Es evidente que el régimen revisa y hace constructos a diarios de escenarios electorales, sabe que la división en la oposición está dando positivos resultados en sus triunfos electorales y exalta la idea del Estado comunal, propuesta que se elevará en corto tiempo a la Asamblea Nacional, según sus propios actores Maduro y Rodríguez.
Ahora bien, los intentos de diálogo, encauzados en resolver la compleja crisis política, económica y social en Venezuela, sin concreción de sus resultados, dejaron a la oposición literalmente dividida en criterios y a un régimen desnudo en sus intenciones por mantener el poder cueste lo que cueste. Además, una revolución con una precaria imagen (15,3%) carente de liderazgo alguno con ausencia de apoyos estratégicos en todos los estratos sociales. Sin embargo, los errores de la oposición en 2019 y en 2020 valieron para que Maduro continúe jugando en extrainning. Ante una realidad compleja, no queda otra que convocar la comprensión en la oposición, queda revelado que no existe una unidad monolítica; es perceptible por sus diversas posturas políticas.
No obstante, es oportuno en este momento histórico hacer lecturas inversas de los numerosos discursos del oficialismo para su análisis político-electoral. Según Hercon Consultores, el régimen cuenta con una intención de voto de 18,8% e inicia su campaña electoral regional alineando sus estrategias a las particularidades que requiera para ganar la mayoría de las gobernaciones.
La significación que tienen las contradicciones del momento histórico es valorar su dinámica y su tendencia de algo que veía “cerca” para la oposición, pareciera que se está poniendo “lejos” 2016, 2017… 2021. Si la oposición desea recuperar espacios políticos, su éxito dependerá de la unidad y compromiso de lucha de todos los que se oponen al régimen de Nicolás Maduro.
Nicolás regresa con su sueño, con mucha fuerza sobre la temática de la comuna entendida como organización política popular que se desarrolla en un contexto local. Maduro, hombre de izquierda, tiene una comprensión de los comunistas, socialistas y anarquistas, que han visto a la comuna como la base de un modelo de sociedad que se establecería una vez que las masas se liberen del capitalismo: una sociedad basada en una democracia participativa efectiva y eficiente. Marx, Engels, Bakunin, y posteriormente Lenin y Trotsky crearon elementos para definir las características que habrían de tener las comunas en particular dentro del concepto de la “Dictadura del Proletariado”. Estos mismos autores elevaron críticas al concepto de comuna, especialmente su fragilidad frente a la corrupción, el arraigo en el poder representativo, entre otras.
A Nicolás le gusta la idea, sueña y se motiva aún con Carlos Marx, y su escrito La guerra civil en Francia (1871), promulga los logros alcanzados por la comuna de París y la describe como un prototipo para un gobierno revolucionario futuro. En la teoría marxista, la comuna es una forma de organización política adoptada durante la primera (o más baja) fase del comunismo denominada socialismo. Las comunas son propuestas como la contraparte proletaria a las formas de gobierno de la llamada “burguesía”. En el escrito mencionado Marx explica el propósito y la función de la comuna durante el período denominado “Dictadura del Proletariado”.
Las comunas apuntan a eliminar la elección directa e imponiendo la fórmula de la “dedocracia”, pero se estaría negando la participación de la gente en los procesos de toma decisiones en sus respectivos contextos sociopolíticos, esta realidad deriva en excluir a toda la disidencia política venezolana, unificando la estructura político-administrativa actual a intereses políticos, económicos e ideológicos. Indudablemente que el Estado comunal es sinónimo del totalitarismo, en nuestro caso con ideología marxista.
¿Qué dicen las encuestas sobre el tema Estado comunal? los resultados son demoledores: 75% de los venezolanos rechaza la idea de la instauración de Estado comunal, los datos cuantitativos “hablan” con fuerza y se enfocan en que la mayoría de los venezolanos desea cambios que apunten a resolver su situación económica y no política / ideológica, realidad tangible en las manifestaciones de los opositores y parte significativa de muchos chavistas que mantienen una opinión de naturaleza rebelde que reta la rudeza que activa el oficialismo cuando trata de imponer temas contraproducentes para el país, beneficiosos para la existencia del decadente proyecto bolivariano.
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