA DE PAGO. Así como usted lo lee. Venezuela debe dos años de cuota a la par de otras tres o cuatro naciones de las más paupérrimas de África.
Ahora parece que se abren perspectivas al menos para el cese del fuego. De allí seguramente seguirán negociaciones de mayor amplitud pero… Rusia ya habrá avanzado lo suficiente como para poner precio al cese de la agresión.
Como última reflexión vale la pena tomar nota de que las guerras modernas no se ganan tan solo por la superioridad militar. Hoy día sanciones y hackers pueden más que artillería y blindados.
@apsalgueiro1