Uno de los mayores desafíos al que se enfrentan actualmente las empresas es el referido a la motivación laboral, entendida como la capacidad que tienen para mantener estimulados a sus empleados en relación con todas las actividades que realizan. Pues la premisa es: empleados motivados, empleados más productivos.
En ese sentido, cada vez es más necesario tener un recurso humano motivado y competitivo para lograr una mayor productividad y un buen clima laboral. De hecho, está demostrado que un empleado motivado acude al trabajo con ganas, será más productivo, aprovechará mejor el tiempo y se involucrará más en conseguir los objetivos.
De allí que una de las preguntas fundamentales sea: ¿Cómo motivar a los empleados para ganar eficiencia? Para responder a tal interrogante es necesario considerar varios factores que podrían incidir en el desempeño laboral.
Conseguir el bienestar laboral del trabajador es la clave para obtener el mayor rendimiento profesional. Así que es recomendable, primero, determinar si existen motivos que lo llevan a una situación de desmotivación, como lo es la rutina, el estancamiento profesional o el mal entendimiento con el equipo.
En esta situación, ambos salen perjudicados: tanto la empresa, como el empleado, pues el resultado es un estancamiento productivo. Sin embargo, hay varias claves para revertirla y volver a trabajar como un equipo motivado, o simplemente para potenciar al empleado que han mostrado rendimiento y compromiso con la empresa.
Es esencial, para lograr un cambio real y conseguir la motivación laboral, que los objetivos de la organización estén claramente definidos. Es decir, que la empresa y sus empleados estén conscientes de que reman en la misma dirección en pro de la consecución de las metas trazadas.
El empleado debe ser más participativo y mostrar su compromiso en cada proyecto, no solo por la empresa, sino pensando en su desarrollo profesional. Pero las empresas también deben poner su grano de arena. ¿Cómo? Estas tienen en sus manos diferentes recursos que pueden ser realmente útiles para mantener la motivación de sus trabajadores. A continuación, presentamos algunas herramientas.
-Conocer cuáles son las metas, si es posible, tanto laborales como personales de los trabajadores y estimularlas.
-Dar autonomía a los empleados para realizar sus tareas como muestra de confianza, ya que su fin es conseguir los objetivos que la empresa ha asignado.
-Ofrecer un plan capacitación para que el trabajador adquiere la confianza y formación necesaria para mejorar su desempeño profesional
-Crear un espacio de trabajo cómodo y un entorno agradable para los empleados.
-Organizar actividades fuera de la oficina, lo que permite personalizar el trato entre empleados y puede ayudar a que los mismos compañeros se motiven entre sí.
Y, por último, es positivo interesarse por los empleados como personas. Esto crea un vínculo emocional más grande que genera fidelidad del empleado con la empresa y, por ende, más compromiso.